Falsedad

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Fue el sonido de tres golpes rápidos en la puerta lo que puso sus sentidos en alerta de inmediato y corrió a dejar entrar a la persona tras esta pues reconocía su presencia, alegrándose automáticamente ante la sonrisa ladeada que estaba viendo, eran solo un par de pasos de distancia lo que les separaba y que se borraron con prontitud al aparecer un beso apasionado que fue el detonante para que no mucho después la ropa desapareciera y estuvieran en la cama escuchando sus gemidos mutuos. Llevaban casi dos meses desde la última vez que se habían visto y sin duda se había notado en su desesperación. El agotamiento físico fue lo que la hizo dormirse y al despertar notó que su acompañante ya se había duchado y vestido, le faltaba solo acomodar el protector de su pecho que ella tanto odiaba.

- Es hora de irme — ella bostezó, todavía tenía sueño

- No lo hiciste y te vas a ir a ver con él — no era una pregunta

- No pude, vine a Konoha porque quedé de pasar un tiempo con él desde que estuvo en Suna la última vez... iba a terminarle, pero pasó lo de su padre y...

- No me mientas, llevas más de medio año encontrando diferentes excusas — se limpió la cara rápidamente antes que la traicionera lágrima que se le había escapado se notara — solo dime la condenada verdad, no te importa esto y ya — la rubia ya estaba completamente vestida mientras ella solo usaba la frazada para cubrir su desnudez

- Sigues siendo una debilucha que se queja por todo

- Y tú una maldita que no tiene ni idea de cómo tratar a las personas ni le importa alguien más que sí misma — se puso de pie y se fue para el baño — no olvides cerrar con llave al salir — sin decir más puso el seguro en la puerta y se sentó en el borde de la bañera, era absurdo llorar pues no era la primera vez que casi discutían por ese tema, pero empezaba a hartarse

- Tenten — la perilla se movió pero la mujer no pudo abrir — anda Tenten, abre

- Lárgate Temari — escupió sin tener ninguna intención de moverse a abrir

- No quiero que dejemos las cosas así — nada — por favor, Tenten

- Dale mis saludos a Shikamaru — el silencio hizo presencia y un momento después pudo escuchar como se abría y cerraba casi de inmediato la puerta principal, denotando que la rubia por fin se había ido por lo que finalmente permitió que las lágrimas aparecieran en sus ojos mientras maldecía a todo en su vida por estar llorando de nuevo.

Abrió la ducha y dejó que el agua lavara la mayor parte de su frustración y luego de eso se vistió con su vestido usual, tenía varias diligencias y compras que hacer en la aldea lo cual era bueno para ayudarle a tener la mente ocupada y no seguir pensando en el tema. Lo primero para esa mañana fue ir a la mansión Hokage a entregar el reporte de la misión de la que había regresado el día anterior en la tarde, dado el hecho que Temari había llegado a Konoha la noche anterior y se presentó directamente en su departamento decidió posponer dicha entrega. Fue Shizune quien recibió el informe y no le dijo nada, suponiendo que había llegado agotada, tras estar segura que su nombre volvía a la lista de shinobis disponibles para misiones se fue a su siguiente diligencia.

Se había visto con Ino a la hora del almuerzo, mientras comían su amiga le estuvo haciendo algunas preguntas pues decía que la veía decaída y ella solo se excusó en que la misión había sido severa, extensa y que probablemente lo que necesitaba era dormir otro par de horas, sobretodo si tenía en cuenta que escasamente había cerrado los ojos la noche anterior porque estaba muy ocupada en algo mucho más divertido y mientras pensaba eso la culpable de tal cosa apareció tomada de la mano del ninja perezoso. La Yamanaka se detuvo incómoda, pero no por la presencia de esa pareja y malentendiendo que ella se había casi pasmado y dejado traslucir su molestia, creyendo que tal cosa era por el otro shinobi también presente en la calle

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