Tomó asiento en su lugar designado mientras esperaba que los asesores del Raikage llegaran a la reunión, si bien era cierto que se quejaba de los kages y feudales en general, había un algo en ese kage específico que le ponía los nervios de punta y nunca le gustaba tener que estar en Kumo. Chasqueó la lengua cuando escuchó a lo lejos la otra persona de esa aldea a quien detestaba, el bullicio y las risas que se acercaban, eso era lo que le faltaba, que entrara a donde ella estaba.
- ¡Ah oh sí! La princesa de Suna está aquí — ella hizo un asentimiento de cabeza para contestar el saludo hecho con la horrorosa forma de rapear que caracterizaba al sujeto — aquí Killer B dándote la bienvenida a ti — él hizo un movimiento como si le cediera el micrófono para contestar, si no fuera el hermano del líder de la aldea y el jinchūriki del ocho colas ella lo estaría golpeando o no se tomaría la molestia de determinarlo
- Buenos días Killer B
- La hermana del Kazekage se...
- ¡Killer B! — era de la única forma en que ella se alegraba de ver al Raikage — retírate — no le prestó atención al sinfín de palabras disonantes que dejaba salir el hombre mientras se retiraba a regañadientes
- Raikage-sama — se puso de pie e hizo una inclinación de cabeza por protocolo, detrás de él había dos asesores más y había contado con que la reunión fuera con estos. Él se sentó y le hizo una seña para que se volviera a sentar — tengo nuestra respuesta sobre los cambios en el tratado
- ¿Los aceptan todos?
- Siento informar que no, el consejo no aprobó ninguno — el hombre se levantó, claramente se iba a ir — pero estoy segura que podemos negociar algunos
Una sonrisa ladeada se formó en la cara del hombre, quien volvió a sentarse y ella sacó la versión inicial del nuevo tratado así como la contrapropuesta que había hecho junto a Gaara y que el consejo había revisado con detenimiento, tenía claro en cuales temas podía ceder un poco más y en cuales no. Por lo que solo volvió a respirar profundo y se preparó para lo que sabía que serían varias reuniones cada vez más extensas que minarían por completo su escasa paciencia.
~
Se dejó caer pesadamente en el colchón, le había exigido a su cuerpo más de lo que podía dar y no le quedaba una gota de energía. Había llegado a Kumo apenas pasado el mediodía y se presentó de inmediato en el despacho del Raikage, pero su sorpresa había sido al escuchar que el hombre no estaba y por lo tanto tendría que esperar hasta el día siguiente, algo de llevar toda la semana en unas reuniones con un representante de otra aldea y no permitir ser interrumpido por ningún motivo, así que si no estaba a primera hora tendría que esperar otro día. Se hubiera quejado, o bueno, hubiera pensado en quejarse porque obviamente no podía hacerle saber su descontento a alguien del nivel del Raikage, lo hubiera hecho de no ser porque estaba físicamente destruida y su pensamiento automático es que podría descansar por lo que sin decir palabra se retiró a buscar una posada.
Se despertó un par de horas después y su estómago de una vez exigió comida, bostezó y observó el reloj en la pared pues ya no se veía luz solar del otro lado de la ventana, no se equivocó, ya había anochecido pero era lo suficientemente temprano para poder salir a conseguir algo de comida decente en lugar de la instantánea que tenía en su maleta.
Mordió los dumplings de cerdo que le acababan de ser servidos y contuvo su gemido de placer, estaban deliciosos. Recorrió la aldea y mientras compraba unos dulces en un puesto de la calle le pareció ver a lo lejos una persona conocida, pagó y tras comerse el primero optó por negar con la cabeza y caminar en la dirección opuesta, regresando a la posada para descansar un poco más antes de tener que continuar con su misión.
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Denuedo
FanfictionLa línea entre lo que era correcto e incorrecto se había vuelto difusa, tan solo le importaba lo que sentía sin tener en cuenta lo mucho que se repitiera en su cabeza que eso estaba mal. La historia no es NejiTen, tiene varias escenas con la parej...