Obstinación

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Todo el resto de la tarde se habían quedado en el sofá abrazados, de tanto en tanto Neji le besaba la coronilla y le susurraba que todo iba a estar bien. Al llegar la noche él se tuvo que ir pero le prometió que regresaría a la mañana.

Dos golpes sonaron en la puerta muy temprano, por lo que todavía adormilada se levantó a abrir, encontrando que él había cumplido su promesa de volver. La tomó de las mejillas y la besó tiernamente a modo de saludo antes de entrar y dado que tenía sueño se fueron a la cama en donde se recostó en su pecho para dormir un rato más. Habían sido pocas las ocasiones en que podían dormir juntos por la hora de llegada que él tenía asignada, pero exceptuando las misiones que tenían juntos un par de veces Neji se las había ingeniado para que pudieran pasar la noche juntos en su casa.

- Tenten — le susurró al oído al notar que estaba despertando de nuevo — tenemos que hablar

- Tengo hambre — fue su respuesta para evadirlo, no le había gustado su tono y sospechaba que le iba a decir que había mentido, su relación sí se había terminado y había ido hasta allí solo para burlarse de ella — ¿cómo quieres tus huevos?

- Estrellados — sonrió por dentro, no cambiaba

- Perfecto — bostezó una última vez antes de levantarse para ir a la cocina. Neji la siguió de cerca y sentado en el comedor la veía atentamente mientras ella hacía el desayuno para los dos, agradeciendo con un movimiento de cabeza antes de comer. Él lavó la loza y luego de eso ella volvió a eludir la conversación diciendo que se bañaría, en otras circunstancias lo habría invitado a meterse con ella a la bañera pero se mordió el labio y no lo hizo. Al estar lista pudo sentir sus ojos clavados en la forma que el vestido se le ajustaba a cada una de sus curvas pero no dijo nada al respecto

- ¿Hablaremos ahora? — ella asintió resignada antes de sentarse en el sofá junto a él — Tenten, lo que pasó en el Clan... — él bufó y ella sintió sus ojos humedecerse — no tenía que pasar. Pero en este momento no podemos hacer nada para cambiar su opinión — ¿qué? — además de esperar, lo volveremos a intentar

- Neji... — no era capaz de expresar en palabras lo que pasaba por su cabeza pues ni siquiera ella lograba descifrar lo que pensaba

- Confía en mí, es cuestión de paciencia. No pueden separarnos

- Te prohibieron estar conmigo — le recordó

- Sí, respecto a eso — la tomó del mentón para buscar sus ojos — no les diremos que estamos juntos, tienen que creer que consiguieron su objetivo

- ¿Estás diciendo que...?

- Es la única forma Tenten — la besó dulcemente — te amo, no puedo perderte

- Yo también te amo — admitió disfrutando el nuevo beso — pero no es justo que tenga que ser así

- No será así para siempre, te lo prometo — asintió suspirando por la ligera caricia que le era dada en el cuello con sus labios, la mano de él se posó en su cintura para acercarla más — no me gusta tu nueva ropa

- ¿Por qué no? A todos les ha encantado

- Por eso mismo, deja ver demasiado — ella empezó a reírse y él detuvo la caricia para fruncir el ceño. Neji siempre había sido posesivo y celoso, molestándose en las ocasiones que ella tenía que ir en alguna misión solo con otros hombres y que él no estuviera presente. Decía confiar en ella, pero no en los demás y ya se había acostumbrado a su ceño fruncido con ese tema — no me gusta que otros puedan verte tanto

- Lo siento, pero las chicas se deshicieron de mis antiguas ropas — le dio un beso en la mejilla — además es muy cómodo aunque no lo parezca — en eso le daba la razón a Ino — y si lo que pretendes es que nadie sepa que las cosas cambiaron, no puedo cambiar mi forma de vestir de repente

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