Verdad

391 19 10
                                    

Se giró en la cama y su primer pensamiento fue una maldición a la luz que se colaba por la ventana, estaba en sus días de descanso y no era justo estar despierta tan temprano, aunque bueno, su sueño se había vuelto más ligero y eso también era un problema pues cuando iba a intentar acomodarse para dormir un rato más, los ronquidos que se empezaron a escuchar a lo lejos la sacaron del letargo y maldijo de nuevo. Salió de la cama y entró al baño antes de abandonar su habitación a pasos decididos para cruzar el pasillo y golpear con fuerza la puerta, consiguiendo su objetivo que era hacer que los ronquidos se detuvieran.

- ¡Si no estás en la cocina en diez minutos no tendrás desayuno! — un golpe fue la respuesta que obtuvo del otro lado de la puerta, probablemente Taro había lanzado un zapato o algo parecido molesto por ser despertado. Entró a la cocina y puso a calentar el arroz, la sopa que había quedado de la cena y una sartén mientras en una taza batía algunos huevos. Exactamente nueve minutos después el rubio ingresó a la cocina y se sentó con el comedor, se veía adormilado — ¿quieres tus huevos batidos o revueltos?

- Bati... ¡Un momento! — la señaló con el dedo — eso es la misma preparación

- Agradece mejor que todavía te hago desayuno — le extendió los platos con la sopa que él le recibió de una vez y ella se sentó tras poner los que tenían el resto de la comida

- Eres un sol — fue su agradecimiento antes de empezar a comer — ahora, ¿qué planes tenemos para hoy y por qué me sacaste de la cama tan temprano?

- Yo saldré en la tarde con las chicas y probablemente las acompañaré en sus compras

- ¿Tú? ¿No estoy invitado?

- ¿No tienes tu celebración de cumplemés con Kotetsu?

- No, eso es hasta el doce

- Taro — trató de no reírse porque no sabía la fecha — hoy es doce

- Claro que no, hoy es — pareció pensar y contar en la cabeza — ¡NO! — se levantó rápidamente — ¡No le he comprado nada! — lo vio correr a la habitación y regresar un minuto después ya vestido para salir — definitivamente eres lo mejor que me ha pasado Tenten — le dio un beso en la mejilla antes de lavar a prisa el plato

- Tú sigues siendo un dolor de trasero

- Mentirosa — le dijo en un susurro y ella sonrió en respuesta mientras lo veía irse del departamento.

Organizó lo poco que faltaba y se fue un rato más a la cama, levantándose después para ahora sí tomar una ducha y alistarse para la salida con sus amigas que seguro lamentarían la ausencia de Taro, en especial si iban a comprar ropa, Ino amaba hablar de moda con el hombre y sin duda entre los tres eran felices tratando de convencerla a ella de cambiar de nuevo su guardarropa que ahora se componía de su uniforme y en sus días libres de un pantalón negro y una blusa de color azul oscuro en su estilo característico. No lo diría en voz alta, pero siempre mentía cuando se quejaba porque todavía vivieran juntos, la verdad es que no sabía que sería de sí misma en ese momento si ese hombre no hubiera entrado a su vida y evitado que se quebrara por completo.

~

Flashback

Oficialmente había terminado su relación con Temari el día anterior y sin importar que fuera su decisión, el hueco en su pecho seguía doliendo. No había sido sencillo mantener la compostura y mucho menos no mostrar preocupación cuando vio el corte en el cuello que ella misma le provocó, pero no podía flaquear, no podía permitirse volver a caer en el círculo vicioso en el que ya había estado. Era el momento de demostrar que su fortaleza no era solamente física, que no cambiaría su opinión solo por haberla escuchado decir que había terminado con el Nara.

DenuedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora