Chiasa y Tokiwa las habían acompañado hasta el barco una semana después de la que originalmente era su fecha de regreso. Nadie les había dicho que la semana posterior a navidad era feriada, por lo que no había ningún barco disponible y se enteraron al llegar a comprar los boletos. Se había sentido un poco mal pues de alguna forma le parecía que era su culpa por no apresurarse con el último libro, igual no podían hacer nada para cambiar ese hecho, más que hablar con Shizuka y ofrecerse de ser necesario a pagar la estadía en la vivienda esa semana de más. La líder había rehusado el ofrecimiento y solo les dijo que aprovecharan para descansar, uniéndose a las diferentes actividades que había en la playa.
Ella subió al navío junto a Tokiwa que llevaba varias cajas, la líder enviaba unos regalos para Naruto y Tsunade que no había organizado aún para guardarlos dentro de algún pergamino, Temari se había quedado en tierra firme hablando con Chiasa y de repente la vio fruncir el ceño, contestando de forma cortante, si bien no escuchaba lo que decían, conocía sus expresiones. La risa de la pelinegra se escuchó y definitivamente la rubia no encontraba nada divertido en la situación, su instinto le decía que se acercara a intervenir y protegiera a Temari, pero la mano de la mujer junto a ella se interpuso para detenerla.
- Es un asunto de ellas — asintió con la cabeza pero no despegó su mirada de las mujeres, claro que había notado que entre Chiasa y Temari había una especie de conversación que solamente entendían entre ellas, pero aún así de sentir que las cosas se salían de control iba a intervenir. Los minutos se le hicieron eternos hasta que por fin vio que los ojos aguamarina se posaron en ella y dibujaba una sonrisa altanera a la vez que seguía en la conversación, quedándose completamente congelada en el momento que la ojiazul abrazaba a la rubia y le daba una especie de golpe en el hombro a modo de despedida — bueno, creo que será hasta una próxima ocasión
- Muchas gracias Tokiwa-san, Chiasa-san — completó al ver que Temari abordaba también y se paraba a su lado mientras la pelinegra se quedaba junto a su respectiva pareja — si visitan Konoha será un gusto corresponder la hospitalidad recibida
Un par de palabras más fueron pronunciadas a modo de despedida y finalmente ellas se dirigieron al cuarto que era casi igual al que habían compartido en su camino a la isla, excepto que se veía mucho más abarrotado por las cajas y otros paquetes que también le habían dado a Temari, quien por cierto no había extendido la invitación para que las mujeres fueran a Suna, probablemente porque el consejo no sería muy feliz de ver que se sentían orgullosas de andar por la calle tomadas de la mano y tenían cargos importantes en la aldea.
A solas se dedicaron a separar las cosas, la rubia le entregó el pergamino en el que desde la vivienda ella había guardado sus pertenencias justo como cuando iban hacia allí. La líder enviaba un par de detalles además de muchas compras que la mujer había hecho por su cuenta para sus hermanos y una reserva de castañas que esperaba le duraba al menos hasta que la temporada llegara a su propio país. Ella por su parte llevaba algunos regalos y recuerdos para sus amigas, Lee y su sensei, no es como si en Nadeshiko hubiera cosas muy raras o que no se consiguieran en el continente, pero dado que era un territorio desconocido para todos había considerado por una vez oportuno hacerlo.
Tenten se veía un poco más calmada que la anterior vez mientras el barco avanzaba y estuvieron en mar abierto, pero solo un poco. Por ratos leía, por ratos se paseaba por la cubierta y cuando había alguna amenaza de tormenta en el horizonte se acurrucaba en sus brazos. Ya habían dejado la isla de Jiro detrás y las dos sabían que una vez desembarcaran en Tani debían regresar a la actitud que tenían antes del viaje. No es que hasta el momento hubieran sido de esas horrorosas parejas melosas que se andan besuqueando en medio de la calle, era férrea enemiga de tal cosa, su máximo había sido siempre andar tomada de la mano y ese beso que la castaña le dio mientras Aneko las veía de lejos, que había estado plenamente justificado.
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Denuedo
FanfictionLa línea entre lo que era correcto e incorrecto se había vuelto difusa, tan solo le importaba lo que sentía sin tener en cuenta lo mucho que se repitiera en su cabeza que eso estaba mal. La historia no es NejiTen, tiene varias escenas con la parej...