El campo de entrenamiento se encontraba desolado, Gai y Lee se encontraban fuera de la aldea y Neji desde hacía muchísimo tiempo que rara vez ponía un pie allí, o al menos eran contadas las ocasiones que lo hacía desde que era un hombre casado. Respiró profundo disfrutando el olor que desprendía el pasto mojado porque había llovido toda la noche y parte de la madrugada, tras haber puesto algunos blancos en varios árboles y asegurar su portakunais en su pierna se dedicó a apuntar y lanzar, cerciorándose que su puntería no variaba ni un poco sin importar nada.
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Flashback
- ¡Feliz cumpleaños Florecita! — gritaron al unísono Gai y Lee mientras que Neji evidentemente incómodo por el exceso de entusiasmo de sus compañeros sostenía un pastel con el número 18 escrito
- No tenían que molestarse chicos — dijo ella sonrojada antes de abrazar primero a su sensei y luego a su compañero de equipo, dejando por último al Hyūga, a quien le dio un beso en la mejilla y él en respuesta solo movió su cabeza en una señal inequívoca para que repitiera el gesto pero ahora fuera un ligero roce de labios, ella no dudó en hacerlo y nuevos vítores sonaron por parte de las bestias verdes. Ellos llevaban casi cinco meses saliendo y el Hyūga estaba en contra de la mayor parte de muestras de afecto en público exceptuando tomarla de la mano y en contadas ocasiones cuando estaban entre amigos cercanos darse ese tipo de besos — ¿no hay velas para apagar?
- Ya decía yo que olvidábamos algo — habló meditabundo Rock Lee — ¡puedo ir a comprarlas y regresar en un parpadeo!
- No, no es necesario — ella solo sonrió, su único deseo era que las cosas siguieran tal y como estaban — ¿alguien recordó el cuchillo? — no sabía ni porqué había preguntado, era obvio que no. Pero antes que propusieran ir a buscar uno ella invocó de uno de sus pergaminos un tantō que cumpliría la función, jamás se le había ocurrido pensar en una situación en la cual necesitaría tener platos y cubiertos para postre también guardados, por lo que tuvieron que comer con la mano mientras reían entre ellos.
Gracias a la poca seriedad que caracterizaba a Gai, ellos tres habían terminado con trozos de pastel en la cara y la ropa, Neji a un lado tan solo los había observado cuidando atentamente que no lo ensuciaran y tras despedirse de los dos hombres la había acompañado hasta su departamento, ingresando con ella. Esperó el tiempo justo a que él cerrara la puerta y se lanzó a sus labios, obteniendo por respuesta un beso que no la dejaba respirar y que avanzaran lentamente hacia el sofá. Sofá que ya había sido testigo de varios manoseos y roces cada vez menos torpes que habían sido detenidos por la aparentemente férrea determinación del Hyūga porque ella todavía era menor de edad y él no, por su parte no veía el motivo para esperar así que había intentado convencerlo de seguir sin éxito, aunque se notaba que entre más se tocaban más le costaba controlarse y por eso mismo habían acordado que en su cumpleaños esa sería su forma privada de celebrar juntos.
Su blusa llena de rastros de la cobertura del pastel fue la primera en caer al suelo, a él no le gustaban las cosas muy dulces, pero aún así se había encargado de pasar su lengua y borrar cualquier rastro de comida que hubiera en su cuello o cara y pareciera que limpiaba pastel imaginario de la parte superior de sus pechos y luego de su ombligo antes de soltarle el broche del sostén deportivo. Esa mañana había olvidado por completo la fecha que era y por lo tanto el juego de ropa interior que había comprado específicamente para ese día todavía seguía en la caja dentro de su armario, pero a él no parecía haberle importado ni un poco pues ya la había visto en dicho sostén deportivo y tan solo continuó en lo que estaba. Con timidez ella movió sus manos para empezar a buscar la forma de desvestirlo a él, en el momento que sus pieles entraron en contacto directo le dio la impresión que parecían haber aumentado la temperatura más allá de los límites normales y que los dos tenían fiebre, haciéndolos fundirse en un beso completamente abrasador que le generaba una sensación maravillosa. Sin que se diera cuenta el cierre de su pantalón ya había sido abierto y lo notó cuando sintió la mano de él acariciarla justo por encima de su panty haciéndola jadear rompiendo el beso, estaba claro que efectivamente iban a ir hasta el final por lo que quiso pedirle que pararan por un minuto y se fueran a la cama, pero antes de poder recuperar el aire y pronunciar nada él le había dado la vuelta dejándola boca abajo, bajando en el mismo movimiento su pantalón y panty solo lo suficiente para penetrarla de una vez, siendo su quejido casi un grito acompañado de una lágrima que se perdió en uno de los cojines. Ni siquiera sabía que él ya se había soltado su propio pantalón, pero agradeció que tuvo la gentileza de quedarse quieto de la cintura para abajo solamente mordiendo sus hombros mientras ella se acostumbraba a la sensación de tenerlo adentro. Tan pronto ella le indicó que podía moverse las embestidas no se hicieron esperar, enterró su cabeza en los cojines para ahogar sus gemidos pues no era mucho más lo que podía hacer en esa posición, Neji la tenía completamente inmovilizada aumentando la fuerza con la que la agarraba del cabello a medida que sus estocadas eran más veloces y rudas. El extraordinario calor proveniente de su orgasmo la recorrió por completo justo antes que él detuviera sus movimientos emitiendo una palabra inentendible y derrumbándose sobre ella.

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Denuedo
Fiksi PenggemarLa línea entre lo que era correcto e incorrecto se había vuelto difusa, tan solo le importaba lo que sentía sin tener en cuenta lo mucho que se repitiera en su cabeza que eso estaba mal. La historia no es NejiTen, tiene varias escenas con la parej...