Su sonrisa se había vuelto imborrable, siempre había sido partidaria de creer que para que una parte de su vida resaltara otra tenía que verse opacada o al menos disminuida. Por ejemplo durante la parte más tormentosa de su relación con Neji, se había sumergido de tal forma en su trabajo que su nombre ahora resaltaba en la aldea y era reconocida como una excelente kunoichi. Y ya cuando terminaron del todo había dejado de lado la posibilidad de tener una vida personal por dedicarse solo a su parte laboral, y así consideraba que funcionaba el equilibrio. Cuando su relación fluía y era maravillosa eran pocos los reconocimientos que obtenía, siendo solo una shinobi promedio más.
Por eso encontraba particularmente curiosa su estadía en la isla en la que sentía que todo era maravilloso. Amaba su trabajo en ese momento, tras una semana y terminar de hacer las notas del primer libro se lo había presentado a Chiasa y esta a su vez la llevó frente a Shizuka quien decidió de una vez poner manos a la obra y traer una dibujante que plasmara todas sus ideas para mejorar los libros además de aprovechar y retratar las armas que tenía en su pergamino. Apenada había pedido que no fuera ella directamente quien saliera en los nuevos gráficos, sino que fuera solo un esquema de un shinobi, cosa en la que afortunadamente estuvieron de acuerdo. En la academia redujeron sus horas para dejarla solamente con los cursos superiores y así poder avanzar en los libros. Tokiwa también había mencionado que no solía tener grandes rivales para practicar su kenjutsu y quería un duelo lo cual la abrumaba un poco, pero había aceptado aunque lo suyo fuera algo más global que solo enfocarse en las espadas.
Pero eso no era la mejor parte, la mejor parte es que una vez terminada la conversación con Temari en la que descubrió que los ancianos del consejo de Suna eran una mierda, habían decidido algo así como darle una oportunidad a lo que había surgido entre ellas. Sin nombres, sin etiquetas y sin pensar de momento en algo más allá del tiempo que les quedaba en esa isla. Habían tenido que separar las oficinas pues primero ella estaba con la dibujante algunas veces posando, otras mostrándole algún arma y cuando por fin fue a retomar lo de leer el siguiente libro supo que Temari había terminado la primera fase de su trabajo que era revisar muchos tratados y demás, y ahora pasaba a las reuniones con Tokiwa y Kairi para hacer un acuerdo que les fuera conveniente a las dos aldeas.
Igual tan pronto la jornada terminaba el tiempo era solo para ellas, en la casa que compartían ella le estaba enseñando a la rubia a cocinar mientras esta refunfuñaba la mayor parte del tiempo, a veces salían a dar una vuelta por al aldea tomadas de la mano o simplemente se quedaban sentadas en la sala conversando sobre viejas historias de cada una. Descubriendo con esas charlas que hasta ese momento era casi nulo lo que conocía acerca de Temari y sus hermanos, no lo diría en voz alta, pero podía entender ligeramente que fuera tan cerrada y apática con las personas.
También se reía disimuladamente del hecho que Aneko parecía no rendirse del todo o le preguntaba casi a diario cómo iba con la rubia, a lo que ella solo agrandaba su sonrisa. Frente a Temari no evitaba reírse, la mujer fruncía el ceño ante cualquier mención de la pelirroja a pesar de su aclaración de no estar ni remotamente interesada, jamás había entendido los celos pero de cierta forma se había acostumbrado a esas reacciones, Neji siempre fue posesivo y probablemente por eso encontraba natural dicha actitud. Igual ella mantenía su pensamiento de no darle importancia, no tenía ojos para nadie más y por lo tanto cualquier posible reclamo sería infundado.
~
Tokiwa le recordaba ligeramente a la manera de negociar del Raikage, aunque al menos no intentaba tomar ventaja de forma innecesaria. Pero sí le requería su permanente atención a cualquier nuevo punto del tratado que fuese mencionado, aunque había una gran diferencia a lo que había sido esa vez que estuvo en Kumo lidiando con A y es que el estrés no se acumulaba en su espalda ni estaba rogando internamente por terminar lo antes posible para poder volver a su hogar. O no propiamente, le gustaba que la jornada finalizara y poder irse junto a Tenten a la vivienda que estaban compartiendo, pero curiosamente no extrañaba Suna. De hecho tampoco le hacía falta su propia cama como sucedía en todos los viajes y a pesar que con cada día que pasaba la navidad se acercaba de a pocos y era una fecha que le gustaba pasar con sus hermanos, no tenía mayor prisa.
ESTÁS LEYENDO
Denuedo
FanfictionLa línea entre lo que era correcto e incorrecto se había vuelto difusa, tan solo le importaba lo que sentía sin tener en cuenta lo mucho que se repitiera en su cabeza que eso estaba mal. La historia no es NejiTen, tiene varias escenas con la parej...