Denuedo

Variación

Contó hasta 20 intentando acallar la voz que vociferaba en su cabeza y de paso que esta dejara de girar, no era el mejor momento para recordar la cantidad de alcohol ingerida. Se giró para quedar de medio lado y se sentó, buscando con la mirada su ropa. Se puso la blusa de red y tras comprobar que afortunadamente su panty y pantalón estaban intactos se los puso también, estando de pie recogió las dos prendas que no habían sobrevivido, y se fue a prisa para la habitación a empacar la maleta. El reloj marcaba que apenas pasaban las cuatro de la mañana por lo que solo se quedó en la cama esperando algo más de una hora y tan pronto notó que el sol empezaba a salir abrió la puerta para irse.

Abandonó Suna con las primeras luces, no le importaba que detrás dejaba una gran cantidad de armas al no haber recogido sus pergaminos, pero simplemente no pensaba volver a entrar al dōjō. Durmió poco en el camino de regreso y al entrar a Konoha su cabeza volvió a ocuparse en el que era su mayor problema y el motivo para haber querido huir al menos temporalmente. Entregó el recibido del documento que había ido a llevar a Shizune quien parecía medianamente conforme por verla más tranquila, pero eso era solo una fachada que se desplomó en cuanto cruzó la puerta de su departamento y pensó en Neji, consiguiendo que las lágrimas aparecieran.

La puerta principal sonó y ella solo maldijo en su mente, no quería ver a nadie, ni siquiera si era alguna situación de vida o muerte. Los golpes se volvieron más insistentes y ella quería gritarle a quien sea que estuviera del otro lado que se largara, hubo silencio un momento y el inconfundible clic de una puerta al ser abierta se escuchó, seguido de varios pasos recorriendo el lugar buscando algo.

- Ay Tenten — era Ino, quien se arrodilló en la cama a su lado y empezó a acariciarle el cabello — perdón por no venir antes — ella no contestó, solo hipó y escondió la cara en la almohada

- Hinata nos contó lo que pasó — Sakura entró unos minutos después, dejó algo en la mesa de noche y con la práctica de una médica la incorporó para dejarla sentada, sosteniéndola de modo que no se pudiera volver a acostar como pretendía — es de manzanilla, te ayudará — ella sostuvo la taza que le fue ofrecida y su pulso tembló por lo que las manos de sus amigas la ayudaron para que esta no se cayera — respira profundo, las cosas mejorarán

- ¿Cómo? — su voz era apenas un hilo — lo amo, ¿cómo van a mejorar las cosas si no puedo estar con él?

- Ten... — no había tocado todavía el contenido de la taza pero se la quitaron y ahora Ino se sentó del otro lado, abrazándola entre las dos mujeres mientras ella volvía a romper en llanto — no tenemos la respuesta, pero estaremos para ti

Se sintió como una muñeca, Ino le había preparado la bañera mientras Sakura organizaba el departamento, arrojando a la basura todos los empaques de comida instantánea que estaban dejados por doquier pues era lo único que había comido en la semana que había pasado desde que había regresado de Suna. Se metió al agua, ni siquiera estaba segura desde hace cuánto tiempo no se bañaba pero el contacto con el agua caliente era agradable. Al salir se vistió con su ropa de estar en casa y se sentó en uno de los muebles, recordaba todo lo que había pasado en su sofá y no se sentía capaz de hacerse ahí, ellas cambiaron de lugar, Ino se fue a la cocina a hacer la cena a la vez que la ojijade se sentaba a su lado tras acercar otra silla y empezaba a peinarla con la paciencia de una madre.

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Los días fueron pasando lentamente, gracias a sus amigas ahora salía de vez en cuando a la aldea, al menos a hacer las compras de víveres de su departamento. Ellas no le preguntaban mucho sobre lo ocurrido puntualmente y por su parte era incapaz de repetir las palabras exactas que le habían dicho, solo quedaba claro que había sido muy malo y que Neji al parecer había desaparecido, aunque eso también era un alivio pues no se sentía capaz de verlo sin volver a romperse por completo.