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POV (...)

Hoy tenía el día libre.

Bueno, no era eso exactamente. Solo me libraba de ir a clases.

Karasuma me pidió que supervisara a unos niños en una misión que tenían. Era únicamente una investigación, no había necesidad de enfrentarse a nadie pero si los descubrían podría ser bastante peligroso para ellos solos así que ese era el motivo por el que debía acompañarlos.

Y aunque pareciera una tontería el tener que colarse en un edificio a escuchar conversaciones, preparar rutas de escape y recorrer el lugar completamente para conocerlo bien, nos llevó prácticamente todo el día, pues evitar todas las cámaras y los guardias de seguridad sin ir disfrazados, no es precisamente sencillo.

Regresé a la base para acompañar a los niños e informar a Karasuma de la información que habíamos conseguido. Fui optimista y pensé que mis compañeros de misión se quedarían conmigo a reportar todo, pero los muy crios se fueron corriendo a la salita de asesinos a jugar a la consola.

- Siguen siendo niños pequeños, es suficiente con que hagan su trabajo - los defendió Karasuma al notar mi molestia.

- No les costaba nada quedarse aquí un poco más de tiempo para contar los detalles y sus opiniones - murmuré fastidiada.

- ¿Te quedarás a dormir? Mañana también necesito tu ayuda así que puedes saltarte las clases - cambió de tema revisando por encima mis informes escritos.

- ¿Pensé que ya había acabado con las tareas? - me negué de manera discreta.

- Yuu lleva investigando a un objetivo desde hace un tiempo y me gustaría que Kenichiro y tú vayáis a terminar el trabajo - comenzó -. Se trata de un ex compañero del gobierno que fue despedido por estar involucrado en cosas ilegales y está entrenando a niños secuestrados para que sean asesinos y enfrentarlos contra los del gobierno. Tendréis que eliminar al entrenador y liberar a los niños, limitad el daño hacia los asesinos, no quiero a ninguno muerto, ¿entendiste?

- Suena bastante fácil, terminaremos rápido - hablé confiada.

- Quiero un trabajo impecable, ¿si? - enfatizó entregándome unos planos del edificio -. Kenichiro ya sabe todos los detalles, reúnete con él y elaborad un buen plan.

- Sí... - acepté sin ganas.

Me dirigí a la habitación de Diana donde había una cama extra para mí. Era nuestra antigua habitación pero ya estaba arreglada. Por lo que me dijeron, Diana estuvo obligada a ayudar con la reconstrucción de ésta y los destrozos que provocó en los alrededores, ese fue su "castigo".

Por suerte ahora no se encontraba allí. Estaría jugando a videojuegos con los mas pequeños.

Me tiré sobre la cama y saqué mi móvil para llamar a Karma. El pelirrojo no tardó casi nada en contestar.

- ¿Estabas esperando mi llamada? - pregunté burlona.

- Justo acababa de terminar de hablar con mi padre así que tenía el teléfono en la mano - me explicó indiferente -. ¿Dónde estás? ¿Quieres que vaya a recogerte y volvemos juntos a casa?

- De eso quería hablarte, voy a tener que quedarme aquí esta noche, Karasuma se está aprovechando un poco de mí y me ha mandado otra tarea - comenté -. Pero, ¿estabas hablando con tu padre? Sabes que si vuelven me tienes que avisar con antelación para que me venga a la base, ¿verdad?

- Sí, lo sé, pero todavía no van a venir, sólo me llaman de vez en cuando para saber cómo estoy y demás, lo típico - murmuró evadiendo mi pregunta.

Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora