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POV (...)

Hace poco fue el cumpleaños de Irina.

Todos la habíamos felicitado, pero había una persona en concreto que no lo hizo. Y era de quien más ansiaba la rubia una felicitación o un pequeño detalle.

Nos habíamos dividido en grupos para hacerle una sorpresa, incitando a Karasuma a que le diera un regalo que nosotros mismos prepararíamos.

Yo me encontraba con el grupo de distracción.

Entré junto a Megu a la sala de profesores donde nos encontramos al del gobierno haciendo tareas en su ordenador y a Irina aburrida mientras estaba recostada sobre su mesa.

- Bitch-Sensei, ¿podrías ayudarme con las pronunciaciones en francés? - le pidió mi compañera.

- Ah si, es verdad, tú querías estudiar en el extranjero, ¿no es así? - preguntó incorporándose.

- Bueno, aún no lo he decidido pero me gustaría mejorar - respondió con media sonrisa.

- Está bien, siéntate aquí y...

- Hace buen tiempo fuera, ¿por qué no vamos allí y la ayudas al aire libre? - pregunté a pesar de llevar puesta una chaqueta por el frío que tenía.

Ambas le agarramos una de cada brazo y la escoltamos hacia el patio dejando a Karasuma solo en la sala un poco confudido por lo que acababa de pasar.

Nos quedamos bajo la sombra de unos árboles mientras los demás le pedían varias cosas. Me subí a un árbol y con mi móvil nuevo - el cual robé solamente hace unas horas - avisé a Karma de que ya estaba entretenida, por lo que era el turno de su grupo para venir con el regalo y entregárselo a Karasuma explicándole el plan.

No sabíamos qué iban a traer como regalo, entre la clase reunimos un poco de dinero por lo que solamente podría ser un detalle, aunque con eso la profesora será más que feliz si viene de parte del hombre del gobierno.

En parte me da un poco de pena. Cuando hayamos completado el siguiente paso nos iremos todos de golpe y eso seguramente le fastidie, pero eso también es parte del plan.

Cerré los ojos un momento y antes de que me diera cuenta ya me había quedado dormida. Fue el pelirrojo quien me despertó para ver la reacción de Irina.

Nos dirigimos hacia donde estaban los demás y nos escondimos un poco para que no pudieran vernos, aunque Karasuma ya sabe de nuestra presencia e Irina podrá notarlo en cualquier momento.

Y no me equivocaba, al principio se emocionó y podría haber colado perfectamente. Pero la frialdad de Karasuma ante ella nos acabó delatando.

Oye, al menos lo hemos intentado.

Sin embargo, obtuvimos un resultado mucho peor del que esperábamos.

Irina quiso dejar de fingir ser la profesora de esta clase y centrarse mucho más en su trabajo real. Lo cierto es que todos los asesinos profesionales de aquí hemos comentido una cantidad de intentos de asesinato muy inferior a la de los estudiantes, nos lo estamos tomando con demasiada calma pero, por algún motivo no tengo muchas ganas de completar este trabajo, es raro, nunca me sentí de esta manera ante una misión.

...

Irina no regresó al centro desde entonces.

- Han pasado tres días ya... - murmuró Chiba.

Estábamos a punto de regresar a casa pero nos quedamos un rato más todos en el aula. Me encontraba sentada al lado de Kay mientras miraba cómo jugaba a un juego en su móvil. Diana estaba a su otro lado haciendo lo mismo que yo. Lo cierto es que se le daba tremendamente bien.

Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora