POV (...)
Desde hace un rato he estado sintiendo la presencia de alguien ajeno a la clase, pero no me quedaba claro quién era. Hasta que hubo un momento en que tuve la oportunidad de fijarme. Vi a alguien vestido con una bata blanca. No hay más que decir.
- Feliz cumpleaños - se escuchó con tono sereno -. El tiempo es limitado, deja que te de un maravilloso regalo, la peor muerte de la historia - Yanagisawa salió de entre los arbustos acompañado de una criatura sin identificar dentro de una bolsa más alta que un ser humano.
- Sensei... ¿Tú me recuerdas verdad? - habló la criatura quitándose lentamente la bolsa que lo cubría, su voz se escuchaba distorsionada. Nada bueno iba a salir de esto.
- Deja que os vuelva a presentar - interrumpió el científico -. Él también es uno de tus estudiantes. El joven que le robó a ese pulpo el nombre del Dios de la Muerte - ¿Perdona? ¡Pero si ese chaval estaba más muerto que mis hermanos! -. Y a partir de hoy... Él es el nuevo Koro-Sensei.
Ante nosotros, una enorme criatura con múltiples tentaculos y un aspecto terrorífico se mostró. Su cuerpo era viscoso y su cara no era más que una calavera con algunos músculos faciales que conservaba. Gruñía y suspiraba pero se veía incapaz de formular frases coherentes en su estado actual. Ya sabía que el Dios de la Muerte no era un humano muy vivo desde el principio, pero ahora le han arrebatado cualquier signo de humanidad que le quedara en su cuerpo. Ahora no es más que un ser creado artificialmente salido de un laboratorio.
A juzgar por quién lo ha traído hasta aquí, el nivel de peligro en esta zona es demasiado elevado en estos momentos. Si dejamos que los estudiantes se acerquen podrían sufrir grandes daños, algunos incluso fatales.
- ¡Atrás! - escuché a Diana gritar a la clase -. El enemigo está totalmente fuera de vuestro alcance, ¡ni se os ocurra meteros en medio!
Los alumnos se apartaron un poco de la zona. Diana, Kay y yo nos pusimos al frente creando una especie de línea horizontal que no debería ser atravesada por ningún ser humano ahora mismo.
- Sólo lo he modificado un poco, aunque tiene las mismas características que el pulpo - comentó Yanagisawa -. La única diferencia es que él rogó porque se le pusieran esos tentáculos. Totalmente opuesto al error andante de Itona y a mi hermanastra que están por ahí - dijo con desprecio. - ¿Podéis imaginar el poder que tiene? El hombre que te superaba con los cuchillos ha recibido la bendición de los tentáculos. El resultado es un poder destructivo, inimaginable.
El nuevo Dios de la Muerte dio un gran salto y mientras caía de nuevo al suelo atacó con gran fuerza y rapidez hacia donde nos encontrábamos todos nosotros. Ninguno fue capaz de prever aquel golpe, excepto Koro-Sensei, quien se lanzó sin pensarlo dos veces a protegernos. Todos salimos disparados unos metros hacia arriba y caímos dispersos por el patio. Afortunadamente no hubo heridos entre nosotros. Agh... ¿Cómo se supone que vamos a defendernos contra un bicho así? Es imposible...
- La velocidad inicial de sus tentáculos es de Mach 2, pero su velocidad máxima puede alcanzar hasta Mach 40 - soltó confiado Yanagisawa.
- ¡Duplica su velocidad! - murmuró Kay poniéndose en pie de nuevo.
- Además su fácil y rápida adaptación al mundo supersonico gracias a una visión cinética y su intuición proporcionada por los tentáculos lo hace un objeto bastante útil del que te puedes deshacer en cualquier momento sin problemas - continuó dando detalles de su creación.
Mientras explicaba todo aquello, Koro-Sensei y aquella máquina de matar se encontraban enfrentándose en una intensa batalla a velocidades demasiado rápidas como para ser captadas por un humano normal. El pulpo quien se limitaba a bloquear sus ataques lo estaba pasado bastante mal en esta batalla. En un momento, fue alcanzado por uno de los golpes provocado una brecha enorme en su defensa la cual su enemigo aprovechó enseguida aumentando la velocidad e intensidad de sus ataques dejando a Koro-Sensei prácticamente sin opciones para moverse. A la vez que veíamos el combate de reojo, los tres asesinos íbamos escoltando poco a poco a los alumnos a un lugar un poco más seguro, o al menos, que considerábamos más seguro, pues realmente no había ningún sitio para esconderse o cubrirse con éxito en este campo de batalla.
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Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]
Hayran KurguCon ayuda de su mejor amiga, (...) descubre algo que podría hacerle ganar muchísimo dinero y, sin pensárselo dos veces, toma un vuelo a Japón para encargarse de esa misión tan curiosa. No se trataba de una persona, sino de un ser extraño responsable...