~10~

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POV (...)

Nos tiramos toda la tarde jugando con la nintendo hasta que llegaron los demás. Cuando les escuchamos entrar fuimos a reunirnos con ellos y les recibimos con una sonrisa.

- Veo que ya estás mejor (...) - me dijo Karasuma.

- ¡Como una rosa! - respondí con vigor.

- No te emociones tanto, todavía tienes que descansar para recuperarte del todo - dijo Karma poniendo una mano sobre mi cabeza.

Le miré un poco molesta, no me disgustaba la idea de quedarme con él toda la tarde jugando pero también quiero salir, moverme, respirar aire puro, hacer la compra, hacer amigos nuevos, luego matarlos, robar cosas... Pero con él me da que no voy a poder moverme hasta que me recupere del todo. El pelirrojo rió al ver la cara que puse.

- ¡Puedo recuperarme con rapidez! - me quejé - ¡Ya verás como en menos de una semana estoy matando a gente de nuevo! - Karasuma me miró muy mal - Ehh... Quiero decir... ¡Dando clases de gimnasia a todos! ¡Y ahora serán más duras que antes!

Karasuma suspiró y se fue sin decir nada, al menos no me regañó ni nada parecido por lo que dije.

- Uhm... ¿(...)-san? - dijo una voz femenina a mis espaldas, yo me giré y vi a mi grupo con el que estaba en la excursión, Kanzaki era la que me estaba hablando.

De repente calló y se quedó cabizbaja. Kayano le puso una mano sobre el hombro y ambas se miraron, luego la peliverde me miró con una sonrisa.

- Kanzaki-chan quiere agradecerte lo que has hecho por ella, pero al parecer es demasiado vergonzosa para hacerlo - dijo para molestarla.

- ¿¡Eh!? - exclamó Kanzaki sorprendida - ¡N-No es nada como eso! No lo malinterpretes (...)-san, es sólo que me siento mal porque hayas tenido que pasar por aquello - Kanzaki se arrodilló ante mí, cosa que nos sorprendió a todos -. Siento mucho que hayas tenido que hacer eso por mí y lamento lo que te dije antes de que todo aquello ocurriera, de verdad lo siento mucho.

Kanzaki se veía muy arrepentida pero no era necesario que hiciera todo este numerito, ni siquiera esperaba que me dijera nada y por eso me sorprendió tanto verla arrodillada ante mi pidiendo disculpas, pero mi cara de sorpresa pasó a ser una con una amable sonrisa.

- No tienes por qué sentirte mal o disculparte - respondí tranquila, Kanzaki me miró con los ojos llorosos, ¿cuándo se puso a llorar? - lo hice para protegerte, no me importa lo que me hagan si es para proteger a los míos - le tendí la mano y la ayudé a levantarse -. Y por lo que me dijiste... No te preocupes, ya me he acostumbrado a que me odiéis y me digáis cosas así, después de todo, eso es lo que soy, ¿no?

Los demás nos miraban confusos.

- No... De verdad lamento haber dicho aquello, estaba asustada y no pensaba con claridad, no pienses que iba en serio o... - la interrumpí mientras le cogía de las manos, quedé cabizbaja y seria, ella me miraba.

- No hace falta que te excuses, sólo dijiste la verdad - levanté la cabeza y la miré a los ojos, de nuevo sonriendo un poco -. Alguien como yo, no puede ser una buena persona, es tal y como dijiste, soy un monstruo horrible por todas las cosas malas que he hecho y nada cambiará lo que hice - solté sus manos - pero tampoco pretendo cambiar - dije con voz aguda tratando de imitar a una niña pequeña -. Este es el camino que escogí y nadie me hará cambiar de opinión. Incluso si me odiáis a muerte, este monstruo horrible seguirá protegiéndoos incluso si su vida corre peligro.

- (...)-san... - dijo Kanzaki en voz muy baja, luego se acercó a mí y me abrazó con cuidado para no hacerme daño.

Yo no dije nada, sólo la abracé de vuelta y disfruté. Los demás nos miraban sonrientes.

Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora