Aviso:
Se recomienda discreción al leer este capítulo de la historia, contiene lemmon, BDSM y violencia, si eres sensible o no te gusta, puedes saltar el capítulo ya que es una parte que no avanzará mucho la trama (se hará un resumen en el próximo capítulo para los que no hayan leído esta parte sobre las cosas importantes que avanzarán la trama)También, es la primera vez que escribo esto, aún así me esforcé para hacerlo lo mejor posible (en un futuro puede haber otra escena lemmon pero trataré de mejorar todo), porfaplis, no me juzguen :")
Dicho eso, Maya se despide así que comencemos con esto :D
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POV (...)
Estaba regresando a casa con Kay, el chico decidió acompañarme a casa después de que volvieran a intentar capturarme al ser vista y reportada al departamento de policía. Últimamente fui muy descuidada y me vieron en muchas ocasiones, no me importaba mucho ya que tenía plena confianza en que conseguiría escapar pero en el último caso, no fue así. Si Kay se involucra en esto y colabora conmigo para escapar de las fuerzas especiales él también podría estar involucrado en un crimen y tal vez perdería su trabajo junto a Karasuma y el resto, pero de todas formas, quería asegurarse de que llegaba de una pieza a casa.
Afortunadamente no pasó nada, el del pelo morado consiguió su "misión" de devolverme a casa entera y se marchó enseguida.
Hace unos pocos días Karma me entregó un juego de llaves.
No me parecía una buena idea. Probablemente las perderé en una semana, siempre me pasó eso con las llaves.
Busqué aquel trozo de metal y lo introduje en la cerradura para abrir la puerta.
- Ya he vuelto - dije en voz alta mientras cerraba y dejaba las llaves puestas.
Normalmente Karma suele responderme con un "bienvenida" o "¿dónde demonios estabas?" pero esta vez no obtuve ninguna respuesta cosa que me desconcertó bastante.
- ¿Hola? ¿No hay nadie? - pregunté comenzando a caminar hacia el salón.
Sobre la mesa del salón había una caja grande abierta. Venía a nombre de Karma Akabane y no había nada dentro, supongo que el pelirrojo habrá cogido las cosas que había dentro. No sabía que compraba cosas por Internet.
La casa estaba misteriosamente silenciosa y era un poco inquietante. Aparentemente Karma no estaba en casa pero, ¿a dónde habrá ido? No suele irse sin decirme nada antes.
Decidí ignorar todo esto por un momento e ir a la ducha ya que estaba sudando por el calor que hacía en la calle y también tenía restos de sangre de alguna persona con la que Kay y yo peleamos.
Entré al baño, encendí la luz y cerré la puerta. Comencé a quitarme la ropa y abrí el grifo. Me metí bajo la ducha. El sonido del agua cayendo con fuerza sobre el suelo era lo único que se escuchaba en toda la casa. Esto estaba cogiendo un ambiente un poco siniestro.
Cuando casi terminaba, de repente se fue la luz.
Escuché que la puerta se abría junto a una leve risa aviesa y, segundos después un fuerte ruido provocado por un portazo, probablemente el de la puerta del baño.
Comencé a sospechar de que todo esto era sólo una de las bromas del pelirrojo. Pero he de admitir que me estaba molestando un poco. Salí de la ducha y la luz regresó.
Mi ropa no estaba. Lo único que había era una toalla pequeña para el pelo.
De verdad, éste niño a veces es insoportable. Cogí la toalla y me la puse como pude para taparme un poco, sin embargo apenas lo conseguí por lo que me tapé la parte de abajo con ésta y la de arriba con los brazos.
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Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]
FanfictionCon ayuda de su mejor amiga, (...) descubre algo que podría hacerle ganar muchísimo dinero y, sin pensárselo dos veces, toma un vuelo a Japón para encargarse de esa misión tan curiosa. No se trataba de una persona, sino de un ser extraño responsable...