Una asesina no puede amar a alguien [ Karma Akabane y Tú ]

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POV Karma.

(...) es una chica muy misteriosa, me cae bastante bien y nos llevamos bien pero, en realidad apenas sé algo de ella. Todo lo que Bitch-Sensei me contó me sorprendió bastante, quiero decir, está claro que (...) es una asesina pero, ¿desde los cuatro años? En cierto modo, me asusta un poco estar con ella y trato de disimularlo pero, no parece que me quiera hacer nada, ¿no?

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Íbamos camino de vuelta a casa pero tuvimos que parar en una tienda para comprar algo y poder hacer algo de cenar, mi idea era hacer sushi así que estuve buscando algo de salmón y atún, el resto de ingredientes los tenía en casa. Mientras, (...) estaba en la sección de snacks.

- ¿Puedo ayudarle joven? - me preguntó la dependienta.

- Buscaba salmón y atún - respondí.

- Oh claro, venga conmigo - la dependienta se dirigió hacia el almacén y trajo trozos de esos dos pescados, yo miré a (...).

Estaba tratando de esconderse un paquete pequeño de galletas debajo de la camiseta. Rápidamente me acerqué a ella.

- ¿¡Pero que te crees que haces!? - le susurré alterado, la dependienta me miró.

- ¿No le parecen bien estos trozos joven? - dijo confusa la dependienta, (...) sólo me miraba sonriente.

- Eh... ¡Sí, me los llevo! - respondí e inmediatamente volví a mirar a la pequeña ladrona -. ¡Deja eso donde estaba o págalo! - volví a susurrar.

- ¿Eh~? ¿Por qué...? Si lo robo nos gastamos menos dinero y nos llevamos un paquete de galletas - me susurró burlona.

- (...) deja eso donde estaba ahora mismo - le ordené, la dependienta volvió a hablarme.

- Joven, ya está todo listo, ¿va a pagar ya? - preguntó mientras veía la escena sonriente.

- Oh, sí claro - me acerqué a la caja y pagué el pescado, cogí la bolsa y salí de la tienda.

Aguanté la puerta para dejar que (...) saliera, esta salió, sí, pero corriendo, haciendo que la alarma saltara. No había dejado el paquete de galletas.

La dependienta se dispuso a correr detrás de ella pero yo cerré la puerta en ese momento y esta chocó con ella. Corrí detrás de (...), pues iba con ella y si me quedaba ahí me atraparían a mí y sinceramente no me apetecía involucrarme en eso.

(...) estuvo corriendo hasta la puerta de casa, yo dejé de correr a mitad de camino. Cuando llegué a casa la vi sentada con la espalda pegada a la puerta exhausta, pero con el paquete de galletas en la mano enseñándomelo con una sonrisa burlona. Suspiré, es cierto que de vez en cuando también me meto en líos pero definitivamente ahora teniendo a esta chica a mi lado todos los días hace que todos los días pase algo así. Abrí la puerta, entramos e intentamos hacer la cena juntos mientras comíamos galletas.

- ¿Por qué tengo que ayudarte? - dijo (...) fingiendo estar molesta.

- Algún día tendrás que aprender a cocinar, ¿no crees? - respondí.

- Pero no quiero...

- Entonces me comeré yo todas las galletas - dije cogiendo el paquete.