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Narrador omnisciente:
-Y...en que casa quieres ir?- le preguntó Cedric.

Durante todo el viaje Cedric le había estado hablando de lo maravilloso que es Howgarts y todos sus misterios, al menos los que él conocía.

Este era el segundo año de Cedric, pertenece a la casa Hufflepuff y se notaba que estaba muy orgulloso de ello.

Cora se lo pensó, en el fondo le daba igual la casa en la que perteneciera por que no tenía amigos...se pasaría todo el curso estudiando y leyendo.
-Me da igual.- dijo sería.

A Cedric le daba mucha curiosidad conocerla, no pensaba que era un bicho raro ni mucho menos.

El tren se paró indicando que ya habían llegado a su destino.
-Hemos llegado.- dijo sonriente.- Vamos, los de primer año deben ir con Hagrid.

Cora frunció el ceño, no tenía ni idea de quién era Hagrid, aún así salió y fue donde estaban los demás niños.
-No veremos por ahí no?- dijo Cedric con una sonrisa.

Cora solo asintió, no sabía por qué tenía tanto interés en ella, pero tampoco le importaba, seguro que en unos días se olvidaría de su existencia.

-Los de primer año! Los de primer año!- dijo un gigante...Cora supuso que era Hagrid.

Cora:
Entramos al comedor y todos nos miraban, eran niños más grandes que nosotros sin duda, estaban sentados en mesas largas.

-Muy bien, pasaremos a la selección de las casas.- dijo una profesora con sombrero.- Comenzaremos por...

No preste atención a lo que decía, me quedé admirando la decoración. Tenía todo un toque misterioso, pasé mi mirada por la mesa de los profesores...hasta llegar a la mesa donde se encontraban los niños.

A mirar una mesa me di cuenta de que estaba Cedric, el me miró y me sonrió pero un niño a su lado empezó a mirarme raro.

Después este empezó a decírselo a todos los de su alrededor y ahora todos estaban hablando de mi.
-Callaros.- dijo alguien, pero yo ya no los miraba, sabía que esto pasaría.

-FIANZE, CORA!- dijeron mi nombre, entonces subí y me senté en la silla con la cabeza baja. No quería que me vieran los ojos.

-Fianze, sin duda una gran maga...veo temor en tu interior, intranquilidad...oscuridad.- empezó a hablar el sombrero.- Diría Gryffindor pero no te preocupas por los demás...podría decir Hufflepuff pero no veo ese espíritu en ti...no me dejas muchas opciones...Ravenclaw!

No estaba mal, me gustaba el azul.

Me senté sola, en una esquina y me puse a leer mi libro.
-Cora...Cora...Cora!

-QUE QUIERES!?- le dije y todos se me quedaron mirando, miré a Cedric quien sonreía. Este chico era demasiado raro.

Los demás continuaron haciendo lo que estaban haciendo y yo solo podía maldecir a Cedric por...ser tan molesto.

Cuando acabó la ceremonia, nos dirigimos a la sala común. Al llegar era como un paraíso, todo ordenado, en su sitio y habían unas vistas preciosas, me encantaba.

Llegué a mi habitación, suspiré y entré. En la cama se encontraba una niña, rubia.
-Como te llamas?- me preguntó.

Dejé mi libro encima de lo que ahora sería mi cama y la miré. Ella sonrió.
-Que envidia de ojos.- fruncí el ceño.- Bruke, Elizabeth Bruke, un gusto.

-Cora Fianze.- dije estirándome en la cama.
-No hablas mucho por lo que veo.- dijo mirándome.

-No.- dije apagando la luz y yéndome a dormir.

[...]
Desperté de golpe, la misma pesadilla de siempre, así que me levanté sin hacer ruido y me vestí, necesitaba comer algo.
-Quieres que vayamos juntas?- miré a Elizabeth.
-No.- dije recogiendo mis cosas.- Puedes ir tú.

Ella me miró extrañada y salió, dejándome sola.

Cuando llegué al comedor, no había mucha gente, menos mal. Me senté y empecé a mirar el libro de pociones. No es que se me dieran muy bien, pero no quería sacar mala nota.

-Buenos días.- dijo alguien pasando. No dije nada ni lo miré, sabía que era Cedric.

Al acabar me levanté y me dirigí hacia la clase de pociones. Al entrar ya había gente, así que me senté lo más apartada posible de todos para empezar la clase.
-Hola.- dijo alguien sentándose a mi lado.- Adrián Pucey, sangre pura.

Lo miré de reojo.
-Cora Fianze, sangre pura.- dije en un suspiro, solo se fijaba en el estatus de sangre?

-Muy bien. Abrir el libro por la página diez. Tenéis una hora para preparar la poción. Los ingredientes están en la estantería.- dijo el profesor Snape.- Ahora veremos de lo que sois capaces.

No pensaba explicar nada?

Bufé y me dirigí a la estantería.
-Buenos días Cora.- dijo un gemelo riendo.- Soy George por cierto.
-No no lo eres, eres Fred.- dije cogiendo el ingrediente que faltaba y marchándome.

Narrador omnisciente:
Fred no se lo podía creer, que clase de magia había usado?

Tan mal actor era? Cómo era posible que supiera que era el? A penas habían hablado...
-Y esa cara?- le preguntó su hermano.

-Yo soy Fred...- dijo este a lo que George le miró extrañado.- Como?
-Por qué mamá y papá te pusieron ese nombre idiota.- dijo con obviedad George.

Fred aún no se lo creía. Miró otra vez a la chica que estaba concentrada preparando la poción.

Cora por otro lado, no conseguía preparar la maldita poción. Cómo era posible?
-No la aplastes.- le dijo Adrián.- Córtala, lo dice en el libro.
-Como puede ser que lo hagas tan fácilmente?

Adrian se encogió de hombros y siguió con la poción.

[...]
Al salir de clase, donde afortunadamente todo había salido bien, no había explotado nada, le tocaron el hombro.
-Como has sabido que George es George y que no soy yo?
-Por qué tú eres tú y George es George.-le respondió.

Fred se la quedó mirando, aún no entendía como lo había hecho.

Cora por otro lado empezó a ponerse nerviosa, así que se dio la vuelta y se fue a su sala común, sin embargo Fred la siguió.

Llegó a su sala común.
-Oye! Espera!- le dijo el pelirrojo.

Cora por otro lado no lo miró, se puso frente la puerta para su acertijo.

Dos personas estuvieron jugando ajedrez mágico. De cinco partidas cada una ganó tres. ¿Cómo es posible?

La chica se lo estaba pensando, tenía ideas pero no estaba segura.

Fred la miraba como si de Merlín se tratara.
-Tienes que hacer esto cada vez que quieras entrar?

-Silencio.- le dijo Cora.- La respuesta es fácil. Las dos personas no estaban jugando entre si.- dijo con seguridad.

Y la puerta se abrió. Cora miró a Fred este aún estaba confuso, nunca hubiera imaginado esa respuesta.
-Si, por eso tu no estás en Ravenclaw.- dijo antes de marcharse.

don't leave me (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora