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Cedric:
Lo habia decidido, tenía que convencer a Cora de que soy un buen chico y que no le haré daño...

Faltaban dos días para que se acabara mi sexto curso...tenia que demostrarle que no quería perderla.

Se encontraba leyendo, Merlín, podría mirarla horas leyendo, transmite una tranquilidad...aún así, tenía que ceñirme al plan.

Me acerqué con cuidado y me senté a su lado. Ella no me miró, como siempre, pero yo ya estaba acostumbrado.
-Y que tal tu día?- le pregunté. A lo que ella me miró de reojo.

-Que quieres Cedric? Estoy leyendo...dame el libro.- si, le habia quitado el libro.- No quieres que se vuelva a repetir lo del otro día...o si?

Esta vez me levanté y le di una escoba.
-Haremos una carrera, si ganas te lo devuelvo, si pierdes, tendrás que convencerme de que te lo devuelva.- dije con una sonrisa.

Ella rodó los ojos pero acabó aceptando el reto.
-Eres muy pesado sabías?- dijo subiendo a su escoba.- Por que lo haces?

Iba a responderle a su pregunta...enserio que lo iba a hacer pero algo me detuvo. Salí volando.
-Oye eso es trampa! Ni siquiera se donde vamos!- dijo ella detrás mío.

-Vamos al lado del lago negro!- dije.
-Al lago negro? Donde está eso?- frené un poco, no sabía donde estaba?- No me alcanzarás Diggory!

-Seras tramposa!- dije al ver que me la habia jugado. Si ella jugaba sucio yo también.

Me acerqué a ella y con mi mano libre le cogí la escoba.
-Eso es falta Cedric.- dijo riendo.

Me encantaba su sonrisa, desde luego he estado muy ciego para no darme cuenta de que siempre me había gustado mi mejor amiga.

Acerqué su escoba con la mía y ella me miró. Un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo, y como no, me puse nervioso.
-Que intentas hacer?- dijo ella con una sonrisa.
-Yo...- empecé a decir pero Cora salió volando a máxima velocidad dejándome atrás con una cara de estúpido.

Llegué y ella ya estaba de brazos cruzados mirándome con una ceja levantada.
-Mi libro.- dijo extendiendo su mano.

Hice como si se lo iba a dar pero subí el brazo, y como ella es más bajita que yo, era imposible que lo consiguiera...a menos que...
-Cedric, no seas mal perdedor y dámelo.- dijo intentándolo coger ella misma saltando.

Estaba muy cerca mío, y me encantaba. Era como si la necesitara todo el tiempo.
-Me parece que el libro va a ser mío...- dije pero entonces ella paró de intentarlo y bufó.

-Es inútil.- dijo sentándose en el suelo.- Se supone que hoy solo iba a ser un día tranquilo para leer.

Me senté al lado de ella.
-Que bonito está el lago hoy...- dije pero cuando la miré ella tenía una sonrisa en la cara. Se abalanzó contra mí cogiendo el dichoso libro y quedándose en la misma posición que el otro día.- Haces trampa lo sabías?- dije riéndome.

-Oh, claro, como tu con la escoba. No es muy deportivo por tu parte.- dijo quitándose.- Ahora debo volver, he quedado con Adrián para devolvérselo...

-Espera, ese es su libro?- ella asintió.- Por qué no me lo has dicho antes?- dije con una cara de asco a lo que ella se río.- Pero por qué no quieres quedarte conmigo?

-No es que no quiera, es que las cosas están demasiado tensas entre nosotros ahora mismo.- dijo abrazando su libro.
-Hagamos que no sean tensas entonces, dime que te molesta o te preocupa.- dije cruzandome de brazos.

-Es esto...has visto a Cho por los pasillos? Parece Myrtle la llorona...en cambio tu, estás aquí, conmigo. Que me dice que no harás lo mismo?
-Espera, espera...estas suponiendo que yo quiero algo contigo?- dije con una sonrisa imposible de ocultar.

-QUE!? Por qué dices eso...yo no. Digo que tu....- empezó a decir palabras sin sentido, estaba roja y eso la hacía ver más adorable.- La cuestión es que...- la interrumpí.

-La cuestión es que yo te gusto.- dije a lo que ella levantó las cejas.
-Disculpa? Quién te ha dicho que me gustes? Por qué supones eso?- dijo acercándose de manera amenazadora, pero yo aún la veía más tierna.- Me estás escuchando!?

Yo solo sonreía, solo faltaba dar una paso para que nos besáramos, ella seguía hablando de todas las razones por las que yo no le gustaba pero a la misma manera estaba más roja que un tomate.

Lo único que quería hacer en ese momento ya lo intenté y no salió bien...aunque...
-Esto es increíble, encima te crees que puedes venir de la nada y robarme mi libro, además de hacer trampas en la carrera que por cierto he ganado y vas y dices que quieres hablar? Ahora que? Me dices que a mí me gustas? Y que esperas que haga? Que diga que si, ahora bésame!...- había escuchado bien?

-Quieres que te bese?- pregunte sin más. Ella me miró y me pegó con el libro.
-De todo lo que te estoy diciendo, solo te fijas en eso!? A lo mejor eres tú el que está enamorado de mí.

-Crees que no? Por qué lo he dejado bastante claro...Cora, me gustas mucho y ahora mismo me estoy aguantando las ganas de besarte. Quieres que lo diga más alto?- pregunte con una sonrisa al ver que se ponía más nerviosa y habia dejado caer su libro al suelo.

-No digas bobadas.- empezó a decir ella, y me cansé, acorte el único espacio libre entre nosotros y la besé, con la diferencia de que esta vez ella me estaba correspondiendo...era un sueño.

Como me gustaría hacer eso cada día...y entonces cuando nos faltó el aire ella miró el suelo.
-Te he dejado sin palabras por lo que veo.- dije mirándola.

-Es real, lo que acabas de decir y hacer?- preguntó finalmente.
-Cuantas veces te lo tendré que decir, me gustas, enserio, no te estaría mintiendo. No sería capaz de jugar con tus sentimientos.

Ella sonrió, lo que significaba que no se había enfadado.
-Esta bien, te creo, pero ahora debo irme...aún así, nos vemos en la cena.- dijo dándome un beso en la mejilla.

Se subió a su escoba y me dejó con la mayor sensación del mundo. Sin duda Cora sabía como volverme loco.

don't leave me (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora