don't leave me (Cedric Diggory)

19

Cora:
Después de terminar de limpiar el patio trasero, me dirigí a la cocina.

Mamá estaba enferma desde hacía una semana y no podía ni levantarse de la cama, por lo que me tocaba a mi hacer todo lo que Damián pedía.

Nunca había preparado algo antes...y aprender a cocinar había sido todo un reto, con bofetadas por que no estaba lo suficientemente bueno, o tirones de pelo por qué le faltaba sal.

Al final, le he pillado el truco.

Subí con la sopa en las manos hacia la habitación donde se encontraba mi madre.
-Aquí está la cena.- dije con una sonrisa como podía.

-Cora...no tenías por qué.- dijo con lágrimas en los ojos.- No se que he podido hacer para merecerte...- dijo acariciándome la mejilla.
-No te preocupes por mi, ya lo tengo todo controlado.- le dije.- Voy a servirle la cena...volveré en breve.- dije saliendo de la habitación.

Una vez tenía la comida preparada me dirigí hacia el comedor donde se encontraba bebiendo.
-La cena esta lista.- dije mirándolo seriamente.

Me acerqué y dejé el plato, solo esperaba que esta vez funcionara.

Si, había intentado envenenarlo muchas veces pero soy pésima en pociones.
-Espera.- dijo examinando la sopa.- Pruébala antes.

Paré en seco. Estaba muerta, literalmente.
-Ya he comido, además me da asco.- dije lo más natural posible.

-He dicho que la pruebes.- dijo mirándome.

Me acerqué a la mesa y cogí la cuchara, mis manos temblaban. Por una vez desearía que esta no hubiera salido bien...aunque por si acaso...

Cogí una pequeña cucharada y llevé la cuchara a mi boca. Esperando que no se diera cuenta retuve la sopa en la entrada de la boca.

Fue cuando empecé a sentir un ardor en la lengua.

Damián seguía mirándome fijamente, y sin poder aguantar más, escupí lo que tenía en la boca. Esta, empezó a desintegrarse, se estaba quemando.

Por una parte estaba contenta, me había salido con éxito la poción, pero por otra...
-Así que querías envenenarme?- dijo, estaba rojo de ira.- Niña tonta...- cogió el plato y me lo lanzó.

Pude esquivar lo que era la cerámica, sin embargo no podía decir lo mismo de la sopa.

Me salpicó en toda la cara, que empezó a arder en poco tiempo.
-MIERDA!- dije yendo al lavabo.

Me miré y tenía una quemadura, en la parte derecha de la cara. Cerré los ojos para no llorar, dolía mucho.

[...]
Cedric:
-Cedric! Baja, tenemos visita!- bajé las escaleras y me sorprendí mucho.

-Oh...hola.- dije con una sonrisa.
-Hola Cedric.- dijo Cho saludándome con dos besos.

-La familia Chang pasará el día con nosotros, tenemos temas pendientes de los que hablar pero vosotros podéis ir a jugar al patio.- asentí y guíe a Cho fuera de casa.

-Que tal has estado?- le pregunté mirando a otra parte.
-Déjame ver...no esperabas que viniera no?- dijo sentándose a lo que yo la seguí.- Quién?

Fruncí el ceño.
-No...como lo?
-Apostaría por Cora.- me dijo mirándome.- Esperabas que viniera?- asentí.

-No ha contestado ninguna de las cartas que le he enviado, y me preocupa.- Cho me seguía mirando lo que me empezó a incomodar...

-Te gusta?
-Por qué todo el mundo dice eso!? Es que acaso no puedo tener amigas?...perdón.- dije al darme cuenta de que había alzado la voz.- No, no me gusta. Por qué lo preguntas?

-Por qué sería la chica más afortunada de todo Hogwarts.- me sonroje bastante al escucharlo, y ahora que me fijaba en ella, estaba más bonita.
-Gracias supongo.- dije riendo.- Seguro que el chico que te guste también es muy afortunado.

Ella río.
-Entonces eres el chico más afortunado.- fruncí el ceño, estaba sorprendido por lo directa que había sido.
-Yo te gusto?- ella asintió.- Vaya...no se que decir.

-No hace falta que digas nada.- dijo levantándose.- Al menos ya lo sabes.- dijo con una sonrisa.

Le gustaba a Cho Chang...ella me lo había dicho, y había sentido un cosquilleo, mis mejilla estaban rojas, lo sabía ya que sentía el calor en ellas.

Puede que me guste Cho?

[...]
Cora:
-Hija...- dijo abrazándome.- No te preocupes por mi ahora, debes irte de aquí.
-Qué? Madre, no pienso dejarte, y si me tengo que quedar aquí y no ir a Hogwarts...entonces no voy.- dije cogiéndole la mano.

-No puedes hacer eso cielo...- dijo sonriéndome.- Además...- unos golpes se escucharon en la puerta.- Que es eso?

-CORA! HE VENIDO A BUSCARTE!
-HEMOS VENIDO!- reconocería esas voces desde kilómetros.

Fue cuando Damián entró de golpe a la habitación.
-Tú! Que has hecho!?- dijo cogiéndome del cuello.

-No! Por favor! No le hagas nada...- dijo mi madre intentando levantarse.

Damián por otra parte me soltó y ahora tenía a mi madre entre sus asquerosos brazos.
-Ahora, irás a bajo, y les dirás a quien sea que se vayan. O sino...- dijo señalando a mamá.

-Está bien!- dije no pudiendo contener las lágrimas.

Bajé las escaleras y abrí la puerta pero no del todo.
-Cora! No has respondido ninguna de nuestras cartas.- dijo George.
-Así que hemos convencido a nuestro padre de que nos traiga a búscate!- dijo Fred.- Hasta ha venido Ron.- dijo señalándolo.

-Estás bien querida?- me preguntó el señor Weasley.

-S-si....no se preocupe.- dije intentando parecer lo más calmada posible.

Fred y George se miraron entre sí.
-Sapo azul?- dijeron a la vez a lo que yo asentí.

Sapo azul era nuestro código secreto si algo iba mal.
-Podrías dejarnos al menos pasar? Tengo que ir al servicio.- dijo Fred mirándome.

-Eh...- miré dentro y vi a Damián apuntando con su varita a mi madre.- Esto yo...

Que debía decir?