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Cora:
Estaba ansiosa por volver a casa.

Como ya me he graduado, tendré que buscar trabajo en algún lugar...tendré que pensar en mi futuro.

Así que venderé la casa de mi infancia y compraré...no se, un apartamento más pequeño.

Al salir del tren, me despedí de Ginny.

Quería ir primero a ordenar todo...desde que pasó lo de Damián...no había ido a ver cómo se encontraba la mansión.

Entré y estaba igual que la habíamos dejado. Todo estaba en su sitio, pero lleno de polvo...

Botellas de alcohol vacías...cuadros de la familia...vaya. Estaba todo.

Fui a mi antiguo cuarto, estaba impecable...

Sonreí al ver los recuerdos...los peluches, los libros...mi antigua ropa...

Sin duda guardaría todos los recuerdos más importantes que tuve...

Al salir de mi cuarto me cogieron del cuello aprestándomelo, estrangulándome.
-Te habías olvidado de mi? Por que yo no.- dijo Damián con una sonrisa.

Cogí mi varita que llevaba encima pero el fue más rápido y me la quitó.

-Estaba esperando tu llegada...al fin eres mayor de edad, lo que significa que no tienes protección...lo que quiere decir que puedo hacerte tanto daño como yo quiera.

-Al-aléjate de mi.- le dije cómo pude. Pero él me llevó escaleras abajo donde se encontraban otros hombres vestidos de negro.

Me empujaron fuera de mi casa, al jardín donde solía jugar a la pelota con él y Erik cuando éramos pequeños.

-Había pensado...cuantas formas hay de torturate? Matándote...era la principal.- dijo a lo que los otros rieron.- Después de estar pensándolo...lo mejor es que sufras de verdad.

-P-por que me haces esto!? No te he hecho nada!- le dije con lágrimas en los ojos.

-No se si te acordarás...cuando eras una inocente niñita que no sabía dónde meter sus narices...ese día.- dijo mirándome.- El día que me pillaste engañando a tu madre con aquella mujer...te acuerdas?

-Si, fui inmediatamente a decírselo a mamá.- dije con odio.
-Exacto. Arruinaste mi vida. Lo perdí todo en ese momento.

-Pero eso no fue mi culpa, sino tuya.- dije.- No puedes culparme por tus inmadureces.

-En realidad...si que puedo.- dijo riendo.- Y ahora, solo disfruta del espectáculo...

-Qué?- dije pero en ese momento, empezaron a quemar la casa.- No, por favor, NO LO HAGAS! NO!- decía pero seguía atada de manos.

No podía y y correr a salvar todos los recuerdos que quedaban de mamá y Erik...mi recuerdos, mi infancia...todo estaba quemándose.

-Para por favor...te lo ruego.- dije cayendo al suelo.- No...para...- la voz no salía.

Mi casa, ahora estaba completamente quemada. No quedaba más que escombros...
-Tenemos que irnos, ya han avisado del incidente.- dijo uno avisándole.

Me levantaron a la fuerza a lo que intenté soltarme pero me agarraron más fuerte.
-Aún no, pequeña, tenemos muchas citas pendientes...- dijo riendo.

No dije nada. No tenía palabras para el terror que sentía en ese momento, ese miedo...de no poder hacer nada.

[...]
Narrador omnisciente:

DESGRACIA EN LA MANSIÓN FIANZE

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DESGRACIA EN LA MANSIÓN FIANZE.

Pie de foto: La mansión Fianze quemándose por completo.

La mansión Fianze ha sido quemada completamente por razones que nadie sabe. Han intentado contactar con Cora Fianze, la actual dueña de la casa pero no ha habido respuesta.
Están haciendo todo lo posible para encontrarla ya que no se sabe su paradero.
Podrá estar desaparecida?
Habrán más desgracias para este apellido? Lo sabrán en cuanto tengamos nuevas noticias de lo sucedido.

Escrito por: Rita Skeeter.

Cuando Cedric leyó el periódico no dudó en ir a la madriguera a toda prisa.

El corazón le iba a mil, lo sentía en su garganta como si fuera a salir en algún momento. Necesitaba asegurarse de que Cora estaba bien.

Cora debía estar ahí, eso se repetía una y otra vez mientras caminaba a paso ligero.

Una vez allí tocó la puerta.
-Cedric...- dijo Molly con lágrimas en los ojos.- Lo siento...
-Nadie la ha visto?- preguntó con más ganas de llorar.

-La última vez que la vi, estábamos en el tren...- empezó Ginny.- Me dijo que quería empezar de nuevo...vender su casa y empezar de cero...- dijo entrecortada.- No la hubiera dejado ir si hubiera salido...lo siento.- bajo la cabeza, se sentía culpable de lo sucedido.

-Cedric...no hay que alarmarse...- empezó Remus.

Cedric se había unido a la Orden en cuanto se lo pidieron. No dudó en aceptar.
-No puede estar desaparecida...- empezó el chico.

-La noticia es de hoy...debemos ir a buscarla lo antes posible.- dijo Tonks levantándose.
-Estoy de acuerdo contigo.- la apoyo Cedric.

-Al único que conozco y puedo sospechar...es Damián.- dijo Arthur.
-Damián Fianze?- preguntó Tonks.- Su padre...

Cedric estaba de los nervios, solo esperaba que no le estuvieran haciendo daño. No podía pensar en el dolor que estaría sufriendo en este momento.

Cora no se merecía nada de lo que le había pasado, sin embargo la vida es cruel para muchos y los que menos se lo merecen.

-Debemos avisar a Fred y a George...- empezó Molly pero en ese instante los nombrados aparecieron con el periódico en mano con cara de preocupación.

-Debemos buscarla.- dijo George.
-Debemos hacer algo antes de que pase algo horrible.- siguió Fred.

-Por donde empezamos?- dijo Remus estando de acuerdo con todos.

-Donde actualmente está viviendo Damián...tiene sentido no?- dijo de repente Ron.
-Ron...es la cosa más inteligente que has dicho desde hace mucho!- dijo George yendo a su antigua habitación a buscar algo.

-Gracias...supongo que estar con Hermione...se te pegan las cosas.- dijo.

-Hablarás de Hermione luego. Ahora, Ginny y mamá os quedaréis aquí por si vuelve.- dijo Fred.

-Los gemelos, iréis a mirar por el callejón junto con Cedric mientras nosotros notificamos todo esto...- dijo Remus.- Se me ocurre un sitio donde podría estar...

-A que estamos esperando? Vamos!- dijo Cedric saliendo.

Cora:
Me encontraba en una especie de habitación. No tenía salida más que una puerta que estaba vigilada por un hombre lobo.

Empecé a inspeccionar la habitación...las paredes tenían grietas.

Me senté en la cama que había. Y me fijé en la ventana con rejas que había. La única que permitía a la luz entrar.

Supe que ya habían tenido a alguien aquí...estaba lleno de arañazos y marcas...

Entonces saqué la navaja que llevaba en la bota. Que casualidad verdad?

Desde que pasó lo de Damián con mi madre me aconsejó ir armada...supongo que sirvió de algo.

Empecé a seguir las grietas con los ojos y me di cuenta de que la pared se estaba rompiendo por la humedad...

Tenía una escapatoria. Tenía una oportunidad de salir con vida...de volver a casa.

don't leave me (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora