Historias paralelas

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Adrien

Por un corto tiempo logré olvidarme de ella. No estaba orgulloso, más bien me sentía sucio. Me sentía como si la hubiese traicionado y aún no entendía bien porqué.

Ese sentimiento de culpa se apoderó de mi. Mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba mientras me maldecía internamente por lo que acababa de hacer.

Haber ido tras Lila había sido lo peor que pude haber hecho en este momento. Tenerla desnuda nuevamente me hizo darme cuenta de que no deseaba estar con nadie más.

— Te lo he dicho, este es el verdadero Adrien— se apegó a mi pecho mientras recobraba el aliento. Yo no podía moverme ni mirarla. Estaba decepcionado de mi mismo.

— Esto nunca volverá a pasar— le advertí incorporándome para vestirme. Nadie debía enterarse lo que había pasado aquí hoy.

—¿De qué hablas? Claro que volverá a pasar— sonaba relajada y parecía que no me creía. Esta vez hablaba en serio.

— Te lo estoy diciendo en serio. Esta será la última vez así que no insistas— tomé mis últimos objetos y estaba listo para marcharme.

— Ya lo veremos Adrien— siguió recostada en la cama. Yo cerré la puerta de su habitación y baje silenciosamente para que nadie me viera. Por suerte su madre estaba ocupada en su trabajo y no me noto.

Salí y respiré aire fresco, aunque no se sentía así. Nunca había tenido esta sensación y era horrible. Me sentía deprimido y por primera vez en mi vida el sexo no había solucionado nada y lo había empeorado.

Kim me había escrito y me había dicho que ya se había encargado del plan. En tres semanas Félix estaría esperando a Marinette. No me importaba para nada.

Ya ni siquiera me importaba Marinette pero al mismo tiempo era la única en quien podía pensar. Odiaba sentirme así. Hubiese sido mejor nunca darme cuenta de que me había enamorado.

Marinette

Sentía que no podía respirar. Estaba a un segundo de caer el piso y llorar. No me importaría siquiera que las personas pudieran verme.

Esas palabras me habían destruido. ¿Cómo podía ser tan cruel? Sabía que lo había herido pero esta vez había pasado todo límite.

Luka me siguió hasta la calle donde me encontró sin moverme. Veía al frente pero en realidad pasaba por mi mente esa mirada tan cruel y vil de Adrien junto con esas palabras.

— ¿Estás bien? ¿Que te ha dicho?— con su mirada buscaba a Adrien. Yo aún no reaccionaba.

Era tan humillante lo que me había dicho que ni siquiera quería decirle a Luka. Lo mejor era fingir que todo estaba bien y divertirme con Luka.

— Nada, solo dijo que me había olvidado algo en su casa y que pasara a recogerlo. — le sonreí ocultando todo lo que sentía. Si me permitía sentir algo más en ese mismo momento rompería en llanto.

—Vale, ¿quieres ir a ver esa película?— el tono de sus palabras era dulce y amable. Era tan diferente a Adrien y era perfecto. Sin embargo yo no cambiaría de pensar.

— Si— pase mi brazo por el suyo y pegue mi cabeza contra su hombro. No quería estar sola y lo mejor era pasarme la noche con Luka. Mi madre dejaría que se quedara, tendría que convencer a mi padre un poco.

Entramos en la pastelería y le dije a mi madre que iríamos a mi habitación a ver una película. Ella nos lo permitió porque confiaba en mi y en Luka. Mi padre no sonaba tan convencido pero Luka era persuasivo.

A escondidas (lemon miraculous)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora