A escondidas (lemon miraculous)

~Luka o Adrien~

Marinette

A pesar de que pensaba en Adrien en ese momento intenté sacarlo de mi cabeza y concentrarme en Luka.
Si quería dejar de ser esa pequeña niña inocente este era el primer paso.

Seguí a Luka hasta su habitación y me concentré en lo que quería que pasara esa noche. Había esperado casi un año para que Félix me tocara y eso nunca pasó y quizás nunca pasaría de todas maneras.

Entonces que mejor manera de celebrar mi ruptura que con Luka. Perdería mi virginidad con Luka esa noche, ya lo había pensado. Quizás toda esa confusión por Adrien desaparecería por completo al estar con Luka

Al llegar se sentó en la cama y me pidió que también lo hiciera. Yo lo seguí y me apegué a él.

— Vale, soy todo oídos — inquirió para que yo comenzara.

— Bien. No sé por dónde empezar— titubee por un segundo. Ni siquiera sabía exactamente por qué estaba molesta o triste.

— creo que después de lo qué pasó con Félix me sentía mucho mejor, libre y sin compromisos, pero debo admitir que tu confesión me ha dejado sin palabras. — comente con timidez. — no me lo estaba esperando para nada.

— Lo siento si te incomode con mi confesión, pero era algo que debía decirte— tomó mi mano con fuerza. —tú sabes que me gusta ser sincero contigo y todo lo que te dije es cierto.

—¿Te has sentido así durante mucho tiempo? ¿Por qué no me lo has dicho antes? — suspire.

— Desde que nos separamos supe que cometí un error, pero me di cuenta muy tarde porque comenzaste a estar con Félix, y nunca quise arruinar vuestra relación.

— Pues la verdad es que mi relación estaba jodida desde hace mucho tiempo— sentí como si pudiera hablar con Luka tranquilamente y sinceramente. Con él podía ser yo misma y nada debía cambiar.

— ¿Por que lo dices? Parecíais estar bien todo este tiempo.— cuestionó mirando con entendimiento a mis ojos.

— ¿Alguna vez te molesto que en nuestra relación nunca hubo sexo?— pregunté y Luka pareció estar confundido o asustado. Y tenía toda la razón de estar preguntándose por qué demonios preguntaba eso.

— Yo ya no era virgen cuando empezamos a salir tú lo sabes, pero nunca sentí esa necesidad porque tu eras todo lo que quería y no necesitaba sexo para comprobarlo. ¿Por que preguntas?

— Pues no lo sé, quizás Félix sintió eso, pero yo estaba harta de eso. Quería tener mi primera vez con alguien a quien amé, pero quizás Félix nunca me amo de verdad.

— Si no lo hizo es un idiota, pero créeme que yo no soy así, yo en verdad te amo Marinette.

Me había quedado sin palabras. ¿Me había dicho que me amaba? Mierda. ¿Y ahora? No quería decirle mentiras pero quizás era hora de ser como Adrien y no importarme sus sentimientos.

Lo tomé de su camisa y lo acerqué a mis labios para besarlo con fuerza y frenesí. Él inmediatamente reaccionó y me beso de vuelta. Había olvidado como besaba, y me atrevía a decir que había mejorado... y mucho. Comence a temblar por los nervios; me comenzaba a arrepentir de haberlo besado, pero ya lo había comenzado y ahora debía terminarlo.

Continuamos con el beso, pero esta vez me atreví a pasar mi pierna por su muslo para tomar impulso y colocarme justo encima de él para sentarme a horcajadas. Aunque note como él se sorprendió e hizo el intento de despegarse de mí, no lo dejé y logré seguir besándolo con más rudeza que antes. No necesitaba que me diera un sermon de como nos estábamos precipitando.