Italia

5.1K 308 283
                                    

Marinette

Finalmente el viaje que tanto planeamos con Alya llegó. Lo habíamos pospuesto durante mucho tiempo pero al fin armamos nuestras maletas y nos fuimos. El viaje en tren fue un poco largo y llegamos de noche.

Este era nuestro primer día, y nos quedaríamos una semana así que debíamos aprovechar. Primero fuimos al hotel a registrarnos.

—Hola, mi nombre es Alya Cessaire, tenemos una reservación a ese mismo nombre.— dijo ella en inglés porque ninguna de las dos hablaba italiano.

—Es la habitación doscientos tres. El botones se encargará de llevar su equipaje a su habitación. Aquí tiene. Que tenga una buena tarde.— la señorita de la recepción respondió y nos dio dos tarjetas de acceso.

—Haremos una parada rápida en la habitación y saldremos a conocer la ciudad.— ambas seguimos al botones y este nos llevo a nuestra habitación.

—¿Podemos descansar al menos un poco? Mis pies duelen y ese viaje de casi doce horas me esta matando.— cuando entramos, Alya corrió a acostarse en una cama. No tenía para nada buena resistencia.

—Nada de descansar. Aún tenemos unas horas antes de que anochezca por completo. Levántate.— la arrastre hasta que finalmente se levanto.

Nos pusimos algo más de ropa cómoda y salimos a conocer la ciudad. Los paisajes eran hermosos, la gente se vestía muy elegante y los edificios eran gigantes. Era casi el anochecer así que la ciudad se veía mucho más hermosa.

—Vamos, tomemos algo allí.—Alya me señaló un pequeño café que había en una esquina. Me tomo del brazo y me llevo. Ambas pedimos un latte y después nos sentamos en unas meses del exterior para bebérnoslo.

—Me gustaría vivir aquí. Todo parece tan tranquilo y sin problemas.— comente admirando todo. A pesar del ruido me sentía en calma allí.

—Solo lo dices porque aquí no hay un chico de ojos verdes que te rompió el corazón.

—¡Eso es mentira! En realidad me gusta esta ciudad. Y tienen algunos institutos de moda muy buenos. Sería un progreso si estudio aquí.

—¡¿No me digas que en serio estás considerando estudiar aquí?!— ella acercó su silla a la mía y se puso seria. —Paris es la capital de la moda, y dijiste que no me dejarías por nada del mundo.

—No lo estoy considerando. Solo digo qué tal vez sería bueno. He vivido toda mi vida en Paris, sería bueno conocer otras ciudades.

Ella iba a decir algo pero unos chicos se nos acercaron detrás nuestro y luego se sentaron en nuestra misma mesa. Hablaban en francés así que asumí que también eran franceses. Se presentaron y luego nos pidieron nuestros nombres.

Parecían buenos chicos. Y no me vendría mal hacer nuevos amigos.

—¿Así que también sois de Paris? Que coincidencia.— dijo Alya de mal humor. Ella tenía novio y uno de los chicos claramente estaba coqueteando con ella.

—¿Y qué os trae por aquí?— preguntó uno de los chicos. Yo le di un pequeño golpe por debajo de la mesa a Alya para que se comportara.

—Sólo vinimos de vacaciones para relajarnos. Ya mismo nos graduamos y queríamos hacer algo las dos juntas antes de eso— conteste con un tono amable.

—¿Aún estáis en el instituto?— uno de esos chicos se alarmó un poco. Ellos no parecían ser tan mayores a nosotras.

—Sí, ¿hay algún problema con eso?— intervino esta vez Alya. Ella no parecía confiar mucho en estos chicos. Yo tampoco confiaba tanto pero por lo menos quería ser amable.

A escondidas (lemon miraculous)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora