Adrien
Tomé la iniciativa y decidí poner mi rostro encima de la de ella para mirarla a los ojos. Ella me miró con ternura y me beso una vez más. Después de vernos por un momento ella comenzó a reír suavemente pero me sorprendí al verla. ¿Por qué se reía en un momento como ese?
— ¿de que te ríes preciosa?— cuestione inmóvil. Aún no me atrevía a despegarme de ella, no quería hacerlo.
— No es nada— oculto una sonrisa.— Es solo que... intenté convencerme que no necesitaba esto, pero ahora me doy cuenta de que si quería hacerlo, solo debía caminar unas cuadras hasta llegar a tu puerta y pedirte que me follaras. Y tú lo harías, justo como acabas de hacerlo.— mencionó abrazándose a mi cuello. Enseguida se me estremeció el corazón al escuchar esas palabras.
— ¿Eso quiere decir que te ha gustado?— comente con picardía saliendo de ella finalmente sosteniendo el condon de la base para que no ocurriese un accidente.
— Absolutamente— exclamó emocionada mientras miraba hacia arriba y se recostaba recta mirando hacia el cielo. — Eso ha sido...mucho mejor a todo lo que imagine.
Tome el condon, le hice un pequeño nudo y lo tiré en un cesto de basura. Regrese y me recosté a lado de Marinette para verla con su mirada alegre e ilusionada.
— Supongo que todo es gracias a ti— giro y se apoyó en mi pecho. — Gracias por hacerlo especial.
— No ha sido nada— tome la sabana que estaba el pie de mi cama y nos cubrí a los dos. — Creo que debería yo agradecerte a ti...— comente besando su cabeza.
— ¿Agradecerme? ¿Por qué?— preguntó inocentemente.
— Por dejarme follar ese coño tan estrecho que tienes— comente seductoramente atrapando sus labios con los míos.
— ¡Adrien!, eres un pervertido— río pegando mi pecho con su puño.— pero me encanta que seas así— se apego a mi pecho y se recostó en él.
— Intenta descansar. Te despertaré más tarde para dejarte en tu casa.
— Gracias— dijo en medio de un bostezo. Comenzó a cerrar sus ojos mientas yo la veía como empezaba a quedarse dormida.
Intenté resistir, pero estaba tan cansado que los ojos se cerraron inconscientemente. Por suerte Marinette después de lo que creía eran unas horas se despertó y me levanto para llevarla a su casa.
— ¿Que hora es?— cuestionó levantándose rápidamente para levantar toda su ropa. — No tengo batería, ¡genial!
— Es casi media noche— respondí incorporándome igual que ella para ponerme algo de ropa. Pero antes vi como Marinette buscaba en su bolso un cargador para revivir su móvil.
— Debía llamar a mis padres, de seguro están preocupados— sus facciones parecían concertadas, pero sabía que todo saldría bien.
— Estarás bien, no es tan tarde. Te llevaré a casa como Chat Noir y nadie se dará cuenta.
Marinette
Termine de vestirme y mi móvil había revivido. Alya me había llamado un millón de veces y mi madre por suerte me había escrito para decirme que llegarían más tarde de lo planeado.
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A escondidas (lemon miraculous)
RomanceMarinette, una chica tierna, dulce y gentil. Es su naturaleza ser alguien correcta y fiel a su novio Félix ¿Pero que pasaría si en su camino se cruza Adrien, el primo molesto de su futuro ex novio? La naturaleza de Adrien a diferencia de Marinette...