Peligrosamente cerca

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Advertencia: La práctica que se muestra en este capítulo puede llegar a ser peligrosa si no se hace adecuadamente. Si lo vais a intentar aseguraos de tener cuidado ‼️‼️

Adrien

Sabía que se vendría algo que no sería de mi agrado. ¿Qué demonios me haría ahora? La miré, pero no podía ver por completo su rostro porque la cámara la tapaba. ¿Qué expresión tendría ahora?

—Te quitaré todo ¿si?— me quito los zapatos y mi pantalón y los arrojó al piso. Me sentía expuesto y más porque tenía mis manos atadas. Ya me empezaba a doler.

—¿Y ahora qué harás?—pregunté muriendo de curiosidad. Aunque tenía miedo de que haría algo raro. La conocía mucho y siempre era todo una sorpresa.

—Hay algo que Alya me enseñó y nunca lo probé contigo.— ella parecía buscar algo en la habitación. Sabía que Alya podía ser un poco salvaje así que tenía miedo de ver qué le enseñó a mi princesa.

—¿Necesitas algo más?— pregunté porque ella parecía no encontrar nada.

—Estaba buscando algún tipo de hilo, pero creo que una corbata servirá. ¿Tienes otra?— se dirigió a mi equipaje. Había traído cosas innecesarias así que claro que tenía una extra. Ella lo encontró.

—¿Para qué querías un hilo?— trague en seco. Tenía una idea de lo que podría hacerme, pero Marinette no me haría eso. Ella era muy inocente como para conocerlo.

—Ya lo verás. —Ella volvió a la cama. Me retiro por completo lo que quedaba de mi ropa interior y después se subió con la cámara en sus manos. —No se si pueda hacerlo con sólo una mano.

Definitivamente haría algo extraño y me estaba sintiendo nervioso. Esperaba que sólo me vendara los ojos con la corbata, pero sabía que eso no pasaría.

—Sostén la cámara—me dijo y yo la miré como recordándole que no podía.—Lo siento, lo olvidé. Entonces sólo la pondré aquí—colocó la cámara en una estantería arriba de la cama. El ángulo la enfocaría a ella también.

—Espera, si la pones allí entonces también saldrás tú en el video.— ella podía grabarme todo lo que quisiera. Y si el video se publicaba por alguna razón no me importaba así estaba solo yo. Lo que no quería era que Marinette también estuviese allí.

—Sólo será por un momento. Y puedo cortarlo del video después.— no parecía importarle mucho. Parecía que estaba demasiado involucrada en este juego como para molestarse por algo como la cámara.

Me quedé quieto viendo cómo Marinette sostenía la corbata en sus manos mientras estaban sentada encima mío. Mi erección ya estaba rozando sus bragas. Quería que se las quitara.

Marinette parecía que estaba intentando descubrir cómo hacer lo que sea que estuviese haciendo. Sabía que ella no estaba cerca de ser una experta en juegos sexuales y tenía miedo de lo que intentaría.

—Creo que tengo que hacer esto.—mencionó y yo la observé con detenimiento. Ella comenzó a...

—¡¿Qué estás haciendo?!— exclamé con miedo. Quería intentar levantarme pero no podía hacerlo. No podía usar mis manos y tenía todo el peso de Marinette encima mío. Era liviana pero yo estaba atado.

—No recuerdo cómo se llama esto, pero aún así creo que puedo lograrlo.— la corbata que previamente había tomado ahora estaba atada en la base de mi pene.

—¡Ni pienses que dejare que hagas eso!— sabía que ella miraba el miedo en mis ojos.

Lo que me intentaba hacer se llamaba carrete filipino y era peligroso. Si no lo hacíamos bien literalmente me rompería la polla. Lo intenté una vez hace unos meses y no salió bien.

A escondidas (lemon miraculous)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora