MarinetteMe levanté como todos los días para ir al instituto, pero esta vez me sentía diferente. Me sentía más libre. Aunque parecería que yo fuera una persona que toma sus propias decisiones, no era así.
Pero besar a Adrien me había hecho sentir así; como si no tuviese que seguir las reglas y mucho menos lo que todos quieren que haga.
Me sentía alegre sorpresivamente. Había pensado mucho en lo que había dicho Adrien y odiaba admitirlo pero tenía razón. Félix y yo no estábamos en una buena etapa durante mucho tiempo y terminar con él no sonaba como la peor idea del mundo.
Me dirigí al instituto con una enorme sonrisa, aunque todavía estaba preocupada por lo que hice y por ver a Félix, pero me sentía mejor porque iba a librarme un peso de encima.
Saludé con todos mis compañeros como todos los días y tomé asiento a lado de mi mejor amiga que al instante noto mi enorme alegría.
— Hoy estás de buen humor ¿algo que quieras compartir con la clase? — pregunto Alya emocionada mientras yo sacaba mis materiales para empezar la clase.
— No, solo estoy contenta— me limite a decir para revisar mis apuntes en mi tableta. Se lo diría, pero todavía no era buen momento, necesitaba aclarar las cosas con Félix antes de decirle a cualquiera sobre el beso con Adrien.
Alya no dijo más y se limitó a sonreír por mi buen ánimo, era verdad, no todos los días de esas últimas semanas estaba de buen humor y debía aprovecharlo. Félix no asistía a mi clase y no nos habíamos visto en la mañana, pero tampoco soy tan afortunada, Adrien si asistía a mi clase, desde que éramos unos críos.
Saludo con su mejor amigo Nino y se sentó un puesto adelante de nosotras. Me miró de reojo, pero yo traté de no verlo demasiado. Era casi imposible cuando se la pasó toda la clase toqueteando a Lila y gritándole cosas guarras y obscenas.
No me molestaba en lo absoluto porque no estaba celosa, pero me recordaba lo hipócrita que era Adrien. Así que todo eso de que le interesaba era más falso que las tetas de Lila y eran solo una fachada para sus verdaderas intenciones.
Todo el instituto sabía que yo era virgen por culpa de Chloe, pero era algo que no me daba vergüenza admitir. Muchos sabían que estaba con Félix pero no me molestaban por ser virgen. Después de todo no era ningún pecado serlo, aunque a veces prefería no serlo.
Al finalizar clases, salí corriendo para no toparme con Adrien y poder encontrar a Félix y acabar las cosas. No sabía mucho como terminar una relación porque nunca lo había hecho pero ese momento lo descubriría.
— Félix— nombre rápidamente mientras esquivaba a los otros estudiantes y lograba llegar al rubio— Necesito hablar contigo— exclame decidida. Sentí que si transmitía seguridad, no sería tan difícil.
— No hay nada que hablar— espeto cortante mientras caminaba hacia otra clase. Yo lo seguí con prisa porque se veía que quería escapar de mi— Te he dicho que necesitaba tiempo y recién han pasado unas cuantas horas.
— Lo sé— respondí con entendimiento— Pero... no quiero que me perdones— logré decir en un tono de voz un poco más elevado puesto que él se había adelantado varios metros más que yo.
— ¿Como has dicho? — regreso él a verme, acercándose pasó a paso mientras no quitaba su mirada de la mía.
— Lo he estado pensando y... ya desde hace algún tiempo lo nuestro ya no funciona— juguetee con mis manos y mi mirada viendo hacia el piso. Me sentía apenada por esa confesión. Tal vez hubiera evitado engañarlo si hubiera sido honesta hace mucho tiempo.
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A escondidas (lemon miraculous)
RomanceMarinette, una chica tierna, dulce y gentil. Es su naturaleza ser alguien correcta y fiel a su novio Félix ¿Pero que pasaría si en su camino se cruza Adrien, el primo molesto de su futuro ex novio? La naturaleza de Adrien a diferencia de Marinette...