A escondidas (lemon miraculous)

~Primer paso~

Adrien

Si quería jugar por las malas no tenía ningún problema. No me iba a mover de allí. Podía negarse a responder mi pregunta pero sé reconocer cuando algo llega a más que unos simples besos.

El labial corrido, los mechones de cabello despeinados, eran signos de que algo más había sucedido entre ellos dos.

Así que mi misión por esa noche estaba clara; olvidarme de ella y follar con más chicas, o al menos intentarlo. Después me encargaría de Marinette pero por ahora podía seguir con lo que había comenzado con Luka. Me la sudaba.

— ¿Que vas a hacer? ¿A usar tu Lucky charm conmigo? — continúe provocándola. ¿Que podía hacer para que me moviera? Era una simple niñata con coletas, no iba a conseguir llevarme con ella.

— ¿Como ves esto? Si nos vamos dejaré que hagas lo que quieras conmigo— hizo una pausa entre cada palabra para asi sonar mas sexy mientras que mordió su labio y con su dedo índice me incito a seguirla.

¿Y dice que esta es la mala?

— Entonces si te acostaste con Luka ¿no es así? Sino por que querrías que yo fuera el primero — afirme recatadamente y la ignoré por completo, no me importaba que jugara conmigo, siempre y cuando no me jodiera más.

— ¡Bien, me has pillado!  si lo he hecho así que ahora te estoy proponiendo algo Adrien, si nos vamos ahora dejaré que me folles. Es simple tómalo o déjalo.

A la que quiero tomar es a ella

¿Y que si decía la verdad? Se la veía totalmente entregada a mi, quizás mis líneas y jugadas habían funcionado a la perfección.

Pero como había dicho no quería sus malditas sobras, así que eso sería algo solo de una noche y después de eso no le hablaría más, solo queria cumpl la apuesta.
Ella se fue alejando de mi mientras que seguía caminando hacia el interior de la multitud.

— Vale, tú ganas. Nos iremos, pero más vale que me esperes desnuda en tu habitación— tome de su brazo rápidamente e intente pasar por dentro de toda esa gente. Ella solo río haciéndome saber que ella había ganado. Quizás todo eso era un juego, pero valía la pena intentarlo.

Mire su silueta con atención mientras caminábamos de salida, verdaderamente tenía un cuerpo precioso y más con ese vestido rojo que delineaba sus curvas y las hacía el doble de provocativas. Si eso era cierto no solo ganaría la apuesta, sino ese hermoso cuerpo.

Logramos salir sin antes evitar que diez tíos borrachos de le acercaran a Marinette y a mil chicas locas que me habían reconocido intentaran desnudarme con sus manos.

Si ya no era virgen ya no debía preocuparme por hacer esa ocasión especial como Alya me lo había pedido porque alguien mas me había robado la oportunidad. A la salida mire a ambos lados y vi como un faro de luz al final de la calle estaba apagado, justo allí se encontraba una jardinera.

¡Perfecto!

La llevaría detrás de unos arbustos. Era mi momento y no desperdiciaría ni un minuto, estaba furioso con ella pero eso me servía con un incentivo para follarla aún más duro, se merecía un gran castigo y no sería gentil con ella.

— ¿Por qué dejarías que alguien como yo te folle? ¿Por que ya le has abierto tus piernas a Luka y quieres más? — cuestione pegándome a su cuerpo mientras delineaba con mi dedo un trazo sobre su piel. Me acerqué a su rostro el cual estaba completamente caliente y a mi merced.

De repente empecé a formar una teoría, ¿y que si dijo eso para sacarme de esa fiesta? Podía ser un caliente pero no era tonto.

— No lo sé, quizás porque me pones demasiado Agreste— se acercó a mis labios. Aun no sabia si mentia o decía la verdad, pero no me perdería la oportunidad de hundirme en sus besos. — ¿O es que acaso no quieres? Porque si es así puedo irme con Luk...— pregunto haciendo un falso puchero.