ᝰ 34

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𖥸

Yeosang no tiene idea de cómo sentirse cuando la jornada de ese día finaliza y, una vez más, el intercambio de palabras con Seonghwa deja mucho que desear.

El mayor se comporta de manera tosca, tanto que logra llamar la atención de sus cercanos, provocando un desconcierto colectivo. Nadie tiene idea de lo que ha sucedido de repente entre aquel curioso par. Es extraño para sus escasos amigos notarlos indignados mutuamente luego de tanto tiempo, tiempo en el que se volvió costumbre para todos ser testigos diarios del cariño compartido en aquella aún no establecida relación.

Se trató de una simple discusión que a cualquier futura pareja podría haberle tocado atravesar por diversas razones, sin embargo, llevan actuando con cuestionable inmadurez durante la mayor parte de la semana. Las actitudes similares que ambos jóvenes adoptan al momento de cerrar sus pensamientos finalmente choca, y es que ninguno se ve dispuesto a dar el primer paso y expresar correctamene la razón de su leve enojo. Es tan sencillo tomar el camino del silencio que no dudan en escogerlo, negando para sí mismos lo contraproducente que aquello puede resultar. La semana se les pasó y ninguno realizó el más pobre intento por acercarse al otro, incluso si el deseo de ello fue irremediable. Cuando compartieron tiempo juntos por compromiso, ya sea en el trabajo o las clases de Jeongin, sólo se mantuvieron en silencio y hablaron cuando la situación lo exigió por sí sola. Tal como en un pasado, aunque esta vez se debe a un malentendido del que ninguno está dispuesto a asumir la culpa, o no en voz alta.

Durante ese viernes por la mañana, el rubio permite nuevamente que su erróneo concepto de solución controle sus acciones, siendo el buscar a Park la última opción por la que decide inclinarse. Debe fingir que no le afecta ser consciente de que ambos evitan cruzarse con obviedad. Sólo ha transcurrido una semana, siguen compartiendo algo de tiempo juntos, pero el hecho de que sea forzado le provoca un mal sabor de boca. El desagrado incrementa cuado su consciencia lo golpea; parte de la responsabilidad es suya, o más bien, de su incorrecta elección de palabras. Se arrepiente, sin embargo, su lado más cobarde decide no tocar el tema.

— ¿Qué es lo que le pasa a Seonghwa?— pregunta Wooyoung una vez abandonan los pasillos de la escuela, caminando sin un verdadero apuro—. Parece enojado.

Desvía la mirada hacia las calles, conteniendo su impulso de formar aquel mohín que tan poco le gusta con sus labios. Detesta que Jung cuestione obviedades, más cuando parece poseer una idea acertada de ellas.

— Está enojado, desde el sábado— contesta, pateando suavemente algunas pequeñas piedras que se cruzan por su camino en la acera. Ignora la mirada de su amigo, aquella que le dedica cada vez que sus suposiciones son las correctas.

— ¿Puedo saber por qué?

Yeosang repasa las ideas en su cabeza, llegando rápidamente a una conclusión; la razón de su pelea es puramente boba. Le avergüenza tener que decirlo en voz alta—. Dijo que estábamos saliendo y me puse un poco nervioso — empieza a explicar, sin ser consciente de que sus palabras son suficientes para que Wooyoung se haga una idea de lo que sigue—. Fue raro. Quiero decir, nunca hablamos de salir, aunque me gustaría hacerlo. Sólo no me gusta que... asuma cosas— aprieta los labios. Realmente es malo expresándose—. Traté de explicárselo pero no fui muy bueno.

Oye a su amigo bufar de repente y voltea hacia él con una ceja alzada, confundido por aquella reacción.

— A veces eres muy... estructurado— Jung debe morderse la lengua para evitar hablar de más, pues sólo lograría ofender al mayor.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora