ᝰ 23

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𖥸

Aquel lunes marcha bastante mal, a su parecer.

Por fortuna, no se cruza en ningún momento con Jaemin. Es consciente de que nada va a terminar bien si ese evento llega a darse. No podrá contenerse, simplemente va a explotar en frente del chico y le escupirá todos aquellos reclamos cargados de furia con los que viene lidiando. Prefiere esperar hasta sentirse medianamente calmado y poder discutir pacíficamente con él, dejarle totalmente claro que aquella amistad carente de reciprocidad que mantuvieron ha finalizado y hacerle saber también que conoce a la perfección parte importante de sus crueles mentiras.

No pasa tiempo con su grupo de amigos. Sabe que aquello sólo significa tener que cruzarse de manera directa con Na, y eso es exactamente lo que desea, y quizás necesita, evitar. Ese día, Mingi no asiste a clases, por lo que prácticamente se la pasa envuelto en su nueva soledad. Aunque aquello no le molesta demasiado, pues de esta forma puede encontrarse enojado con tranquilidad, sin sentirse juzgado, y nadie se ve afectado por su pésimo humor.

Está seguro de que jamás ha experimentado tal nivel de impotencia en su vida, causada específicamente por aquel pelirosa. Duda haberse enojado realmente en alguna ocasión con él. Siempre dejó pasar por alto todo, cada error que el chico cometió con obvia malicia, cada acción egoísta y poco empática que realizó hacia su persona. Pero se ha cansado de convivir diariamente con aquel bucle lleno de injusticias que parecía mofarse de él cuando se mantenía en silencio. Jaemin lo decepcionó más veces de las necesarias como para sencillamente seguir la rutina de cada día y fingir que nada sucedió. La selectiva paciencia de Seonghwa tocó fondo finalmente.

La única persona a la que quiere ver en ese momento es a Yeosang. Siente la mera necesidad de simplemente pasar tiempo junto al chico y contarle todo, desahogarse quizás. Sabe que cuando esté con el rubio la tormenta de pensamientos que inunda su cabeza podrá calmarse un poco, porque Kang cuenta con ese especial efecto sobre él. No es necesario ni siquiera que el muchacho le dedique un par de palabras de ánimo para lograr que su penumbra eventualmente se esfume; su simple presencia es más que suficiente. En un pasado, no lograba entender el por qué de aquella realidad. Ahora, que sus sentimientos fueron finalmente aceptados por sí mismo, es sencillo comprender la razón de las emociones referidas a su compañero de trabajo.

Tiene una práctica de básquet a la que ir cuando las clases dan por finalizadas, pero ni siquiera se le cruza por la cabeza la idea de asistir a ella. En lugar de eso, decide ocupar ese fugaz período de tiempo libre en localizar a Kang, rogando mentalmente porque este no haya dejado la institución aún. Tarda demasiado, o más de lo que le realmente le apetecería, pero afortunadamente logra encontrar al joven. Lo distingue con claridad al final de uno de los corredores; el chico camina relajadamente junto a Wooyoung, ambos encerrados en su típica burbuja, creada por la conversación que estuvieran manteniendo. Al rededor, varios estudiantes conocidos se cruzan.

Park no se hace esperar mucho tiempo más y, sin importarle el gran detalle que representa la presencia de aquellos que son medianamente cercanos a su persona, camina hasta el dúo de amigos. Llama de esta forma la atención de Jung, apenas a un par de metros de distancia.

— ¿Seonghwa?— pregunta el chico al verlo. Es entonces cuando Yeosang sale repentinamente de su ingenua distracción y observa hacia el frente, encontrándoselo.

El muchacho más alto se acerca a saludar, experimentando bastante incomodidad ante la no muy conveniente presencia de Wooyoung, pues sabe que el mencionado aún no cuenta con una imagen suya muy agradable. En este punto del año, no lo culpa para nada.

— ¿Podemos hablar?— le pide a Kang, tragando saliva por la expresión de confusión que este le dedica. Lo entiende de alguna forma. El viernes pasado se dio la libertad de besar al menor en la mejilla sin explicación alguna, luego se mantuvo distanciado durante la tarde de trabajo de aquel día, y de repente lo busca descaradamente, deteniéndolo en la mitad de un pasillo repleto de gente que los conoce.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora