ᝰ 20

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𖥸

Su hermano cuenta con un examen al día siguiente y Yeosang es un completo manojo de nervios por ello. De verdad desea que le vaya bien, pero al mismo tiempo, no cuenta con muchas esperanzas genuinas. Espera estar siendo negativo y equivocarse gravemente, porque es consciente de lo descontenta que su madre estará si el niño llega con una nueva nota baja.

Para sumarle a aquella innecesaria tortura interna a la que se somete, Jeongin está más revoltoso que nunca. No tiene idea de la razón, pero el infante contesta de forma grosera todo lo que él manifiesta, además de no escucharlo en ninguna ocasión. Lo ignora con irritante descaro, al punto en que ni si quiera prueba la comida que le prepara en el almuerzo, la cual no está de más aclarar que es su favorita. Lo único que escucha preguntar al menor es por su madre y el trabajo de esta. No tiene más opción que darle la misma respuesta de siempre; la mujer se halla ocupada. Luego de eso, la molestia del niño aumenta y se acompaña por una ruidosa rabieta.

Aquel comportamiento y el no saber qué lo ocasiona estresan demasiado a Kang. Incluso cuando Seonghwa llega por la tarde su hermano se niega a salir del cómodo sofá en el que se la ha pasado todo el rato, llevando a cabo su berrinche.

— No sé qué es lo que le pasa— le dice al castaño en voz baja, asegurándose de que su hermano no pueda escucharlos. Ambos se encuentran sentados frente a la mesa de madera, un par de metros del niño.

— ¿Mal día en la escuela?— pregunta Park y él se encoge de hombros. En su expresión se puede notar fácilmente la poca paciencia que le queda, tan poca que ni si quiere se siente lo suficientemente fuerte para intentar comprender al pequeño—. Puede que esté cansado...

— Tiene un examen mañana, es más importante que practique.

En su opinión, no hay tiempo de dejarle la tarde libre al niño y esperar a que aquel irritante berrinche se le pase. Debe estudiar.

— No voy a hacer nada— se niega su hermano a la vez que cruza infantilmente los brazos, demostrando haber escuchado todo.

Yeosang rueda los ojos y, cansado de aquella actitud más caprichosa de lo usual, camina hasta terminar por quedar en frente del menor, poniéndose de cuclillas para llegar a su altura y poder dirigirse a él de forma más directa.

— ¿Qué es lo que te pasa?— cuestiona el rubio, exasperado—. Nunca te comportas así ¿Por qué ahora?

Jeongin lo mira con el ceño fruncido, cierta ilusión en sus ojos escondida por el recelo— ¿Mamá va a cenar con nosotros?— es lo único que suelta.

La pregunta incomoda un poco a Yeosang. No, lo incomoda bastante. Más que nada por ser consciente de que Park está escuchando el posible inicio de una conversación que considera bastante personal.

— Sí, lo va a hacer...

— Mentira— se ofende el más joven y le dedica una mirada de pura decepción a su hermano mayor. Este último traga un poco de saliva, pues es la primera vez que el niño contesta con tanto dolor a uno de sus engaños piadosos— ¿Por qué nunca viene a cenar?— pregunta Jeongin a la defensiva, haciendo que se sienta algo nervioso ante la ausencia de una escapatoria.

— Está trabajando— no alcanza a dar una respuesta más elaborada. Lo único en lo que puede pensar es en la inconveniente presencia de Seonghwa.

— ¿Por eso tampoco me busca de la escuela? Todos mis amigos se van con sus mamás y yo nunca puedo verla— se queja, demostrando lo frustrado que está constantemente al no comprender el mundo adulto y las complejidades que este presenta. Yeosang entiende el problema pronto. Le apena un poco.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora