𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsang

ᝰ 36

𖥸

Más que inseguro con respecto a sus acciones, Seonghwa se adentra en el edificio tan conocido para él. Saluda con respeto al encargado del lugar, quien recuerda a la perfección su rostro y devuelve amablemente el gesto. Sería ilógico que no lo hiciera, considerando la frecuencia con la que Park se presentó en la estancia. Una situación similar ocurre con el par de personas que llega a cruzarse, estas siendo vecinas de Yeosang. Actúa con exagerada educación, ganándose una mirada extrañada por cada individuo con el que establece nervioso contacto visual.

Es inevitable para él comportarse de aquella manera tan peculiar, demostrándole un innecesario respeto a sujetos que apenas conoce. Es la actitud más coherente que se le ocurre adoptar en ese momento, quizás como una forma de consuelo hacia su propia persona por el desagradable remordimiento que experimenta. Siente que está invadiendo el espacio personal de Kang al ingresar en la edificación, incluso si es libre de hacerlo, pues no es como si su compañero tuviera algún poder sobre la estructura que impidiera su paso.

El menor no tiene idea de su presencia en el lugar, lo cual es un detalle tan positivo como negativo para sus paranoicas suposiciones. Las posibles reacciones a su llegada son, por decir poco, demasiado variadas, tanto que un escalofrío recorre la espalda de Park mientras avanza a través de las angostas escaleras. Yeosang podría sorprenderse ante su inesperada visita, alegrándose al notar que lleva consigo una bolsa repleta de distintos dulces e intenciones por remediar sus acciones, incluso después de que hubieran mantenido aquella extraña charla en el trabajo hace un par de días. Por otro lado, cree que existe el riesgo de que el joven rubio se muestre reacio a su presencia, catalogando sus intentos de solución como "predecibles". Probablemente se encuentra pensando con demasiado pesimismo al asumir el último detalle, pero es inevitable preparase para lo peor cuando todos sus esfuerzos no hacen más que dar escasos frutos. Escasos y podridos, en su mayoría.

Se obliga a ignorar su inminente paranoia una vez es consciente del lugar en el que sus pies se plantan firmemente, tan firmemente que duda sobre su capacidad de realizar otro movimientos durante los próximos segundos. Aprieta con fuerza la débil bolsa que sus dedos cargan, como si fuera una especie de absurdo sostén. Quizás lo es, uno bastante débil si lo piensa detenidamente. Alza su brazo libre en el aire y forma un puño, golpeando con este último suavemente la puerta frente a sus narices.

Seonghwa se ve sometido a atravesar lo que es, muy probablemente, el minuto más largo que experimentó en su relativamente corta e ingenua vida. A pesar de todos los nervios que velozmente consumen su ser, el muchacho logra mantenerse firme con respecto a su decisión. Su deseo por finalizar aquel bobo malentendido es tal que ni siquiera contempla la opción de escapar, correr o evitar el enfrentamiento. Está dispuesto a acabar con la situación tan frustrante para su incapacidad de expresarse verbalmente, sin importar lo mucho que tenga que lidiar con un, posiblemente, todavía tosco Kang.

Su valentía no se desmorona cuando la puerta es abierta, no obstante, sus dedos presionan con mayor fuerza el plástico de la bolsa que sostiene. Yeosang se asoma por la entrada. El de cabellos claros frunce el ceño, demostrando lo inesperada que termina por resultar la abrupta visita. Es un alivio para el pecho de Park no percibir la más mínima pizca de recelo en los ojos ajenos. Su disculpa dedicada con anterioridad parece haber sido útil en cierta medida, pero considera que aquel no es motivo para relajarse.

— ¿Puedo... Puedo pasar?— pregunta tan suave como torpemente luego de un intimidante silencio.

Si algo ha aprendido durante aquel buen período de tiempo que compartió junto a Kang, es que a este le agrada el concepto de delicadeza cuando a tratos se refiere, a pesar de que no decida admitirlo en voz alta. Es, principalmente, por esa razón que se esfuerza al intentar actuar con cautela, tanto que revela sus nervios.