ᝰ 01

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𖥸

Llega al autoservicio diez minutos antes de que este tenga que abrirse. Lleva trabajando en aquel negocio familiar prácticamente desde el inicio de su adolescencia, la cual aún no termina. Posiblemente lo conoce mejor que cualquier otra persona, incluso mejor que sus mismos tíos, los cuales se encargó de poner distintas sucursales en la ciudad. Él trabaja en la más pequeña.

Durante esos años, vio pasar a numerosos empleados y empleadas. Ninguno solía durar demasiado tiempo, pues la mayoría buscaba el puesto como un trabajo temporal y luego lo dejaban. Y al parecer, ese día alguien nuevo ha llegado.

Desde que Doyeon -la antigua empleada- se mudó, se vieron obligados a buscar alguien que la pueda reemplazar. Su padre había realizado numerosas entrevistas de trabajo durante ese mes y finalmente, ese lunes durante el almuerzo, le contó que tendría un nuevo compañero de trabajo con quien empezaría a compartir la mayor parte de sus tardes.

Es una sorpresa para él caminar hasta el autoservicio y encontrarse con la puerta del lugar previamente abierta. Con ambas cejas alzadas y algo alerta, cruza la entrada, pero se relaja al encontrarse a su padre en el interior. Al hombre le gusta estar presente durante el primer día de un nuevo empleado, o por lo menos parte de este, más que nada para asegurarse de no haber contratado a un cualquiera. Aunque Seonghwa piensa que él perfectamente puede encargarse de vigilar eso.

Lo saluda y camina hacia él. Es la segunda vez en el día que se ven. Ninguno de los dos pasa mucho tiempo en casa, por lo que resulta raro que estén juntos. Tampoco mantienen demasiado contacto entre ellos pero aún así, de alguna manera, cuentan con un fuerte lazo de confianza de padre e hijo.

— El chico nuevo te agradará— le dice el mayor—. Es de tu edad, estoy seguro de que se van a llevar bien.

Llevarse bien con los empleados nunca ha sido un gran temor para él. No recuerda haber tenido una mala relación con ninguno, de hecho. A lo sumo no le caían muy simpáticos un par, pero era algo que tranquilamente podía dejar pasar. Jamás tuvo verdaderos problemas con alguien que trabajara en el autoservicio, sin embargo tampoco es que logró crear amistades. Siempre se mantuvo demasiado cerrado y reservado, sin interés en crear cualquier tipo de lazo de confianza. Le es más que suficiente con compartir algún tema de conversación con quien sea su compañero o compañera para no aburrirse tanto. Quizás, lo más cercano a una amistad en el trabajo que tuvo fue Doyeon, pero esto se debió mayormente a que la muchacha es una vieja amiga de la familia y llevaban tiempo conociéndose. Después de ella, no hubo realmente nadie.

La puerta del lugar se abre despacio, llamando la atención de los presentes. Por ello, tanto él como su padre voltean y ven a cierta persona entrar.

— Ahí está— dice el Señor Park para luego saludar al nuevo empleado e invitarlo a acercarse con un gesto de la mano.

Grande es su sorpresa al ver que es Kang Yeosang quien se acerca.

Su rostro se vuelve serio casi de forma instantánea. El recién llegado no tarda en quedar inmóvil durante un par de segundos y abrir un poco grande los ojos al verlo a él también, pero disimula como puede su reacción y actúa con naturalidad.

— ¿Se conocen?— pregunta el Señor Park, notando el extraño comportamiento que tomaron ambos chicos al verse mutuamente.

— Algo así— se adelanta a decir el castaño—. Tuvimos un par de clases juntos— miente. Con una severa mirada le deja claro al más bajo que no es necesario decir más.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora