𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsang

ᝰ 18

𖥸

— ¿Cómo logras que Jeongin te escuche?— le pregunta Yeosang curioso mientras caminan por las calles de la ciudad, en dirección al autoservicio. Acaban de salir del departamento del más joven, pues tuvo clases con el hermano de este.

Seonghwa lleva ya varias tutorías con aquel niño, y el único problema que este ha presentado es el poco tiempo que dura su concentración, pero no es algo que no cuente con una solución. Está seguro de que, paulatinamente, el pequeño podrá corregir aquel problema. Nota que se está esforzando bastante en hacerlo, y le provoca cierta ternura aquello. Después de ese detalle, ningún conflicto se da. El comportamiento del infante resulta bastante tranquilo, al punto en el que transmite paz, y eso parece ser algo totalmente anormal para Kang.

— Trato de que las clases parezcan un juego, así no se aburre tan rápido.

— Pero ¿Cómo lo haces? Quiero decir, nunca se quedó quieto y concentrado tanto tiempo...— se lo nota un poco asombrado. Seonghwa debe admitir que él también lo está.

Uno de sus ocultos temores al empezar las clases al hermano del rubio fue que el más pequeño resulte ser demasiado revoltoso, o lo suficiente para acabar con su inexistente paciencia. Aunque, por más ridículamente impulsivo que Park sea en múltiples ocasiones, jamás llegó al punto de perder los estribos con un alguien como un niño, pero tampoco cree que esté de más prevenir cualquier posible situación.

Contrario a sus ideas, Jeongin lleva mostrándose bastante pacífico desde el primer día, al punto de llegar a ser algo tímido. Sí, Yeosang tiene mucha razón al decir que se desconcentra y pierde el interés en sus tareas con gran facilidad. Lo notó en una de las clases iniciales, por lo que pronto tuvo que acostumbrarse a explicarle los ejercicios al menor con detalle y a ritmo lento, ocasionalmente camuflando todo en un improvisado juego para que el niño encuentre entretenida la tarea y la realice más rápidamente. Y su método empieza a dar resultados.

— Jeongin se concentra en lo que le gusta— observa luego de un par de segundos—, si ve la tarea como algo aburrido o innecesario, no va a importarle que sea una obligación y no hará nada.

Yeosang a su lado asiente con la cabeza y oculta las manos en los bolsillos de su abrigo. Ese día en específico, el clima es extremadamente frío. Tanto que ninguno de los dos jóvenes desea imaginarse la tortura que será salir del trabajo durante la helada noche, pues ambos regresan a sus respectivos domicilios en caminata.

Park se mantiene mirando por un momento al más bajo, quien se halla lo suficientemente distraído en observar a distintas personas cruzar vía pública como para notar los ojos ajenos posados sobre su persona. Al de cabellos más oscuros le resulta un poco irreal que su compañero cuente con aquel perfil tan bonito, ridículamente perfecto en su personal opinión. Realmente no logra encontrar ninguna "imperfección" en el rostro del muchacho, por más que se encargue de buscar minuciosamente y de forma constante, porque claro que no es la primera vez que se halla a sí mismo tan ensimismado haciendo aquello. Lo más probable es que, como todo el mundo, el más joven cuente con algún que otro rasgo que pueda ser llamado "defecto", pero para Seonghwa aquello simplemente no existe en la apariencia física rubio. Hasta esa pequeña marca de nacimiento en el costado de su ojo le resulta linda, aunque Yeosang no parece compartir el mismo pensamiento, pues siempre que le es posible la cubre.

En ese momento, Kang tiene la nariz algo roja debido al leve resfrío por el que está atravesando como consecuencia del frío clima, pero incluso así continúa viéndose bien para el mayor. No sabe cómo no se dio cuenta antes del buen aspecto con el que carga el chico. Es decir, siempre le pareció un tanto atractivo, pero durante esos últimos meses en los que se acostumbraron a verse diariamente aquella idea tomó más fuerza, al punto en que con frecuencia se deja hipnotizar un poco por el iris completamente pardo de los ojos contrarios. No tiene idea de cómo debe interpretar aquellos pensamientos.