𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsang

ᝰ 05

𖥸

Parece que nada bueno le ha sucedido ese mes.

Ir al trabajo le resulta cada vez más pesado, Jaemin por alguna razón empezó a comportarse más cortante e impaciente con él, y la relación con su padre no va por un buen camino. Lo último es lo que lo tiene más preocupado. Tanto él como el mayor guardan mucho estrés provocado por sus respectivas responsabilidades, y callarse tanto las cosas llevó a que sus muy similares personalidades chocaran. Llevan un mes manteniendo el mal hábito de terminar sus días con discusiones algo fuertes, discusiones que se dan en su mayoría por razones bastante estúpidas, como el no lavar los platos o no querer bañar al perro. Hasta su madre empezó a cansarse, retirándose de la mesa y farfullando algunas maldiciones por el conflictivo comportamiento de su esposo e hijo tenían cada vez que empezaban una pelea en medio de la cena.

Por más que no haga nada para detener las cosas, es un hecho que le está afectando todo eso, pues siempre se ha llevado más que bien con aquel hombre. Quizás para otros es bastante cotidiano tener ese tipo de problemas en familia, pero Seonghwa no está para nada acostumbrado a que exista tanta tensión negativa en su hogar y no sabe qué hacer al respecto para solucionarlo, pues jamás lo experimentó. Además, su hermética personalidad tampoco es de ayuda. Nunca lo fue.

Por otro lado, está Jaemin. Con él se confunde más que con nadie. Un día el pelirosa puede ser la persona más amable del mundo con él, sonriente y bromista, pero al día siguiente va actuar distante y desinteresado, casi como si no le importara su persona. Siempre es así, pero por alguna razón u otra durante ese último período de tiempo aquellos cambios de actitud tan bruscos se volvieron más frecuentes y no puede pasar por alto que son sólo con él. Ya no tiene idea de cómo debe comportarse frente al chico, pero aún así está seguro de que se va a mantener a su lado hasta que lo que fuera que le pasara diera fin. Porque así es siempre.

Ese día, Na parece estar extrañamente de buen humor. Se la pasó quejándose de todo lo que pudo, sí, pero hasta ese momento no actuó de manera fría y agradece infinitamente aquello. Aún así, por sus problemas personales con su padre, no se ve capaz de compartir aquel buen ánimo. Siente un poco de culpa por eso; si su amigo está feliz, él también quiere estarlo.

— ¿Por qué tuviste esa cara todo el día?— pregunta Jaemin mientras revisa su teléfono cuando Seonghwa sale del cubículo del baño, sorprendiendo un poco al mayor. El pelirosa no acostumbra a hacerle preguntas sobre cómo está, o sobre el rumbo de su vida en general. Pero supone que está bien, el chico no tiene la obligación de preocuparse por él, aún cuando son mejores amigos. No es como si aquello fuera la base para mantener cualquier amistad sana.

— No es nada muy importante— resta importancia mientras lava sus manos.

— Vamos, puedes contarme.

Levanta ambas cejas por la inesperada muestra de interés del contrario.

Sintiéndose un poco escuchado y feliz por ello, empieza a hablar—. Estuve peleando mucho con mi papá y... No lo sé, no me gusta estar así con él, lo sabes— asume aquello último—. Está muy ocupado con su otro trabajo y llega estresado a casa, entonces trato de ayudarlo, pero si hago lo hago mal o me olvido de algo él pierde la paciencia y terminamos discutiendo— cuenta pasándose la mano por el cabello. Algo que suele hacer siempre que se siente frustrado—. Empezamos diciendo cosas tontas pero siempre termina mal— se apoya en el lavabo y bufa—. No peleamos muy seguido, siempre nos llevamos bien, pero no sé que está-

Se detiene abruptamente al escuchar una risa de Jaemin. Levanta la vista del lavamanos con pura confusión. El pelirosa mantiene los ojos en su teléfono, bastante entretenido en lo que sea que está viendo.