ᝰ 25

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𖥸

Seonghwa está supuesto a sentirse terriblemente mal por todo lo que ha sucedido el día anterior. Cuenta con el total derecho de experimentar aquel dolor, y claro que lo hace. La fuerte decepción sigue más que presente en su corazón, sin embargo, no todo es completamente malo.

Pensar en Yeosang y aquel momento tan tierno que ambos compartieron lo mantiene bastante distraído a decir verdad, o por lo menos lo suficiente para ser capaz de no permitirle al desánimo consumirlo enteramente. Recordar la situación en la que ambos se sumergieron por igual provoca que un par de sonrisas se le escapen a lo largo de la mañana, algo bobas de su parte. Se siente torpe, como si aquellos besos que intercambió fueran los primeros que dio en su vida, sin embargo, le agrada aquella sensación. Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que alguien logró dar con su lado tierno e ingenuo, por lo que había olvidado lo bonita que puede llegar a resultarle la cálida sensación.

Esa mañana, a diferencia de la anterior, está nuevamente acompañado por Mingi. Se mantiene notoriamente apartado del resto del grupo, más que nunca antes, y es que Jaemin está presente entre ellos. Se propuso a sí mismo evitar lo más posible cualquier cruce casual que pueda llegar a darse con el pelirosa. Quizás se comporte de esta manera hasta sanar o sentirse levemente mejor. No le importa realmente lo inmaduro que pueda llegar a verse de su parte aquello. Se conoce a sí mismo, y es consciente de que si no hace nada por evitar frecuentar al más joven lo más probable será que dejar todo atrás se vuelva una tarea casi imposible de concretar con éxito. Incluso tiene decidido que dejará el equipo de básquet. Por más que le apene un poco, prefiere colocar su bienestar emocional por encima de aquel pasatiempo.

Él ya no quiere contar con ninguna clase de vínculo que lo relacione con Na, y si para lograr eso debe que alejarse de un par de amigos, está dispuesto a hacerlo. Después de todo, nunca fue muy cercano a ninguno. A la gran mayoría no los considera más que buenos conocidos. Aún así, existen un par a los que sí puede llamar amigos y no desea perderlos, por lo que probablemente se acercará a ellos una vez que las aguas se calmen. Decide que, por el momento, va a mantenerse con Song y las personas que forman el círculo extra del chico. Agradece que sea lo suficientemente extrovertido como para llevarse bien con diferentes grupos de personas, pues eso indirectamente le permite a él conocer a gente nueva, lujo que no pudo darse antes por estar demasiado al pendiente de Jaemin.

No es el único que se ha alejado del pelirosa. Puede darse cuenta, sin demasiado esfuerzo de por medio, que Jeno decide encaminarse por el mismo camino de forma menos sutil. Cuando Park se ve obligado compartir clase con aquellos dos que fueron sus amigos se vuelve el mayor espectador de la nueva lejanía entre ellos, tan repentina como sorprendente para el resto. No se siente mal por ninguno de los dos. Quizás podría compadecerse levemente por Lee, siendo que Jaemin le ha ocultado cosas a él también, pero simplemente no lo logra por completo. Una cosa no quita la otra, y aquel chico no deja de ser quien encubrió un par de mentiras de Na, así como él tampoco puede olvidar su antigua crueldad. Nadie es completamente bueno.

— ¿Te enteraste sobre lo que pasó entre Jeno y Jaemin?— le pregunta Mingi una vez que se encuentran en el pasillo, a punto de abandonar la escuela, pues la jornada ha dado por finalizada.

— ¿Qué exactamente...?

— Jeno dijo que estuvo con Jaemin cuando él salía con Yeosang...— suelta el más alto, extrañamente distraído de un momento a otro.

— ¿Dijo algo más?

Seonghwa frunce el ceño al no recibir respuesta luego del transcurso de varios segundos silenciosos. Voltea hacia el menor, únicamente para encontrarlo concentrado en abrir aquella pequeña caja de jugo que compró hace un par de minutos, tanto que le brinda nula atención a la conversación iniciada por él. Park rueda los ojos y le arrebata con impaciencia la bebida a Mingi, abriéndola sin muchas complicaciones para luego entregársela, alzando una ceja como señal de que espera una contestación. Su expresión se relaja cuando su amigo le dedica una torpe sonrisa como agradecimiento.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora