ᝰ 07

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𖥸

El comportamiento de Jaemin lo está agotando en todos los sentidos.

Se siente más dolido e ignorado que cualquier otra vez, y por alguna razón la idea de que él tiene la culpa de que eso suceda está profundamente plantada en su mente.

— ¿Qué le pasa a Jaemin?— pregunta uno de sus amigos, Song Mingi. Probablemente el único con el que no ha tenido problemas nunca y con quien está pasando esos días, pues su mejor amigo no se digna a dirigirle la palabra.

Bufa, pasándose la mano por el cabello—. No sé, creo está enojado porque falté a la práctica.

Song frunce el ceño cerrando su casillero para que empezaran a caminar— ¿Sólo por eso? Pero si ganamos el partido...

— No encuentro otra razón.

— Es raro. Nunca se enojó tanto tiempo con alguien, ni si quiera conmigo— el chico suelta una risa por su propio comentario. Mingi y Jaemin suelen discutir demasiado por la gran diferencia de opiniones que existe entre ellos, pero a Song no le importa en lo más mínimo tener la aprobación de Na. Puede decirse que hasta se llevan mal. No se soportan, más que nada porque Mingi tiene una buena relación con numerosas personas que no son del agrado del pelirosa, entre ellas Yeosang. Sin embargo, ambos comparten los mismos amigos, por lo que tienen que verse la cara más seguido de lo que les gustaría.

— No tengo idea de qué hice mal, incluso me disculpé y-

— ¿Te disculpaste?— le pregunta su amigo con un tono de indignación.

— ¿Si...?

— Seonghwa, no tienes que disculparte si no hiciste nada malo. Sólo le subes el ego y lo acostumbras a que las cosas sean así— es regañado. Seonghwa forma una línea con los labios, sabiendo que esta vez el más alto tiene razón, por más que se niegue a aceptarlo.

— Pero quizás sí hice algo malo— responde y recibe una mirada de ojos entrecerrados por parte de Mingi.

— Conoces a Jaemin mejor que nadie, y tienes que aceptar que es un poco tonto.

— No siempre.

— La gran mayoría de veces— se corrige. Song está, nuevamente, acertado—. Deja de hacerte la cabeza y no lo persigas, verás que Jaemin volverá solo a buscarte.

Sí, lo más probable es que eso vaya a suceder. Pero también es seguro que él hará como si nada hubiera ocurrido y lo dejará pasar, volviendo a estar nuevamente atento a Na y todo lo que el pelirosa necesitara, escuchando y muchas veces haciéndose responsable de sus problemas. Es un ciclo vicioso que se repite sin parar y quiere detener, pero a la vez siente mucho aprecio por Jaemin como para tener el valor hacerlo. Se ha acostumbrado a poner a su mejor amigo antes que a él mismo. No comparte sus tristezas, ni sus logros, ni nada que esté sintiendo o pensando. Sólo se mantiene ahí para ser el soporte del chico, sin importar que él poco a poco se esté derrumbando. Casi es como un robot.

Mingi saluda con un gesto de la mano a una persona, provocando que se desvíe de sus pensamientos. Levanta la vista al frente y ve pasar a su lado a Yeosang y al amigo de este. No hace el intento de saludar, simplemente lo observa. Se fija en el vendaje de su mano, aparentemente cambiado.

Kang devuelve el saludo a Mingi antes de seguir su camino un poco más apresurado luego de verlo a él. El amigo del menor, llamado Wooyoung si es que no se equivoca, lo mira de arriba abajo para después ignorarlo. No le da la menor importancia a aquello último.

Cuando están lejos, decide hablar— ¿Sigues juntándote con Yeosang?— pregunta confundido, pues tiene entendido que todo su grupo de amigos está en contra de aquel chico.

— No tanto como antes, pero sí— se encoge de hombros. La respuesta hace sentido. Song conoce a Yeosang y al amigo del rubio desde hace tiempo, pero su amistad con el primero lleva durando años. Llegaron a ser muy cercanos en algún momento, y hasta podría decirse también que gracias a él Jaemin y Yeosang se conocieron. Sin embargo, en algún punto, sus caminos se vieron separados. Aún así no perdieron el contacto y la confianza entre ellos, frecuentando de vez en cuando cuando tenían tiempo libre.

Seonghwa recuerda viejas palabras de Kang y una pregunta surge en su cabeza. Probablemente Mingi, quien tiene un ojo más crítico al respecto de todo lo sucedido, puede contestar sus dudas.

— ¿Sabes si hubo algo entre Jaemin y Jeno?— cambia de tema repentinamente. Una vez más, se siente mal por desconfiar de la palabra de su amigo, pero necesita aclarar esa pregunta que ronda por su mente esos días.

Song lo duda un poco. Le gustaría responder algo claro, pero la realidad es que nunca se ha puesto a observar de cerca lo que hace Na.

— Sé lo mismo que tú y que todos; se volvieron más cercanos antes de que terminara las cosas con Yeosang, y ya— responde sencillo, pues no le agrada entrometerse en problemas ajenos y sacar conclusiones cuando no conoce la verdadera raíz de ellos.

Seonghwa asiente. Mingi no lo menciona en ningún momento, pero recuerda con claridad que durante esos tiempos Jaemin le contó sobre constantes escenas de celos, aparentemente hechas por Kang. Decide asumir -erróneamente- que se debieron a la cercanía de Lee Jeno y su amigo y se promete dejar de pensar en ello.

𖥸

Abre el autoservicio y a los pocos minutos llega Yeosang. Hace un leve asentimiento con la cabeza como saludo, saludo que no es correspondido pues deja un poco desconcertado al menor, quien ya se acostumbró a entrar al lugar casi sin recibir una mirada.

Antes de que el autoservicio sea abierto al público, el rubio camina hasta el cuarto de atrás para tomar las cajas con los productos y cumplir con su primera tarea de la tarde, ya cotidiana; ordenarlos y reemplazarlos. Frunce el ceño al notar que Park lo sigue.

— ¿Pasa algo?— pregunta confundido, estirándose para tomar una de las cajas en lo más alto. El mayor lo detiene y en su lugar la toma él. Casi le agradece.

— Si ayer tiraste todas las latas con dos manos no me quiero imaginar el desastre que harás con una sola.

Yeosang hace inconscientemente su mohín que indica molestia y todo el agradecimiento que llegó a sentir se desvanece. Sigue al mayor, quien va hasta las estanterías fuera del cuarto y deja la caja en el suelo.

Inesperadamente, Seonghwa empieza a ordenar la mayoría de cosas que le corresponden a él. Kang quiere hacer más preguntas sobre su comportamiento pero decide contenerse, pues lo más seguro es que vaya a recibir una nueva burla molesta por parte del muchacho. Lo mejor es aprovechar de la repentina ayuda, y así lo hace. Nota que por momentos Park mira con atención su mano con el vendaje, pero antes de que diga una palabra el chico desvía sus ojos y finge que nada sucede.

Su mano. Casi le da un infarto a su madre cuando llegó por la noche al departamento y tuvo que cambiarle las gasas a su hijo. No es que tenga una herida profunda o grave, simplemente a la mujer le genera gran impresión cualquier cantidad sangre, por más mínima que sea. Hasta Jeongin había reaccionado más tranquilo que ella, siendo que es un niño.

— ¿Y eso?— cuestiona Seonghwa curioso, señalando su mano. Kang notó que el castaño tiene el hábito de hacer muchas preguntas, sin importarle que él le demuestre de manera obvia no querer entablar conversación. No está seguro exactamente de si le molesta o no.

Levanta la mano y observa donde el mayor apunta. Sonríe un poco al ver la bandita con dibujos infantiles que su hermano le puso esa tarde en su dedo, el cual también tiene un corte, pero mucho más pequeño a comparación del que tiene en su palma. La repentina sonrisa sorprende un poco a Park, pues es la primera vez en mucho tiempo que ve a Yeosang hacer ese gesto de forma sincera.

— Me lo puso mi hermano menor—contesta la pregunta el rubio, volviendo a su rostro serio de siempre.

El más alto toma la muñeca contraria y la acerca a él para ver con detalle la tirita. Una sonrisa también se deja ver en el rostro de Seonghwa, bastante sutil y disimulada—. Qué tierno— se le escapa, sin saber si se refiere a los pequeños dibujos de animales en la curita o a la sonrisa de Yeosang.

𝐈𝐍𝐒𝐈𝐃𝐈𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora