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Me levante a recoger mi ropa para vestirme aunque me guste lo que Gojo me hace, debía volver a la escuela o me sancionarían y no podía pasar eso faltando tan poco para el torneo.

T/N: Gojo, vamos! Debo irme.

Este estaba sentado en la cama, cubriendo su intimidad con la sabana y deleitándose mientras me veía deambular por la habitación buscando mi ropa, él solo sonreía.

T/N: Deja de mirarme! Me da algo de vergüenza.

Mi rostro estaba algo rojo, encontré mi ropa del lado de la cama en donde el ojiazul estaba, cuando me agache a buscarla, este me tomo del brazo para tomarme entre sus brazos.

Gojo: Tu cuerpo es hermoso. No debería avergonzarte que lo mire en detalle.

Deslizo sus dedos por mis piernas haciendo que me entremezca, de un salto me puse de pie y comencé por fin a ponerme la ropa. Este riendo hizo lo mismo, salimos del lugar y caminamos a la escuela.
Cuando llegamos miro la hora y eran 10.30 de la noche, con un tono algo engreído dijo "lo ves antes de las 11 estarías de vuelta", le devolví una mirada seria y acto seguido me despedí de él para llegar a mi habitación, darme una ducha y acostarme a dormir.

Los días pasaron entre clases, entrenamientos y trabajos de hechiceria, estábamos a las puertas del torneo asi que le mande un mensaje a Itadori para saber si estaba aburrido y solo o había salido con Nanami. 
Me respondió que estaba solo y no tenia una misión que fuera a visitarlo, asi que me prepare y fui a verlo, habíamos hablado hace unos días y estaba emocionado por volver a ver a sus amigos. Llegue al lugar e Itadori no estaba, me parecía raro estaba seguro de que no tendría que salir, mi cuerpo se tenso creí que Sukuna saldría como la ultima vez pero no fue asi su compañero de cuerpo salto de atrás del sofá haciendo que me asustara.

T/N: ITADORI!!!!! No hagas eso!

Este solo se reia, sujetando su estomago mientras que yo tenia una falsa expresión de enojo. Se sentó junto a mi para contarme de Jumpei, un chico que había conocido en la misión con Nanami, era alguien de interés asi que estaban detrás de él.

T/N: Ósea que ahora trabajas como detective?

Este sonrió pero su expresión era seria.

NARRA ITADORI

Que linda es! es tan divertida y ocurrente realmente se preocupa por mi y le agrada pasar tiempo conmigo y no le importa que comparta el cuerpo con una entidad maldita, no me trata diferente. Si no lo hago ahora perderé mi oportunidad, pronto volveré a la escuela y ya no tendré tanto tiempo a solas con ella, además debe conocer a otros chicos en la escuela y también esta Fushiguro!

Bien, lo hare!

Levante la vista y ella estaba mirándome con una expresión de desconcierto.

Itadori: Q- Q-Que pasa?

T/N: Que te pasa a ti? Estas transpirando! Te sientes bien?

Itadori: Si, si.

Apoye mi mano sobre la suya y cuando me miro, sin pensarlo demasiado, la bese. Un beso corto casi fugaz, en definitiva era la primera chica que me gustaba tanto y no quería arruinarlo.
Ella no dijo nada, su cara estaba roja pero se quedo inmóvil asi que esta vez, me acerque más despacio, dejando mis labios cerca pero sin besarla para ver su reacción, solo se movió unos centímetros y entendí que podía continuar.
Esta vez el beso fue diferente, menos torpe con un poco más de pasión pero sin excederme no sabia hasta donde quería llegar. Me recosté sobre ella, dejando su espalda sobre el sofá. Cuando todo iba de maravilla sentí algo en el cuerpo.

NARRA T/N

Itadori es tan dulce, me besa de una manera tierna, abri un ojo para ver su expresión y estaba algo sonrojado asi que decidí cerrarlos para que actuara, se recostó sobre mi dejando mi espalda sobre el sofá puse mis manos en su cabeza jugando con su cabello hasta que el beso comenzó a ser más intenso, su lengua se estaba desesperando, se movía sin control, sus manos recorrían mi cuerpo, la situación me parecía algo extraña asi que abrí de nuevo un solo ojo y para mi sorpresa no era Itadori.
Termine con el beso de una manera abrupta empujando a Sukuna hacia atrás.

T/N: Cuando cambiaste?

Sukuna:
Mocosa, no te diste cuenta? Hace rato que estoy disfrutando de tus labios.

Estaba tan sorprendida que no podía reaccionar. La maldición siguió hablando.

Sukuna: No creí que fuera a hacerlo. Hace semanas que me aburre con sus pensamientos. En fin, no voy a perder mi tiempo.

Se arrojo de nuevo sobre mi, devorando mi cuello sin pausa, tomándome de las muñecas para que no hiciera nada en su contra, recorrió el lugar con su lengua hasta llegar a mi oido y soltó "disfrutaras el momento, te lo aseguro".
Esa frase hizo que mi piel se erizara, este me arranco la ropa, dejando mi sostén al descubierto puso una de sus garras entre medio de mis pechos y la deslizo hacia abajo cortando la unión dejando mis pechos al descubierto, su sonrisa era macabra, sus ojos llenos de deseo, no tardo demasiado y comenzar a lamerlos, a morderlos, a jugar con sus dedos y mis pezones.

Mi cuerpo estaba reaccionando a cada estimulo, los jadeos y gemidos no tardaron en aparecer, soltó mis manos porque quería recorrer mi cuerpo con sus garras, dejando pequeñas marcas de sus uñas en mi abdomen, desliza su lengua por todo mi ser.
Llego a mi entrepierna, tuve la mala idea de ponerme una falda ya que hacia calor, asi que nada le impediría llegar a su objetivo, me tomo de las piernas y las abrió, acerco su cara al lugar y dio paso a las atenciones, su lengua rozaba sin parar mi intimidad, cada movimiento era mas placentero que el anterior, no podía controlar mi cuerpo estaba siendo tan bien atendido que no puse más resistencia y me deje llevar.

Sukuna: Eso es, mocosa, deja de estar tan tensa.

Acto seguido, comenzó a lamer con mas intensidad, estaba tan húmeda, no podía controlarme era demasiado placer, este metió sus dedos en mi haciendo que libere un gemido, parecía deleitar sus oidos con cada ruido que salía de mis labios. Mientras movía se mano decía

Sukuna: Tu sabor es exquisito. No puedo esperar más, no quiero esperar más.

Se incorporo, se puso entre mis piernas, bajo el pantalón que llevaba puesto y metió su enorme erección en mi, clave mis uñas en sus brazos a la vez que dejaba salir un gemido mezcla de dolor y placer.

T/N: Más despacio! Es una zona sensible por si no te diste cuenta!

Sukuna: Callate!

Para no recibir más indicaciones me beso, desenfrenadamente, su lengua jugaba con la mia mientras que se movía de adentro hacia afuera, cada embestida era más fuerte que la anterior, la entidad liberaba gruñido tras gruñido.

Sukuna: Ah sii, tanto tiempo esperando esto! La carne humana es deliciosa.

Mi cuerpo ya no aguantaba más, estaba llegando a mi limite y este no se detenía, las embestidas eran constantes y fuertes, una más profunda que la anterior.

T/N: Sukuna, voy a....

Maldita sea, no quería sentir esto con esta entidad. Es demasiado, mi cuerpo ya no resiste.


La entidad dio su embestida final soltando un gruñendo indicándome que había llegado a su limite al igual que mi cuerpo, lo estaba acompañando con el gemido final.
Este salió de mi interior y se incorporo no sin antes decir

Sukuna: Volveré por más, mocosa! Esto solo fue el principio.

Las marcas en el cuerpo de Itadori comenzaron a desaparecer, el pelirosa despertó y cuando me vio de esa manera, su cara exploto en color rojo aunque eso seria lo de menos, esa maldita maldición me había dejado con ganas de más, realmente mi cuerpo pedía más asi que semi desnuda me abalance sobre Itadori, apoyando mis pechos desnudos sobre el suyo.

T/N: Itadori, quiero más!

Tome sus mejillas rojas y lo bese.

Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora