Una mutante nueva (Terminada)

Capítulo 36: Cabaña y lago

Todos acabaron de comer. Janette y Logan se habían ido al jardin a dar una vuelta y, de paso, ella le iba a preguntar sobre qué sonreían Tormenta y él en el comedor.

-Logan... - lo llamó mientras andaban.

-¿Qué? - preguntó sonriente.

-¿Qué os traéis entre manos?

-¿A quién te refieres? - preguntó confuso.

-Tú y Tormenta... - dijo al frenar el paso.

Logan se paró a su lado y echó un suspiro junto a una risa.

-Nada. - respondió Logan para seguir andando.

-Está bien, entonces me voy. - fingió Janette estar molesta, y se encaminó para irse, pero Logan la cogió de la mano.

- Eres una impaciente. - se quejó Logan en un murmuro, y entonces decidió contárselo. - Está bien, tú ganas...

-Así me gusta... - bromeó Janette.

Logan le echó una mirada con los ojos entre cerrados de forma bromeante, pero luego se puso serio para darle la sorpresa.

-He pensado que podríamos pasar una semana de vacaciones en una casa ds campo al lado de un lago. - dijo mirándola a los ojos. - Ya lo tenía pensado, el lugar es aislado y tranquilo.

Janette se quedó boqueabierta para luego hacer una amplia sonrisa.

-¿En serio? Pero... ¿cuando has planeado eso?

-Cuando tu estabas en tu habitación sola... - sonrió.

-Me encantaría... - murmuró sonriente, y luego le dio un pento beso.

-Oye... No creo que sea el luegar más indicado... - bromeó Logan.

-Cállate. - se rio Janette.

Ambos volvieron a dentro de la escuela y comenzaron el entrenamiento de Janette con su mutació. Janette lo intentaba con todas sus fuerzas, ver el presente, pero era casi imposible. Pasaron horas, al fin lograron algo. Consiguieron que Janette leyera el pasado de una persona a distancia. Eso era un gran progreso.

Se hacia tarde. Cenaron y ya era la hora de dormir. Janette se despidió de Logan, y este se fue a su cuarto. Janette se puso el pijama y se metió en la cama, pero sintió que le faltaba algo: Logan. Janette suspiró y decidió salir de su habitación sogilosamente para entrar en la de Logan, quién se había quedado ya dormirda. Janette sonrió al verle y se tumbó justo a su lado sonrientemente para pasar ahí la noche.