Capitulo 82: Entonces, era eso...

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Era la una de la madrugada y Janette no podía dormir con el remordimiento de no haberse hablado con Logan en todo el día. Después de la conversación con Tormenta, ahora había caído en la cuenta de que él probablemente pensara que quería dejarlo. Y eso no era para nada cierto...

Miró el reloj digital de su mesita y, efectivamente, era la una de la madrugada. La idea de ir a la habitación de Logan no paraba de rondar en su mente. Quería ir pero, ¿y si se molestaba? No pudo reprimir las ganas... Se levantó de la cama, se puso el camisón rosado que tenía encima del escritorio y las zapatillas, y tomó aire. Fue abrir la puerta y... se llevó una sorpresa. Al abrir la puerta, no solo se abrió la suya, si no que la él también. Se miraron durante unos largos e intensos segundos en un profundo silencio. Janette cerró su puerta con cuidado sin dejar de mirarlo con el corazón acelerado.

-Hola... - murmuró Logan.

Janette no dijo nada. Se acercó a él y lo abrazó rodeando sus brazos en el cuello de Logan necesitadamente mientras cerraba los ojos. Y fue correspondida. Se separó de él, le cogió la mano con delicadeza mientras la acariciaba y le sonrió. Juntos entraron dentro de la habitación de Logan, se tumbaron en la cama y se acurrucaron para dormir juntos una noche más.

-Logan... - murmuró Janette antes de ponerse a dormir - Te quiero...

Como respuesta, un beso fue lo que aceleró más el corazón de Janette, para finalmente ponerse a dormir.

* * *

Como era viernes y eran las 10 de la mañana, todos los alumnos estaban en clase. Pero ni Janette ni Logan tenían clase a esa hora, así que se la pasaron hablando en la cafetería, aunque ni hablaron de porqué Janette estaba tan distante.

-Pronto comenzaré la extraescolar con Tormenta - sonrió.

-Al final lo harás - le devolvió la sonrisa -. Qué bien.

-¿y tú?¿Harás alguna?

-No, que va - saltó bromeante -. Paso. Ya tengo suficiente con las clases que ahora tenga que perder más tiempo en vez de gastarlo contigo - sonrió.

Janette sonrió con un rubor en las mejillas. Por mucho tiempo que estuviera con Logan, aún se ruborizaba y sentía esas mariposas en el estómago cada día junto a él.

Se pasaron hablando durante rato de cosas sobre las clases, nada más. Hasta que de produjo un silencio, y Logan, aún con la duda, le preguntó a Janette:

-¿Puedo saber ahora porqué estabas extraña conmigo...?

Janette lo miró sorprendida, pero no lo negó, porque era cierto. Y decidió contárselo finalmente.

-¿Por qué no vamos a dar una vuelta? - preguntó levantándose del asiento.

Logan la siguió sin preguntar hasta llegar al jardín, y fue cuando la cosa se puso tensa.

-Eh... - musitaba Janette - Si no te importa me voy a sentar en ese banco...

-¿Te encuentras bien? - se preocupó Logan al ver que hablaba con prisa.

-Sí, sí...

Ambos se sentaron en el banco, y Logan la miraba preocupado.

-A ver... Eh... Yo... - comenzó - Logan, ¿sabes quién es Michael, no?

-Eh, sí, claro.

-Verás... Yo nunca, pero nunca, me había puesto en esta situación, y mira que tengo años. Pero... ahora, con Michael me he dado cuenta de cosas... - hablaba rápido a causa de los nervios - Pero esas cosas son sentimientos que tú quizás no podrás comprender , la verdad, creo que...

-Janette - la interrumpió -. ¿Qué ocurre?

-Quiero adoptar a Michael - soltó mirando al suelo, temerosa de su reacción.

Nadie dijo nada. Janette apretó los dientes sintiendo temor de aquel fastidioso silencio.

-¿Qué? - murmuró al fin Logan.

-Sé que no lo entiendes... - murmuró aún sin mirarle - No espero que lo hagas, pero... sé lo que siente Michael...

En aquel momento, se escuchó un bullicio en la escuela que justificaba el cambio de clase.

-Me tengo que ir... - murmuró Janette marchándose sin mirarle.

Y así, sucedió que le contó lo que realmente le pasaba por la mente.

* * *

La noche llegó, y esta vez, sí que sí, Janette evitó a Logan durante el día, y cada vez que lo veía de casualidad e intentaba evitarlo, le notaba algo extraño a este.

Ahora estaba dándose una ducha cuando escuchó el ruido de la puerta de su habitación abrirse. Se extrañó, cerró la ducha y se tapó para comprobar quién era. Abrió la puerta y vio a Tormenta.

-Me has dado un susto... - dijo - Espera y me visto.

-No es necesario, solo he venido a preguntarte algo - dijo seria -. ¿Le has dicho ya?

El rostro de Janette se entristeció un poco y asintió.

-Y... ¿qué ha dicho? - preguntó con preocupación.

-Nada. No dijo nada. Me fui, tenía que dar clase. No le he visto en todo el día. No sé qué me pasa...

-Yo de ti, mañana lo hablaría, tranquilamente - murmuró Tormenta -. Para decir qué es lo que pensáis respecto a esta situación. Buenas noches, Janette...

-Buenas noches, Tormenta - se despidió, y esta se fue.

Janette se puso el pijama, y en seguida se puso el pijama para poder dormir con tranquilidad. Aunque eso le supondría un reto esa noche...

Una mutante nueva (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora