Capítulo 56: Goodbye my lover...

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-Ha sido un placer bailar con usted. - bromeó Logan cuando pararon sus pies, y Janette se rio.

Estos volvieron a sentarse en la mesa. Ya eran las diez de la mañana, y todos estaban haciendo algo para entretenerse. Extrañamente, Charles no estaba. Janette le dijo a Logan que se iba a dar una vuelta. Cuando salió al jardín sola, sintió el frío de la mañana acariciar sus piernas y brazos. Caminaba a paso lento, con los brazos cruzados. Ella sabía perfectamente que cuando se separa de Logan, tendría un vacío tan inmenso, que nadie podría llenarlo como lo hizo él. No paraba de preguntarse "¿Volveré a ser la chica distante y fría con el mundo?" o "¿Caminaré hasta que mis pies sangren?". Janette tenía miedo de dejar atrás toda a aquella gente tan maravillosa que había encontrado, pero sentía que debía hacerlo, por ellos. Por Logan. Los pasos de Janette seguían siendo lentos. Recordaba cada momento que pasó junto a Logan. Recordó la cabaña, su primer beso, su primera noche de pasión, su primer baile, su primera risa, su primera confesión... Todo. Comenzó a ver borroso por las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Debaja que su cabello hiciera de cortina para evitar que nadie la viera llorar. Se sentó en el banco más cercano y no podía quitarse a Logan de la cabeza.

-Te quiero, Logan... - susurró. - Simpre lo haré...

Janette se quitó las pocas lágrimas que amenazaban con salir de los ojos, y alzó la vista. No había nadie, por su suerte. Janette se tumbó en el banco mirando hacia el cielo, disfrutando del cántaro de los pájaros. Cerró los ojos y vio la completa oscuridad, pero leves imagines de Logan y ella pasaban por su mente como rayos caídos del cielo. Sin poder quitárselos de la cabeza. Abrió los ojos de golpe, y echó un cansado suspiro. Tenía miedo de volver a andar cin tener rumbo, basicamente por no tener hogar ni nadie a su lado, pero en seguida pensó que ahora lo hacía por una buena razón.

-Eh, cumpleañera. - la llamó alguien que se acercaba.

Janette miró hacia un lado y se encontró con una Tormenta sonriente que andaba hacia ella.

-¿En qué piensas? - preguntó Tormenta al estar al lado de Janette. - Te veo dispersa.

-Pensaba en todo esto... - murmuró con una leve sonrisa.

Janette se sentó normal en el banco permitiendo que Tormenta se sentara también en él. Cuando esta lo hizo, le preguntó a Janette:

-¿Estás bien?

-Sí, claro. - respondió Janette fingiendo. - ¿Por qué no debería estarlo?

-No lo sé, parece que estas en tu mundo. - sonrió Tormenta. - O... ¿estás pensando en Logan...?

Janette sonrió y confesó:

-Bueno, puede...

-Puede no, lo haces. - sonrió Tormenta.

-Es que... no puedo creer lo que hace por mí... Y lo que me está haciendo sentir... - murmuró mirando el césped.

Tormenta la miraba sonriente, alegre por ella.

-Eso se llama amor. - dijo Tormenta.

Janette no añadió nada más, solamente la miró con una sincera sonrisa.

-Bueno, ¿vienes a dentro? - rompió el silencio Tormenta. - Tenemos muchas sorpresas para ti...

-¿A sí? - sonrió Janette extrañada.

-Claro, aunque... fuiste una tramposa al no decirnos que hoy era tu cumpleaños... - fingió estar molesta Tormenta. - Pero nos hemos adelantado.

-Ya lo veo. - bromeó Janette. - Pero de verdad te lo digo, casi ni me acordaba... Son tantos años que... ya ni los contaba. - se rio Janette.

-No importa los años que tengas, siempre has de contarlos.

-¿Por qué? - se rio Janette confundida.

-Porque lo digo yo, fin de la conversación. - bromeó Tormenta.

Janette se rio al ver lo cómica que estaba Tormenta, como siempre, la verdad.

-Anda, vamos. - la animó Tormenta.

Juntas volvieron al comedor.

Pasaron todo el día juntos. Hank, Charles, Kitty, Pícara, Bobby, Scott, Logan, Tormenta y Janette, a excepción de Jean. Ya sabéis. Habían pasado el día entre risas. Janette y Logan no se separaban ni un instante. Hubo tarta e incluso regalos para Janette. Regalos por parte de Michael, de Pícara y Bobby, de Kitty y también de Scott. Aquel día fue especial para Janette, de verdad lo era. Ahora eran las siete de la tarde. Todos se habían ido dejando a Janette y a Logan solos en el comedor. Conversaban sobre lo que pensaban y, de vez en cuando, bailaban un poco.

Logan se acercó a Janette dándole un beso en la mejilla y le preugntó:

-¿Vamos a dar una vuelta?

-Vale. - murmuró Janette.

Logan apagó la música del comedor y salieron del comedor juntos, cogidos de la mano. Andaban en silencio, sin tema de conversación. Janette disfrutaba cada momento junto a él. Logan tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa casi inborrable.

-Ahora que caigo. - rompió el sielncio Janette. - Soy más mayor que tú.

Logan asintió sorprendido.

-Quizá no debería salir con una vieja... - bromeó Logan, y Janette le dio un golpe en el brazo.

La seriedad volvió y Logan le susurró:

-Ahora en serio. Yo me había olvidado por completo sobre el tema de la edad, sólo estaba pendiente de ti.

Janette sonrió mirándole a los ojos, para luego darle un corto beso.

-Te quiero. - le susurró ella, y él sonrió.

Pasaron más de las diez de la noche. Janette se había ido a la habitación de Logan para que su último instante en la escuela, fuera con él. Logan se había dormido en menos que canta un gallo, y Janette... Janette no. De vez en cuando, Janette miraba el reloj. Las once... Las once y media... Ella seguía despierta meintras que Logan dormía plácidamente.

Hasta que decidió actuar cuando se hicieron la una de la madrugada. Janette se levantó cuidadosamente de la cama y miró a Logan con empatía. Se fue silenciosamente hacia su habitación, se vistió, cogió su maleta ya preprarada y se quedó unos instantes en silencio. Pensó que tenía tiempo para escribir una carta de despedida para Logan, para que al menos supiera al razón de su partida. La escribió y, cuando terminó, volvió silenciosamente al cuarto de Logan y dejó la carta doblada encima de la mesita de noche. Lo miró e hizo una estupidez. Se acercó a Logan, y le dio un rápido y lento beso en la mejilla. Volvió la compostura y susurró:

-Adiós, Logan...

Salió de la habitación en silencio y se encaminó a la salida. Cuando abrió la puerta para salir, se llevó un pequeño susto.

-"Cuídate, Janette." - sonó la voz de Charles en su mente.

-"Adiós, Charles." - pensó con una sonrisa.

-"Espera." - dijo Charles. - "Llévate la bicicleta de Pícara, está en el garaje. A ella no le importará."

-"Gracias." - fue lo último que dijo Janette.

Cogió prestada la bicicleta de Pícara y la llevó hacia el exterior. Se montó en la bicicleta, se acomodó la bolsa y contempló por última vez el único lugar que la aceptó tal y como era. Segundos después, pedaleó encaminándose rumbo hacia ningún sitio.

Una mutante nueva (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora