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20 años después.

Selena era la única educadora del infierno.

Ayudaba a los nuevos y viejos a demonios a no ser "tan terribles" un proyecto suyo, para el cuál le pidió permiso a Louis tiempo atrás. Para el diablo estaba bien y claro, no podía negarle aquello.

Aunque comenzaba a estresarle.

—¡No es posible que no tengan nada bueno!—dejo caer los pergaminos al suelo—¡Hasta Louis es medio bueno, y se supone que él es el malo!

Louis la miró, ofendido.

—¿De qué te quejas ahora?—preguntó Zayn, entrando a la sala.

Selena bufó.

—Le dije a los demonios que escriban cosas que consideran buenas de ellos—levantó los pergaminos y los lanzó al aire. Louis los quemó—. Dejaron los pergaminos en blanco.

Zayn contuvo las carcajadas.

—¡No te burles!

Louis rodó los ojos, fastidiado.

—¿No tienen otro lugar donde ir a molestar?—les preguntó de mala gana. Estaba esperando algunas visitas y ellos estaban interrumpiendo su tranquilidad—. Vayan a besarse o buscarse algo para hacer.

Louis no era muy agradable cuando estaba de mal humor.

Selena bufó, sonrojada. Zayn le dio una mala mirada; oh, cierto, Zayn no le había dicho nada. Idiota.

Ambos salieron de la sala rápidamente, no queriendo ser víctimas de el mal humor del diablo.

Zayn suspiró.

Él quería ser valiente.

Tal vez podía intentarlo.

—¡Selena!—exclamó, viendo como ella caminaba algunos pasos adelante.

La rubia se giró hacía él y le sonrió tranquilamente.

—¡Eh, Zayn!

El traidor llegó juntó a ella, sonriente.

—Quería... uh, invitarte a ¿Explorar?—dijo, ligeramente (muy) inseguro.

Selena ladeo la cabeza, algo confundida al no entender del todo lo que Zayn quería decir. Pero su dulce expresión fue suficiente para aceptar.

—Claro—se acercó a Zayn para besar su mejilla—. Pero estoy algo ocupada estos días ¿Puedes esperar una semana o dos?—preguntó, apenada.

Bueno, Zayn había esperado por siglos, no le haría daño esperar dos semanas.

—¡Por supuesto, cuando quieras, entonces!—exclamó alegremente.

Selena le sonrió y caminó en dirección contraría.

Zayn celebró silenciosamente ¡Por fin lo había hecho! ¡Por fin sería valiente! Tenía que ir a contarle a Louis, en ese instante.

Regresó a la sala para contarle a Louis, pero el Rey ya no se encontraba en el lugar.

Louis entró al confinamiento solitario, encontrándose a la demonio del sigilo, jugando con algunas luces que brotaban de sus manos.

—Rose—la llamó—¿Hay algo nuevo?

La castaña asintió.

"Han sucedido algunas cosas los últimos meses."

Rose le llevaba información a Louis menor cantidad de veces. Pero esta vez era importante: Victoria no había regresado al infierno por más de seis meses y Louis le había pedido a Rose buscarla.

Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora