𝔏𝔙ℑℑℑ-. 𝔑𝔬 𝔟𝔬𝔡𝔶, 𝔑𝔬 𝔠𝔯𝔦𝔪𝔢.

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𝔏𝔙ℑℑℑ-. 𝔑𝔬 𝔟𝔬𝔡𝔶, 𝔑𝔬 𝔠𝔯𝔦𝔪𝔢.

Un poco de contexto respecto a los capítulos: Si pueden notar, la mayoría de capítulos son cortos y esto con dos objetivos; a) Hacer que la lectura sea más fácil, rápida y práctica, y b) Los capítulos cortos contienen la información necesaria, para que así los capítulos largos sean los capítulos en los que pasan las cosas más importantes para la trama.

Se puede notar desde el capítulo "por las almas inocentes", y los capítulos de apocalypse, que son más largos que los anteriores a ellos. 

Prizith.

 ♡

Ese día es tranquilo, de forma sorprendente.

El cielo se ha tornado más claro, al igual que el océano, las ciudades, a pesar de estar destrozadas, se ven menos oscuras y tristes. La naturaleza luce viva, más que nunca. Casi puede jurar que hay un sol brillando, a pesar de no ser así.

Recuerda que Harry le dijo que el brillo de las estrellas dependía únicamente de él; hay pocas en el cielo, pero son notables. En un día anterior al apocalipsis, seria de día, hay pequeñas estrellas brillando en el cielo, es un poco extraño, y sin embargo se siente cálido cuando las ve titilando con delicadeza en el cielo.

Es hermoso.

Su felicidad no dura demasiado, solo hasta que decide ponerse el traje y salir de la habitación, pues ha retrasado suficiente la búsqueda de la memoria de Nyne.

Es algo que solo él puede hacer, gracias a su título como rey del infierno, es el único que posee el poder para buscar la memoria de un alma y tomarla como suya, para revelarla por completo y mostrar cada cosa que desee. No es algo complicado, pero si es un proceso lento.

Uno muy, muy lento.

Eso y que Zayn no deja de tocar su puerta.

—¡Cállate, maldita sea! —grita Louis, terminando de ponerse los zapatos.

Escucha la risa de Zayn, justo antes de que siga tocando.

Se levanta de la cama cuando ha terminado, acercándose a la puerta con algo de estrés a punto de explotar.

—Hace media hora dijiste que debíamos ir al infierno.

—No, yo dije que iría al infierno; tú y tu novio se autoinvitaron. —le reclama Louis.

Zayn rueda los ojos, pero no evita sonrojarse.

—Déjalo, solo quiere aprender. —dice Zayn, sin guardar una sonrisa.

Louis alza las cejas, burlándose en silencio.

—¿Es que no le puedes enseñar tu?

Aparecen en la sala del trono, Liam los está esperando con las alas extendidas. Louis no evita notar que las alas de Liam comienzan a tonarse oscuras, en un degradado de negro que inicia en las raíces; pero siguen manteniendo su original color blanco. Tal vez, ha perdido algo de su pureza.

Supone que se debe a eso.

—Pues claro que puedo, pero resulta que solo tú puedes hacer esa cosa de buscar memorias.

Louis rueda los ojos.

—¿Eso no es como invasión a la privacidad?

Zayn se acerca, lo toma por la cintura y deja un beso en su mejilla, sonriendo con cariño.

El diablo ríe.

—Un poco sí, pero sus almas ya no existen, así que no importa demasiado.

Liam sonríe un poco, en dirección a Zayn.

Bastardos.

No le molesta de forma real, pero Zayn puede llegar a ser insoportable cuando está de buen humor; el problema es que, gracias a Liam, ahora Zayn siempre está de buen humor. Y que va, para Liam es grandioso; para Louis y Taylor, no del todo.

Espera que Liam se lo lleve a una lejana y desierta isla donde puedan amarse, en solitario, en silencio y sin molestar a nadie.

Vale, puede que sea un poco agresivo, pero va a llegar el punto donde quiera encerrarlos en una celda para que Liam sea quien lo soporte; puede no soportar a Zayn, pero no por eso va a alejarlo de Liam (No, absolutamente no es porque desea que Liam viva lo mismo que el como una dosis de karma).

Zayn toma la mano de Liam y mira a Louis.

—Te esperamos en el coliseo, Taylor ya está allá.

Louis asiente, sonriendo en dirección a ellos.

No puede negar que son muy dulces, lo cual es muy raro de ver. Sigue sin dejar de impresionarlo lo que Liam hizo, caer al infierno, por voluntad y deseo propio, para encontrar un hogar y un amante eterno. Puede que Harry lo odie (o tal vez ni siquiera lo hace en realidad), pero Louis cree que es la demostración de amor, tanto propio como romántico, más real que puede existir. Liam lo tomo como un escape y Zayn termino convirtiéndose en el camino correcto para huir.

Para Louis, el infierno solía ser un castigo. Para Liam, en cambio, se convirtió en su hogar.

El demonio y el arcángel desaparecen en no más que instantes, y Louis sonríe cuando se han ido. Son lindos, ¿Qué más puede decir? Siente que Zayn ha crecido de la nada.

Se dispone a seguirlos, aunque algo lo interrumpe.

Un ruido lo detiene. Es un estruendo, extraño y repentino. Sabe de dónde ha venido, y eso es lo que más le preocupa.

Por un momento, piensa que lo correcto es pretender que no ha escuchado nada y seguir al infierno; pero no lo hace, decide caminar en dirección a la habitación de Harry, de nuevo.

Hay un susurro extraño, que no puede comprender de donde proviene.

"No me salves, lo lamento."

Gira la cabeza, mirando en cada rincón del pasillo, pero no hay nada.

"No me ames, lo lamento."

Sacude la cabeza, encontrando la habitación de Harry.

Lo primero que nota es que Joe no está donde debería. Lo segundo es, sin dudas, la puerta medianamente abierta. Se preocupa al instante, caminando lentamente, temeroso de abrir la puerta y ya no encontrar a Harry. Detiene sus pasos, dudando, pero continua.

No evita que la sorpresa se plasme en sus facciones cuando ha entrado.

Harry está ahí, no ha escapado, y sigue encadenado; de pie, con las cadenas sobre el suelo y rodeando el cuello de Joe. El demonio tiene otras heridas: Una que cruza su pecho, y otra que cruza todo su brazo, hechas con su propia arma. Sangra de forma latente y constante. Por naturaleza, Taylor debería aparecer ahí, o debía estar ahí desde rato antes; no comprende por qué no está ahí, lo cual es una terrible señal.

"No lo valgo, lo lamento."

El demonio le preocupa, pero sin duda su atención se centra en Harry de forma inmediata.

El creador levanta la mirada y lo ve, a los ojos, con sus brillantes ojos verdes y una mirada de confusión que ni siquiera Louis puede comprender. Luce descompensado, triste y derrotado, casi tanto como fundido.

—¿Louis? —pregunta, con su voz dulce y pacífica.

Mira al demonio que yace en el suelo, antes caer de rodillas al suelo, arrepentido. Él no lo recuerda, no sabe que ha hecho; pero sabe que lo hizo, que ha sido su culpa por completo.

Louis lo toma por los brazos, necesitando asegurarse de que Harry está realmente ahí; el creador lo mira, tan esperanzado como solía hacerlo.

Su Harry esta con el de nuevo.

—¿Qué he hecho?

Y, ahora, parece más roto que nunca. 

Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora