Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]

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Harry tenía ciertos problemas de ira que eran difíciles de controlar.

En realidad, pasaba la mayor parte del tiempo con buen humor. Louis y él parecían tener un trato silencioso, en el que simplemente se encargaban de sus responsabilidades y no se metían con el otro.

Desde que Louis separó la tierra, Harry decidió no seguir alimentando su enemitad.

El problema ahora era que Louis se había enamorado de un humano.

¡De un jodido humano! Harry no podía soportar eso. ¡El amor era algo suyo! ¿Y Louis se atrevía a tenerlo con alguien más? No, no podía permitirlo, simplemente no.

—Harry—le llamó Michael, mientras Harry escribía algo en un pergamino—. No me parece justo hacer eso.

Y a Harry no le importaba si era justo o no.

El creador lo ignoró, continuando su escritura.

—¡Harry!—exclamó Michael, atrayendo su atención—¡No hay necesidad de hacerlo!

Decía la verdad, Harry lo sabía. No tenía la necesidad de ordenar aquello, pero si tenía unas grandes ganas de hacerlo.

Algo en él necesitaba hacerlo, aún cuando no era justo.

—Esto no esta bien—el arcángel negó varias veces con la cabeza, sacudiendo sus marcados rizos—. Él no te ha hecho nada, Harry. Déjalo continuar.

El creador soltó una risa, burlándose de aquello.

—Los humanos siempre mueren, no te veo quejándote de eso.

Michael lo miró ofendido.

—¡No es un humano común!—gritó—¡Lo estas haciendo solo para dañar a Louis!

Harry lo ignoró. Terminó de escribir en el pergamino y lo hizo desaparecer.

—Algún día—dijo Harry—, te escucharé.

Porque Harry sentía que algún día tendría esa necesidad de arrepentirse; sabía que algún momento querría remediarlo todo y la única persona que realmente ayudaría realmente, sería Michael.

Pero faltaba mucho tiempo para ese día.

Michael soltó un suspiro cansado, rindiéndose.

—Pero no hoy.

Harry tenía tanto rencor guardado, y Michael no podía comprender porqué. Fue él quien expulsó a Louis, causandose daño a si mismo. No había nada malo en el pequeño arcángel, no hasta que Harry creo esa maldad.

Y aún así, Michael seguía creyendo que Louis no había hecho nada malo a comparación de Harry.

Pero todos estaban esperando en silencio.

♡

Louis estaba de un especial buen humor ese día.

El infierno celebraba su creación.

En realidad, el infierno siempre estaba de fiesta. Pero ese día siempre se creaban algunos demonios, comenzando una nueva generación infernal. El infierno cada vez era más grande y más demonios se adueñaban de el.

—¡Buenas noches, demonios!—exclamó Taylor—¡Hoy celebramos el día en que fuimos desterrados a este maravilloso lugar!

Louis ya no sentía esa presión en su pecho que aparecía cada vez que ese hecho era mencionado. Tal vez, lo único que causaba esa presión era Harry.