𝔛𝔛𝔛ℑℑ-. 𝔖𝔱𝔞𝔯𝔰 𝔦𝔫 𝔜𝔬𝔲𝔯 𝔈𝔶𝔢𝔰.

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La noche continuó.

Eran cerca de las 12, tal vez unos minutos más. Tanto Harry como Louis estaban mínimamente afectados por el alcohol que habían consumido; de hecho ambos estaban perfectamente a compartir de otros demonios y ángeles que los rodeaban.

Harry reía a carcajadas.

—¿Puedes creer que Shakespeare le robó cada una de sus palabras?—preguntó Louis, exagerando ligeramente.

Shakespeare había sido un gran amigo de Taylor, quien terminó su vida cuando el hombre utilizó sus escritos para volverse famoso. Una trágica historia.

—Bueno, Shakespeare robó sus escritos y ella su alma—se burló Harry, tomando de su trago—. Parece algo justo.

Habían adoptado un ambiente mucho más ligero y tranquilo después de el breve momento en el que ambos mencionaron desear tener algo juntos. La música había ayudado genuinamente en su situación, siendo mucho más relajante u cómodo para ambos.

Estuvieron contando historias qje vivieron durante aquellos dos siglos: Las de Louis ocurrían generalmente en la tierra y con grandes altercados con humanos, como cuando tuvo una pequeñísima pelea con la reina Victoria y esta terminó decapitada (bueno, eso no fue su culpa); las de Harry, en cambió, era mucho menos interesantes y ocurridas en el cielo... y en el cielo no pasaban cosas divertidas ni interesantes.

—Bueno, allá arriba es muy aburrido, para ser honesto—confesó Harry—. Michael es demasiado recto.

Louis dejó la copa en la barra y juntó sus manos.

—No me sorprende.

Harry rodó los ojos. Louis sonrió.

Broklyn Baby cambió repentinamente el ambiente de él lugar.

—Lana del Rey—mencionó Louis—¿Quién esta acargo de la música? Juro que es una adolescente deprimida.

Harry se sacudió para contener una risa. Una risa genuina, una que hizo sentir cómodo a Louis y dejó un dulce sentimiendo en su pecho. Oh, por él, no podía estar cayendo tan rápido ¡Tenía un plan el cuál cumplir! No podía ser tan idiota.

Tal vez no estaba mal.

Louis suspiró. Harry lo miró de reojo, sonriendo cautelosamente. Quería otro ambiente, algo más tranquilo; y definitivamente más silencioso.

—¿Quieres, uh, ir a otro lugar?—las manos de Harry estaban temblando mientras hacía esas preguntas. Enredó su mano en su cabello largo y rizado, un vago intentó de mantener sus manos quietas.

Necesitaba mantener la calma.

Louis pudo notar sus nervios y motivación ¿Cómo podía negarle algo a ese nervioso Dios de labios rosados y dulces ojos? Porqué Louis podía notar lo cambiado que estaba Harry, definitivamente no era ni siquiera la mitad de lo que fue; era mucho mejor, era todo lo que Louis merecía tantos siglos atrás.

¿Aún lo merecía?

Louis creyó por siglos que no era merecedor de amor y por eso todas esas cosas le habían sucedido: Alguien que no merece amor, le será arrebatado.

El diablo se levantó de la silla con una sonrisa plasmada en su rostro.

—¿A dónde quieres ir?—preguntó, extendiendo su mano hacía Harry.

El creador miró su mano, sorprendido y sin estar muy seguro de que hacer. Tomó la mano de Louis, esforzándose notablemente para no temblar. Louis lo ayudó a levantarse y comenzar a alejarse de el lugar.

Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora