Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]

𝔛𝔏ℑ𝔙-. 𝔗𝔬𝔡𝔬 𝔩𝔬 𝔮𝔲𝔢 ℌ𝔞𝔤𝔬 𝔰𝔦𝔫 𝔗𝔦.

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Harry estaba bastante preocupado por la situación angelical de ese momento.

Necesitaba resolverlo pronto y regresar con Louis. Estaba tan emocionado por lo que sucedería esa noche, y no le importaba que tan grande fuera el problema en el cielo a ese momento, simplemente quería regresar con su rey y regresarle sus alas.

Pero, por desgracia, también tenía responsabilidades y debía buscar una solución o dar ordenes.

Había pasado al menos 20 minutos en interrogatorios, exigiendo explicaciones y relatos detallados sobre lo que había sucedido en aquél momento. Nadie sabía donde se encontraba el ángel que cometió el crimen, por lo que la preocupación solamente aumentaba. Los ángeles intentaban dar la mayor cantidad de información posible, con la esperanza de que algo fuera útil.

—A partir de ahora, los Ángeles serán revisados e interrogados al menos una vez a la semana.—habló Harry, de pie en el podio—. Cualquier actitud sospechosa, conductas indebidas, o visitas a la tierra sin ser previamente avisadas, serán sancionadas.

Harry había llegado a la conclusión de que era la mejor opción. Quizás, permitir demasiada libertad a los ángeles era el verdadero problema.

Exclamaciones sorprendidas llenaron el lugar.

Harry se acercó a Michael, manteniendo su expresión seria.

—Encárgate de que se mantenga el orden—pidió suavemente—, debo regresar con Louis.

Michael asintió, suspirando.

—¿Estás seguro de eso?

Harry mostró sus hoyuelos, junto a una sonrisa enamorada y ojos brillosos.

—Nunca estuve tan seguro de algo, Michael.—afirmó.

Michael acompañó su sonrisa.

—Corre por tú amor, Harry.—acordó el arcángel.

Él creía que era momento de que Harry dejará ir todo el pasado, que por fin liberase las cosas malas y permitiera que la felicidad se mantuviera en su vida.

Harry caminó alejándose lentamente del lugar, en dirección a su sala.

Todos estaban en la arena, absolutamente todos, ese fue el problema, todos se desentendieron de la tierra para darle atención a los asuntos celestiales.

Abrió la puerta, esperando encontrar a Louis en algún lugar de la sala.

Pero Louis no estaba.

Con una expresión confundida, esperó encontrar alguna nota o pergamino, tal vez diciendo que tuvo asuntos que resolver en el infierno. No había ninguna nota en ningún lugar, todo estaba perfectamente como lo dejó antes de irse.

Excepto por un detalle.

La prisión de Nyne estaba rota.

Harry comenzó a hiperventilar, buscando un indicio de daño. No había nada, absolutamente nada más que la prisión rota. Louis había entrado, Harry estaba seguro, había entrado a la prisión y seguramente había descubierto su última mentira, el único detalle que olvido resolver.

Y el más importante.

Se sentó en su trono por un momento, buscando soluciones o explicaciones.

No habría explicaciones, Louis no podría soportar otro daño. Harry lo sabía, sabía que Louis tenía un maldito límite y aún así olvidó por completo hacer algo con el alma de Nyne, sabía que Louis se daría cuenta de que Harry seguía siendo un mentiroso y una mala persona, sabía que solo necesitaba una cosa para estar en completa paz y bondad. Y aún sabiendo todo eso, no lo hizo.