𝔛𝔏-. 𝔖𝔥𝔞𝔡𝔬𝔴𝔰.

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𝔛𝔏-. 𝔖𝔥𝔞𝔡𝔬𝔴𝔰.

Liam estaba seguro de que necesitaba algo nuevo.

Algo sorprendente, diferente, algo que pudiera recordar por el resto de su vida mientras continuaba siendo quien siempre fue.

Aún si no quería seguir siendo aquél arcángel inteligente y recto, podía vivir recordando.

No era mucho, pero era todo lo que podía tener.

Creía que también era justo hablar con Harry, porque habían pasado días sin tener una conversación real, y había desaparecido la noche anterior. No tenía ni la menor idea de donde estuvo, tampoco quería preguntar.

—Harry.—saludó, entrando a la sala de creaciones.

Harry se giró para verlo, con una sonrisa. Parecía de muy buen humor, a pesar de tener un pequeño destello de tristeza en sus ojos. No creyó que resultase algo importante, no si Harry no hablaba sobre ello.

—Liam.—respondió con un asentimiento—¿Todo se encuentra bien?

Liam dudó ¿Qué tan correcto era hablarle sobre sus nuevas ideas extrañas? ¿O sobre sus recurrentes encuentros con uno de los líderes infernales? Porque claro, Harry también estaba ocultando cosas, pero Liam no tenía la menor idea.

Decidió hablar de algo igual de importante.

—Cada vez llegan menos almas.—comentó—. En el infierno se juzga todo, y se quedan todas las almas malignas o los que deciden quedarse ahí; solo suben almas puras, que son procesadas antes de ser enviadas.—explicó, a pesar de que Harry probablemente ya lo sabía. El creador asintió, pidiendo que continuará—. El problema es, solo han entrado 100 almas en lo que va de año.

Harry frunció el ceño. Era una cifra muy baja. Por lo general, a ese punto del año, ya habían entrado al menos 400 almas; la mitad descansaba y los restantes rotaban. 100 era una cifra realmente pequeña, lo que aparentaba un problema.

Le preguntaría a Louis.

—Puede que este sucediendo algo.—acotó Harry. Liam asintió—. Trataré de investigar que esta sucediendo.

Liam asintió.

Vale, tal vez podía contarle una parte. Una pequeña, muy, muy pequeña.

—Uhm.—apretó los labios—. He estado saliendo con alguien.

O era directo o se acobardaba. No tenía punto medio.

Harry, que estaba junto a una repisa buscando algunos pergaminos en cajones, levantó la mirada para darle una sincera sonrisa.

—Eso es genial, Li.—aseguró Harry—¿Es ángel, demonio o mundano?

Para Harry, honestamente, no era algo importante, ni mínimamente relevante. Pero no quería parecer desinteresado, cuando en realidad simplemente no importaba con quien estuviera Liam, solo que estuviera bien. Ángel, demonio o humano, estaba bien con tal de que no le hiciera ningún daño al arcángel.

Después de todo, él unas horas atrás estuvo con el diablo.

Y él era Dios.

—Es un demonio.

Liam parecía seguro. Harry asintió.

El arcángel decidió irse, tenía un encuentro acordado con Zayn y faltaban menos de 10 minutos.

El bar, otra vez.

Liam realmente necesitaba algo nuevo o se volvería loco.

Zayn estaba en la puerta del bar, esperando al arcángel para entrar. Liam le sonrió abiertamente y se acercó a él; Zayn lo tomó del cuello para sostenerse y levantar un poco sus pies, dejando un intenso beso en sus labios.

Lovers in the Light of Hell ▪ ︎L. S. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora