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27 de enero del 2019.

Shannel Smith.

Abro mis párpados lentamente, la imagen que reciben mis retinas son las mismas de ayer, y antes de ayer. La soledad de la habitación del hospital; llevo cinco días aquí desde que choque contra un árbol después de haber perdido el control del volante. Las escenas aún son confusas en mi mente, pero por lo que me dijieron una familia que iba pasando encontró el carro echo trizas. Llamaron a emergencias creyendo que no había sobrevivientes por lo catastrófico de la escena.

( No obstante, como yerba mala nunca muere, ahí estabas tú: medio muerta, pero más viva que un zombie) tan amable, Pepe grillo habla molesta conmigo. Todavía no supera que casi muere.

(¡ Casi muero! Desgraciada, ¿ Sabes que pasaría con el mundo si pierde una estrella tan valiosa como yo?)

No lo sé, pero se que morirás asfixiada por tu ego.

Le saco la lengua mentalmente. Ella muy madura me saca el dedo del medio.

Vuelvo a observar la desolada habitación. Podría decir que siempre está así, pero mentiría. Desde que estoy aquí está a sido la primera vez que solo estoy yo. El resto del tiempo siempre están los rubios y mis padres. Esos que solo aceptaron dejarme sola porque hoy soy dada de alta.

Porque si mundo, hoy vuelvo.

( ¡Intenta esta vez no matarnos!) Grita con desespero.

Supéralo, fue nada más un accidente.

(¡ Contra un árbol, tarada!)

Dramática.

La ignoro recordando lo difícil que fue para que mis padres accedieran a irse una noche
Más no me quejo, porque el verdadero reto fue convencer a cierto árabe que se negaba a separarse de mi.

Una sonrisa boba se desplega en mi rostro al recordarlo.

( Aquí vamos...) Suspira con pesadez.

Él, que todos estos días a estado a mi lado con una sonrisa de apoyo, sosteniendo mi mano en cada exámen al cual me sometían, obligandome casi a comer la horrible comida de hospital y dándome a escondidas dulces, porque es imposible negarme algo. Palabras de él, no mías.

Una travesía fue obligarlo a ir a descansar, porque dormir juntos en una camilla para una sola persona, apretados y sin cobija ( ya que él prefería darmela a mi); no se le llamaría descansar. Más Tayler es terco y se negaba hasta que lo convencí de que estaba bien.

Lo que creyó cuando le dije que hoy me daban de alta. Por fin saldré de esta pequeña habitación y podré recibir algo de sol. Se que las cosas no serán fáciles cuando salga de estás puertas. Comenzando con la conversación que nos debemos Tayler y yo. Porque e amado que a estado a mi lado sin saber la verdad completa, esperando pacientemente a que yo quiera hablar.

Y aunque e tratado de prolongar ese momento, ya decidí agarrar valentía y contarle todo hoy.

La puerta blanca es tocada por millonesa vez está semana. A veces siento lastima por ella, desde que llegué solo le he causado desgracias; todos tocandola sin importarle sus sentimientos o si le gusta la fuerza que usan o el tacto de sus manos. Pobre.

( ¡Joder, deja de sufrir por un objeto inanimado y di: adelante!)  Interrumpe mi análisis.

Pepe, ¿ Tú no tienes sentimientos?

( ¡ Es una jodida P-U-E-R-T-A!) Deletrea.

Insensible.

— Adelante__ respondo cuando recuerdo que hay una persona esperando por entrar.

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