20 de enero del 2017
¡Joder! ¿Qué parte de pudrete en el infierno, no entendió? ¡Arg!
Mi celular vibra anunciando otro condenado mensaje.
Número desconocido: bonita perdoname, entre en pánico y no supe lo que dije. ¡Lo siento contesta!
Esos son la clases de mensajes que e recibido desde hace dos malditos días.
Mi teléfono pareciera un terremoto de todas las veces que a temblado.Ruedo los ojos cuando veo otra llamada entrante, cuelgo sin titubear.
—¡Verga! Apaga esa mierda que me tiene cansada__ se queja Amber que estos días junto a Edward han sido mi soporte.
—Edward por favor, sólo un trago__ suplico para que me entregue la hijo e madre' botella de ron.
—No, Shannel no pienso dejar que te emborraches por un mal nacido.
—Si yo quiero beber hasta perder la puta conciencia es mi problema__ gruño alzando la voz alterada.
—Pues me vale mierda, tú no bebes ni una gota de licor.
Gruño enfadada. Ahorita lo más que quiero es perder la conciencia en un coñac y ellos no me dejan. Gracias a dios ya pase la etapa de llorar, ahora solo quiero emborracharme hasta el anochecer.
—¿Qué pasa chicos?__ dice mi madre asomándose al cuarto.
Ellos no saben nada ya que no me apetece contar esta mierda de historia.
—Nada señora Smith, solo es Shannel siendo rabiosa__ dice Amber.
—Usted sabe que a veces a ella se le pega la loquera__ lo apoya Edward.
—Bello, se complotan en mi contra__ bufo indignada.
Mi madre ríe.
—Bueno chicos, voy al consultorio. Comportense.
—Claro, señora Smith.
Y así se va mi madre, y las lágrimas empiezan a caer de nuevo. Como si de un vacío se tratara caigo en la cama haciéndome un ovillo mientras sollozo, con el corazón roto.
¡Maldito Alex!
25 de enero del 2017
— Largo de mi puñetera casa, Alex__ gruño tratando de cerrar la puerta, cosa que no puedo ya que su estúpido pies me lo impide.
(Cierra la puerta en su pie, que sienta tu dolor emocional en algo físico) me susurra en mi oído vestida de rojo como un diablito.
Aunque la propuesta es tentadora, no quiero mi puerta manchada de su mugrienta sangre
—Por favor, Shannel. Se que me equivoqué, pero nadie es perfecto. Perdoname.
—No. Largo, no quiero ver tu maldita cara nunca más.
—Bonita, tu me amas y yo te amo.
(Maldito infeliz usando la carta del amor) habla Pepe el grillo negando con la cabeza.
—El amor no es suficiente Alex. Me lastimaste.
—Y lo lamento mucho, dame esta oportunidad. Sólo una__ suplica acercándose a mi.
ESTÁS LEYENDO
Hoja En Blanco
RandomNo siempre el primer amor es el correcto, no siempre el cliché es encantador. No siempre se obtiene el final feliz. Lo conocí con hermosas sonrisas que ocultaban esa crueldad. Pensé que era el fin del cuento, pero no fue así. Yo digo cuando acaba y...