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10 de octubre del 2018.

Con paso apresurado ando por los pasillos, los tacones de plataforma azules que combinan con mi pantalón de vestir negro y camisa con estampado animal print.  resuenan en el piso, saludo a algunos compañeros de trabajo y con mi buen humor bajo al estacionamiento en donde pienso esperar a Tayler.

Si le soy sincera, llevó dos días sin verlo, hemos hablado por mensajes y llamadas. Nos reímos y coqueteamos entre si. Pero no nos hemos visto en persona, la universidad me esta absorbiendo, mas el trabajo en la tarde y algunos fines de semana; mi rutina se ha vuelto más complicada. E imaginó que la de Tayler será peor.

Así que aprovecharé qué tengo el resto de la tarde libre para sorprender a Tayler cuando vaya a su auto.

Quiero verlo, no e dejado de pensar en él, sus ojos grises, boca curvilínea y perfil firme.
Extraño su contacto y sus labios encima de los míos. Y lo peor, no es eso. Sino que también extraño oír su voz, sus linda risa cuando se ríe de mí sarcasmo o cuando tenemos esas cortas y leves peleas como por ejemplo: de quién cocina mejor o cuando el se queja de porque me maquillo y yo me molestó porque esconde mi maquillaje, he descubierto que me fascina hacerlo enojar y soy buena en eso es bastante fácil gracias al carácter impulsivo del Árabe.
Todas esas cosas tan simples y que extrañado en solamente dos días... Sin contar las charlas con él que adoro, cuándo duramos hasta la madrugada hablando de un libro, de música o de nuestros gustos.

Hasta que ya se bastante cosas de él. Por ejemplo:

Es súper haceado, un maniático de la limpieza.

Ama las ensaladas de frutas,y mas que tenga muchas fresas.

No es fanático del fútbol americano. Sino que prefiere el soccer.

Tiene el hábito de pasarse la mano por el cabello, a cada rato.

Adora el pollo, frito, asado, a la plancha... Como sea mientras sea pollo.

Cuando está leyendo un libro siempre escucha música más que todo baladas.

Tiene la costumbre que cuando no entiende algo se queda mirando a la nada reflexionando en voz alta. La primera vez que lo ví pensé que estaba hablando solo.

Lo he analizado tanto que se muchas cosas más, esas que son las que me tiene suspirando a la nada, y con un miedo del tamaño de un hoyo negro en mi estómago.

(Esto parece mas que deseo carnal) habla en mi mente esa voz.

No lo se, no quiero pensar, solo quiero estar con él para calmar el ardor en mi piel que pide de él. Para saciar mis oídos que desean con escuchar su voz gruesa, ronca y cautivadora. Para perderme en un mundo donde puedo amar y ser feliz solamente con hablar con él.

Veo una sombra a lo lejos, reconozco su figura entre la oscuridad; su andar natural pero seguro que intimida a cualquiera pero que a mi me muestra una persona que a tan corta edad ha logrado tantas cosas asombrosas merecedora de mi respeto. Sonrió pensando, pensando y pensando más en todo lo que me gusta de Tayler.

Dejo de sonreír para fruncir el ceño al oír su sonora carcajada ¿ Esta acompañado? ¿ Porque ríe? O mejor ¿ De que o con quien se ríe?

Tuerzo la boca al notar la sobra femenina y elegante que camina a su lado también sonriendo.

(Que vaina...! Ahora ¡¿quien es la miss sonrisa del guasón?!) pregunta disgustada.

Hoja En BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora