44

25 3 2
                                    

Edward Gómez.

Ver a una de las personas más importantes para mi, mirar a esa chica que me ha dado tantas sonrisas con la cual me podía reír a carcajadas, en la que confió y amo ciegamente desde mi niñez, así: Destrozada, entre un desorden descomunal más que todo mentalmente. Es como si me clavaran diez cuchillos en la espalda sin piedad. Tan grande es mi dolor al ver a Shannel desorientada, pérdida, con lágrimas en los ojos viendo la sangre salir de su mano.

Quedo en una clase de shock, ya que no me muevo ni reaccionó hasta que veo la melena rubia ( la cual antes era lisa y ahora es enrulada ). Caminar rápidamente hacia ella viendo preocupada su herida, ahí es cuando el peso de su sufrimiento cae en mi como un gran saco de papas, provocando que mi corazón se rompa un poco. Y con ese sentimiento, camino de prisa quitando a Amber suavemente y sin más enrolló mis brazos en el cuerpo frío y temblando de mi alma gemela. Porque sí, siempre me ha gustado pensar que estuvimos destinados a conocernos, que aunque no tengamos la misma sangre somos hermanos del alma.

Y como su hermano del alma, se por lo que esta pasando y no me sorprende cuando siento como se aferra a mi camisa llorando a moco suelto. Solamente la sostengo para que sepa que no esta sola, que yo siempre estaré.

Acaricio su cabello tratando de relajarla apretándola mas contra mi, para después sentir otros dos brazos cálidos unirse, volviéndonos una montaña de llanto. Y se que suena raro porque estoy llorando como nenita al igual que las dos chicas a mi alrededor.

Alzo la mirada y la conectó con esos bellos ojos marrones que tanto me encantan y con una sonrisa le agradezco por estar aquí para mi alma gemela.

Vuelvo la mirada a la pequeña entre mis brazos cuando noto que ya paro de llorar y ahora solo esta quieta, entumecida en su mente.

—Ya, ya, pitufina...Todo estará bien.__ susurro en su oído oyendo como suspira.

—Shann'... Tranquila, aquí estamos__ esta vez habla Amber.

Pasan unos minutos en donde oigo como suspira, llora y refunfuña sin moverse de su lugar. Hasta que levanta su cabeza para mirarnos con sus ojitos aguadas y irritados por llorar.

—Gracias, chicos.__ susurra con su voz ronca y seca.

— No te disculpes, muñeca_ musita Amber con una sonrisa__ Todo estará bien, ese idiota no se acercara a ti.

Siento como se tensa entre mis brazos, para después sentarse rígida como un palo. Con una sonrisa conciliadora acarició su mejilla, tratando de que se relaje en vano.

—¿Quién les dijo?__ susurra mirando al piso tímidamente.

Aún con el dolor en mi pecho, la empujo para que vuelva a caer en mis brazos sin querer soltarla, queriendo protegerla de todos.

—Tayler dijo su nombre y pues eso fue suficiente__ respondo bajito, ya que siento que si subo la voz la asustare al verla tan frágil.

—¡Ay, no!__ se queja frunciendo el ceño __ ¡Tayler! __ exclama como si lo acabara de recordar __ ¡ dios mio! Que mala novia soy, como lo trate; debe estar pensando que soy una loca bipolar...

— Tranquila, Shann'. Él no va a pensar eso... Es más, estaba súper preocupado por ti. Tanto, que si no fuera por que lo entregamos a tu papá, no sale corriendo a buscarte.__ explicó

—¿En serio? __ pregunta bajito, dudosa.

—Claro que sí, castaña__ dice Amber__ Ya vas a ver que todo estará bien__ asegura__¿ Ahora quieres algo de comer?

Hoja En BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora