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10 de marzo del 2017

-Pinches traidores, me dejan sola__ patalea Amber, sonriendo.

-Ay! Ya tranquila, no te pensamos olvidar__ habla Edward.

-Más le vale porque si no los busco y los jalo por una oreja__ amenaza ella.

-Ya dejen de pelear. Y ayudenme.__ los regaño.

Se voltean y empiezan a ayudarme, en este momento estamos haciendo maleta, ya que en una semana nos vamos.

-Oye Edward rectificaste que nos pusieran en el mismo apartamento__ preguntó.

Entre los dos hemos decidido establecernos en el campus de la UNY. Papá se ofreció a ayudarnos económicamente hasta que alguno consiguiera empleo. ¡Lo único que agradezco mucho es que el apartamento viene amueblado! Menos tramites.

-Si Shannel todo esta listo.

Asiento conforme sin creerme lo que esta sucediendo en mi vida, todo a ido tan deprisa. Un cambio drástico que no me esperaba, pero que tomaré de la mejor forma.

17 de marzo del 2017

Pongo un pie descalzo en el frío piso de mi cuarto, desorientada, me pongo de pie y me movilizó por la habitación, prendo la luz de la lampara que descansa en la mesita alado de mi cama. Parpadeo varias veces para acostumbrar mis ojos a la claridad, bostezo mientras trueno mis dedos.

¡Odio pararme temprano! ¡porque coño los aviones despegan de madrugada! Pinches chingones que no disfrutan el dormir.

Camino más dormida que despierta hacia el baño, enjuaga mi cara con el agua fría para levantar mis neuronas.

(A ver, arriba un nuevo día dejen la flojera) dice tocando una trompeta en modo militar.

Refriego mi rostro quitando todo rastro de lagaña y sueño. Hago mis necesidades, para después poner a llenar la tina con agua tibia.
Mientras llena, me acerco al reproductor y coloco Thanks U, next de Arianna Grande tarareo la canción, despojandome de mi pillama de unicornio.

Y si así de infantil soy.

Tardó unos quince minutos bañandome, ya que me distraje jugando con la espuma, para después salir a buscar mi atuendo. Me decido por un pantalón negro ajustado con una camisa roja con blonda al frente, y pues no puede faltar mi convers azules. Me maquillo sutilmente, rímel, brillo labial y un poco de base, esparzo perfume en mi cuello, brazos y manos. 

Me acerco al espejo de cuerpo completo que esta empotrado a la pared. Revisó mi vestimenta y la apruebo asintiendo con mi cabeza.
Miro mi reflejo detallando mi rostro: ojos verdes con motas amarillas, tez morena casi como la canela, cabellera en rulada negra azabache larga hasta mi cintura, nariz perfilada, pestañas largas y cejas definidas y gruesas naturalmente, mis pómulos firmes con un leve sonrojo, labios carnosos y rosados. Mi cuerpo tampoco esta mal; no es extravagante, pero no necesito caridad, con mis cintura bien marcada igual que mi torso, mis senos tan grandes como los de una chica de dieciocho años, trasero voluptuoso que queda bien con mis piernas largas y firmes gracias a los maratones de ejercicio. Se que no soy la mayor modelo del mundo ¡pero que se vayan a la mierda! Ahora en más en mi mundo paralelo yo soy la más bella, no bonita, si no más que eso, hermosa.

Sonrió ante lo que muestra el cristal en el muro.

Esta soy yo y estoy conforme con ello. Ya no importa lo que me digan, las críticas destructivas de los demás, ellos no viven por mi yo no vivo por ellos, mi autoestima no vuelve a caer, ninguna persona volverá a pasar sobre mi, me haré respetar y valer. Porque se que valgo mucho y que no debo dejarme llevar por las palabras de aquellos que no me valoraron.

Hoja En BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora