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28 de enero del 2017

Siento que mi cabeza va explotar. Creo que esta palpitando. ¡O dios! El corazón se me fue pa' arriba o que?

Me levanto lentamente, veo a mi alrededor y reconozco la habitación de Edward.

¿Que paso ayer?

(Te lo resumo: viste él mal parido de mierda con otra, peleaste con tus amigos y después te fuiste a beber hasta que te emborrachaste por los codos. Y yo me sigo preguntando para que me tienes si no me escuchas? )Dice frustrada.

Los recuerdos de ayer pasan por mi mente como si de una película se tratara.

¡Dios! ¿Que me esta pasando!?

Me muevo hacia el baño, me mojo la cara y cepillo los dientes.

Salgo y me movilizó a la sala en donde se oye voces. Visualizo a Amber y Edward sentados hablando.

-Me duele la cabeza__ murmuro haciendo que noten mi presencia.

-En la cocina hay unas pastillas.

Asiento y voy en busca de las cápsulas. Vuelvo y me tiro en el sofá al frente de ellos.

-Lo siento por gritarles ayer.

-Tranquila nosotros también te estábamos ahogando. Ahora lo que te suplicó es que no vuelvas a tomar ¿si?__ dice Amber.

Sonrió feliz me paro y me siento en el regazo de mi mejor amigo y abrazo a ambos.

-Bueno ya! Sueltame que me asfixias.

Río y los libero.

-Joder! Mis padres.__ digo recordando que no les avise en donde estaba.

-Yo los llame informándole que estabas conmigo.

Asiento conforme y  suspiro tristemente.

-¿Que haré chicos? Todo en lo que creía era una ilusión.

Mis ojos se cristalizan y los recuerdos vuelven a llegar como avalancha que me arrastra.

-Seguir adelante__ responde Amber__ no dejarte vencer.

-Demuestrale de lo se perdió__ lo apoya Edward.

Pienso sus palabras y tiene sentido; no puedo quedarme a sufrir. Shannel Smith no llora por quien no lo merece.

25 de febrero del 2017

Quito el sudor de mi frente, sigo tratando en la maquina de hacer ejercicio.

Jadeo en busca de aire, cinco minutos más y término.

Este mes a sido el mas difícil que e pasado
Anduve una semana en depresión absoluta, no quería ver a nadie sólo tirarme a la cama a llorar.
Mis padres se preocuparon pensando que estaba enferma, después de asegurarles que el problema no era mi salud. Mi madre entendió la indirecta ya que convenció a papá que me dejaran privacidad.
Edward y Amber fueron mi soporte para no cometer idioteces ni hundirme en el licor.
Pase la etapa depreciaba, pero todavía sentía el dolor a flote, lo más complicado fue la universidad; evitar a Alex no fue ni es tan difícil ya que él tampoco busca cruzar camino desdé la amenaza de mi mejor amigo.

Hoja En BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora